29 Marzo 2016
PARANÁ.- Los jueces entrerrianos que analizaron ayer en una audiencia el pedido de procesamiento del sacerdote Justo José Ilarraz advirtieron que si bien las denuncias por presuntos abusos sexuales perpetrados hace treinta años “son impactantes”, tendrán que determinar “sin son reales o no”.
Querellantes, defensores y el procurador general del Superior Tribunal de Justicia, Jorge García, expresaron ayer en una audiencia en un tribunal de Paraná sus argumentos a favor y en contra del procesamiento del sacerdote por corrupción agravada de menores de edad.
La audiencia, presidida por los jueces Pablo Vírgala, Daniel Malatesta y Gustavo Maldonado, se realizó sin ingreso de público y de periodistas.
Esperanza en la querella
La abogada querellante Rosario Romero, quien representa a varios de los hombres que aseguraron haber sufrido abusos entre 1985 y 1993 en el seminario local, dijo que “si la Cámara llega a confirmar, creo que estamos en condiciones de llegar este año a juicio oral”.
“La resolución será por la confirmación o la revocación”, agregó la abogada, aunque pronosticó que seguramente “la van a confirmar porque entiendo que hay motivos suficientes en razón de que es un auto muy fundado, tiene más de 100 hojas, se analizó bien la prueba, se sacaron conclusiones que tienen que ver con esa prueba y está bien fundado en todo lo que es el proceso en sí”
El cura está acusado de abusar sexualmente de al menos 50 seminaristas, en una causa iniciada en 2012 en la que ya declararon por escrito el arzobispo de Paraná, Juan Alberto Puiggari, y su predecesor, Estanislao Karlic.
El caso se conoció ese año por una denuncia periodística, que reveló que la investigación interna que se le hizo al cura nunca fue elevada al Vaticano ni puesta en conocimiento de la justicia ordinaria.
El procesamiento de Ilarraz fue dispuesto algunos meses atrás por la jueza de Transición de Paraná, Paola Firpo.
Al término de la audiencia, el juez Virgala evitó dar precisiones sobre una fecha de resolución del tema, al señalar por Canal 11 de Paraná que “el tiempo será el que consideremos necesario para analizar un expediente que es muy voluminoso”.
“Los hechos denunciados son impactantes y conmovedores. Ahora se verá si son reales o no”, añadió.
En tanto, el procurador García manifestó que “la audiencia fue planteada por la defensa, apelando el auto de procesamiento de la jueza de Instrucción”.
“Nosotros consideramos que el procesamiento es absolutamente fundado y la prueba es abrumadora, por lo que, de una vez por todas tenemos que ir a juicio”, añadió.
El religioso es muy conocido en el sur tucumano, ya que llegó a la provincia luego de que el ex arzobispo de Paraná y cardenal Estanislao Esteban Karlic lo expulsó de la diócesis entrerriana tras una investigación interna de los hechos que nunca fue denunciada ante la justicia ordinaria.
Primero, Karlic autorizó al cura Illarraz a viajar al Vaticano, donde se formó en Misionología.
Tras regresar a la Argentina en 1997, el religioso se radicó en Buenos Aires, donde se alejó del sacerdocio, y luego se trasladó a Tucumán, donde fue recibido por el entonces obispo de Concepción, Bernardo Witte.
El sacerdote desempeñó su actividad pastoral en Monteros hasta que estalló el escándalo. (Agencias)
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