02 Abril 2016
CARACAS.- El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, llamó a los simpatizantes del Gobierno a movilizarse para “derrotar en la calle la ley criminal” que aprobó la mayoría opositora en la Asamblea Nacional y que busca liberar a dirigentes opositores presos.
Maduro calificó la ley de “aberrante, inconstitucional y antidemocrática”, que expresa la concepción “golpista que de los cuatro grupos políticos y empresariales que, producto de la conmoción de la guerra económica, tuvieron esa victoria (en las legislativas de diciembre) y le han hecho daño al país”. Afirmó que “ni (el dictador chileno) Augusto Pinochet” hubiera aprobado esa ley, que “pretende violar los pactos internacionales de derechos humanos”.
“Quiero que me hagan llegar sus propuestas, quiero escuchar su opinión sobre qué debe hacer el Presidente con esta ley criminal que pretenden imponernos. Hagan foros en las plazas... Yo tengo una opinión muy firme sobre esta ley, pero quiero escuchar al pueblo”, señaló en el llamado “Congreso de la patria”, donde los partidarios del Gobierno discutirán la marcha de la revolución bolivariana.
La mayoría opositora aprobó la Ley de Amnistía, con el rechazo de la bancada oficialista. Su objetivo es lograr la libertad de varios dirigentes opositores presos, muchos de ellos encausados por las protestas de 2014 contra el Gobierno, entre ellos a Leopoldo López.
El mandatario afirmó que los diputados de la oposición no discutieron el proyecto de ley antes de aprobarlo y los acusó de pasarse el día tomando licor en restaurantes lujosos. Agregó que reciben órdenes de la embajada de Estados Unidos para pasar leyes que “ahora les dan vergüenza; no tienen cara para decir que van a perdonar los delitos de terrorismo, a los que dieron golpes de Estado desde 2002 en adelante” y “derogar todas las leyes contra la corrupción”.
La oposición rechazó los argumentos y defendió la aprobación de la ley como un instrumento para la reconciliación nacional. (DPA)
Maduro calificó la ley de “aberrante, inconstitucional y antidemocrática”, que expresa la concepción “golpista que de los cuatro grupos políticos y empresariales que, producto de la conmoción de la guerra económica, tuvieron esa victoria (en las legislativas de diciembre) y le han hecho daño al país”. Afirmó que “ni (el dictador chileno) Augusto Pinochet” hubiera aprobado esa ley, que “pretende violar los pactos internacionales de derechos humanos”.
“Quiero que me hagan llegar sus propuestas, quiero escuchar su opinión sobre qué debe hacer el Presidente con esta ley criminal que pretenden imponernos. Hagan foros en las plazas... Yo tengo una opinión muy firme sobre esta ley, pero quiero escuchar al pueblo”, señaló en el llamado “Congreso de la patria”, donde los partidarios del Gobierno discutirán la marcha de la revolución bolivariana.
La mayoría opositora aprobó la Ley de Amnistía, con el rechazo de la bancada oficialista. Su objetivo es lograr la libertad de varios dirigentes opositores presos, muchos de ellos encausados por las protestas de 2014 contra el Gobierno, entre ellos a Leopoldo López.
El mandatario afirmó que los diputados de la oposición no discutieron el proyecto de ley antes de aprobarlo y los acusó de pasarse el día tomando licor en restaurantes lujosos. Agregó que reciben órdenes de la embajada de Estados Unidos para pasar leyes que “ahora les dan vergüenza; no tienen cara para decir que van a perdonar los delitos de terrorismo, a los que dieron golpes de Estado desde 2002 en adelante” y “derogar todas las leyes contra la corrupción”.
La oposición rechazó los argumentos y defendió la aprobación de la ley como un instrumento para la reconciliación nacional. (DPA)
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