El consumo privado debe traccionar la recuperación de la economía

El consumo privado debe traccionar la recuperación de la economía

Según la consultora E&R, la inflación es el gran obstáculo para impulsar la demanda privada.

ESCENARIO. La demanda del sector privado está contraída por la inflación.  la gaceta / foto de diego aráoz ESCENARIO. La demanda del sector privado está contraída por la inflación. la gaceta / foto de diego aráoz
04 Abril 2016
Durante el segundo mandato de la ex presidenta, Cristina Fernández, la economía no creció. Las decisiones de la administración anterior consolidaron un proceso de estancamiento con inflación, en el cual el Producto Bruto Interno (PBI) creció a un ritmo promedio anual del 0,6%, mientras la inflación se disparó un 30% anual, en promedio. Ante este diagnóstico, señaló la consultora Economía & Regiones (E&R), el principal desafío de la nueva administración, que encabeza el presidente Mauricio Macri, es lograr que la Argentina vuelva a registrar variaciones positivas del PBI. Para hacerlo, es necesario apuntalar con consumo privado mediante una rebaja de los impuestos sobre los trabajadores, en especial Ganancias.

“Las primeras medidas económicas del Gobierno (quita de subsidios a las tarifas de servicios públicos y recorte de empleo público) han ido en el sentido correcto. A pocos días de asumir, se abrió el cepo cambiario, lo cual generó una condición necesaria (aunque no suficiente) para volver a crecer. Luego, llegó el acuerdo por la deuda impaga con los holdouts. Esto también generó otra condición necesaria (también insuficiente) para crecer”, observó la consultora.

La posibilidad de levantar las restricciones cambiarias y de regresar a los mercados financieros internacionales, según remarcó E&R, no alcanzan por si solos para que la economía se recupere. Es necesario -sostuvo la consultora- que se resuelvan los problemas de fondo: el déficit fiscal y la política monetaria. “El exceso de gasto público, que genera un creciente déficit fiscal que se financia con emisión, da lugar a una elevada inflación. Esto atenta contra el poder adquisitivo de la moneda y contra la previsibilidad económica, lo cual menoscaba la inversión, el crecimiento y la generación de puestos de trabajo”, subrayó el informe.

La inflación, el obstáculo

Para profundizar la corrección de la economía, el Gobierno debe concentrar sus esfuerzos en bajar la inflación. “Una economía sumergida en un proceso de estancamiento con inflación, desde hace cuatro años, no puede crecer. En los últimos ocho años, la inflación trepó el 531%, es decir 11 más que el promedio de la región que es del 48%”, analizó el reporte.

Además, advirtió que cuanto más se tarde en moderar la suba de precios, más demorarán las chances de volver a crecer. “Aquí hay una inconsistencia entre la gravedad del diagnóstico de la enfermedad y el tratamiento propuesto, ya que el Gobierno planea tardar cuatro años en alcanzar el equilibrio fiscal y reducir la inflación hasta los estándares de la región”, cuestionó E&R.

“Si la inflación permanece elevada, la economía no crecerá. Si se espera un piso elevado de inflación para 2016, lo más probable es que la economía no crezca este año. Es más, tomarse cuatro años para aproximarse al equilibrio fiscal y para bajar la inflación tampoco ayudaría a que la economía vuelva crecer rápida y, sobretodo, vigorosamente en los próximos años. Hay que recordar que la pauta de inflación para 2017 asciende a 12%/17 anual”, agregó el informe.

Apuntalar el consumo

¿Qué pasará con el nivel de actividad económica en 2016?, se preguntó E&R. Desde un enfoque de equilibrio general, hay que considerar las fuentes dinamizadoras del crecimiento económico: el sector privado, el sector público y el externo. Pensando en el corto plazo, en 2016 el apuntalamiento del nivel de actividad debería materializarse por un mayor dinamismo del consumo, ya que un aumento de la oferta tardaría más tiempo en concretarse.

“El nivel de actividad de 2016 depende de la demanda, cuyo dinamismo puede provenir desde los tres sectores (privado, sector público y sector externo). Es poco probable que el sector externo pueda ponerse al hombro la macroeconomía argentina, y que dispare por sí sólo un aumento de la actividad”, analizó el estudio.

Para quebrar en el menor tiempo posible la tendencia declinante del PBI en los últimos trimestres de 2015 y en los primeros meses de este año, la economía necesita una expansión del consumo y de la inversión, que compensen la necesaria reducción del gasto público que el Gobierno lleva adelante con la quita de subsidios a las tarifas de servicios públicos y la reducción del empleo estatal.

En un año en el cual la inflación seguirá elevada, sostuvo E&, el aumento del consumo privado sólo puede provenir de una significativa disminución de la presión tributaria. “Cuanto mayor sea el aumento del mínimo no imponible del Impuesto a las Ganancias, y cuanto mayor sea la actualización de las escalas del tributo, más probabilidad habrá de que se revierta la tendencia declinante del PBI y que el nivel de actividad repunte en la segunda mitad del año”, concluyó la consultora.

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