31 Marzo 2016
UN CLIMA AGOBIANTE. “La bruja” fue ganando prestigio en festivales.
LA BRUJA
DIRECTOR: Robert Eggers. AÑO: 2016. GÉNERO: terror.
CON: Anya Taylor-Joy, Ralph Ineson, Kate Dickie, Harvey Scrimshaw, Ellie Grainger y Julian Richings.
DURACIÓN: 90 minutos. CALIFICACIÓN: apta mayores de 16 años.
Hay un subgénero en las películas de terror que fue denominado ambiental hace años. Es el relacionado con climas y sensaciones que transmiten los personajes, antes que con monstruos, gritos, sustos bruscos o saltos en la butaca. Todo es más sutil y, quizás por eso mismo, más agobiante y angustiador.
“La bruja” se inscribe en este estilo, y llega a los cines con la garantía de que su novel responsable, el debutante Robert Eggers, ganó el prestigioso premio a mejor director en el Festival de Sundance del año pasado, y se llevó los aplausos en el de Sitges, ciudad española donde se da cita lo más reconocido de la producción mundial de terror, en un periplo victorioso por distintas fiestas cinéfilas, al punto que ha sido llamada como la gran película de terror de 2016.
El norteamericano Eggers, nacido dentro del teatro clásico, es el responsable también del guión de la película, y lo logrado lo catapultó a estar detrás de cámaras para hacer la remake del clásico “Nosferatu”.
Su historia, a la que calificó como “una pesadilla desde el pasado”, se sitúa en el territorio estadounidense de Nueva Inglaterra en 1630, donde una pareja de devotos colonos católicos puritanos se instala con sus cinco hijos para construir su futuro cerca de una aldea y a las orillas de un bosque tupido. La vida plácida y tranquila se altera dramáticamente cuando el recién nacido desaparece, en medio de un juego inocente. Luego, los cultivos mueren y las cabras empiezan a dar sangre en vez de leche.
La tensión irá en aumento mientras lo sobrenatural se apodera del lugar y las sospechas de brujería crecen en las mentes de todos, apuntando especialmente a una hija adolescente.
Las supersticiones acorralan la fe de los religiosos y el núcleo familiar se desvanece como espacio de contención y apoyo. El mal se instaló y nadie sabe cómo poder expulsarlo.
El elenco está integrado por actores y actrices todavía desconocidos para el gran público, aunque con experiencias previas en cine y en televisión, cuyos trabajos han sido tan elogiados como el del director premiado. Una demostración de que el bajo presupuesto no tiene nada que ver con la calidad del producto final.
DIRECTOR: Robert Eggers. AÑO: 2016. GÉNERO: terror.
CON: Anya Taylor-Joy, Ralph Ineson, Kate Dickie, Harvey Scrimshaw, Ellie Grainger y Julian Richings.
DURACIÓN: 90 minutos. CALIFICACIÓN: apta mayores de 16 años.
Hay un subgénero en las películas de terror que fue denominado ambiental hace años. Es el relacionado con climas y sensaciones que transmiten los personajes, antes que con monstruos, gritos, sustos bruscos o saltos en la butaca. Todo es más sutil y, quizás por eso mismo, más agobiante y angustiador.
“La bruja” se inscribe en este estilo, y llega a los cines con la garantía de que su novel responsable, el debutante Robert Eggers, ganó el prestigioso premio a mejor director en el Festival de Sundance del año pasado, y se llevó los aplausos en el de Sitges, ciudad española donde se da cita lo más reconocido de la producción mundial de terror, en un periplo victorioso por distintas fiestas cinéfilas, al punto que ha sido llamada como la gran película de terror de 2016.
El norteamericano Eggers, nacido dentro del teatro clásico, es el responsable también del guión de la película, y lo logrado lo catapultó a estar detrás de cámaras para hacer la remake del clásico “Nosferatu”.
Su historia, a la que calificó como “una pesadilla desde el pasado”, se sitúa en el territorio estadounidense de Nueva Inglaterra en 1630, donde una pareja de devotos colonos católicos puritanos se instala con sus cinco hijos para construir su futuro cerca de una aldea y a las orillas de un bosque tupido. La vida plácida y tranquila se altera dramáticamente cuando el recién nacido desaparece, en medio de un juego inocente. Luego, los cultivos mueren y las cabras empiezan a dar sangre en vez de leche.
La tensión irá en aumento mientras lo sobrenatural se apodera del lugar y las sospechas de brujería crecen en las mentes de todos, apuntando especialmente a una hija adolescente.
Las supersticiones acorralan la fe de los religiosos y el núcleo familiar se desvanece como espacio de contención y apoyo. El mal se instaló y nadie sabe cómo poder expulsarlo.
El elenco está integrado por actores y actrices todavía desconocidos para el gran público, aunque con experiencias previas en cine y en televisión, cuyos trabajos han sido tan elogiados como el del director premiado. Una demostración de que el bajo presupuesto no tiene nada que ver con la calidad del producto final.
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