29 Marzo 2016
La última sesión del Concejo Deliberante de Yerba Buena sigue generando reverberaciones. Esta semana, fueron los concejales Pedro Albornoz Piossek -del macrismo- y Lucas Cerúsico -del radicalismo- quienes hicieron oir sus voces. El primero lo hizo para cuestionar al jefe de Gabinete de la Municipalidad, Manuel Courel, y el segundo, a tres de sus pares.
“Me sorprenden las declaraciones de este señor. Decir que no pueden demoler las torres de Alperovich Group es una falacia. Y demuestra una falta de decisión política. ¿Acaso van a seguir priorizando los negocios inmobiliarios, en vez del respeto por las normas?”, se preguntó Albornoz Piossek, en referencia a Courel.
El funcionario había declarado que el 90 % de las urbanizaciones de esa ciudad ha sido aprobado, por la anterior gestión, fuera del código de ordenamiento urbano. El caso de la edificación de la empresa Alperovich Group, entre las avenidas Perón y Fanzolato, es el más abusivo, había dicho. “No podemos mandar a demoler. Y tampoco negociaremos, uno a uno, con los desarrollistas; se prestaría a la arbitrariedad. Lo que queremos es una revisión del código”, fueron sus dichos.
Las declaraciones de Courel se produjeron luego de la sesión en la que los ediles aprobaron una ordenanza para que ese cuerpo vise las urbanizaciones especiales, proyecto que había sido firmado por el intendente Mariano Campero -cuando era concejal- pero vetado ahora -desde la intendencia-. No obstante, la ordenanza quedó firme.
Albornoz Piossek añade que él, desde el Concejo Deliberante, “intimará a la empresa constructora para que efectúe la demolición de la parte de la obra que no respeta el código de planeamiento urbano”.
¿Y la inseguridad?
Cerúsico, por su parte, afirmó que sus pares Benjamín Zelaya, José Macome y Lisandro Argiró convocaron a aquella sesión “de modo inconsulto”, en el que no se incluyó el tema de la inseguridad en el orden del día, pese a que, en la víspera, él y Albornoz Piossek habían presentado tres proyectos conjuntos al respecto.
Incluso -recordó Cerúsico- también Argiró promovió una propuesta. “Al final, ¿para qué hizo él su proyecto? Creo que ha quedado claro. Por mi parte, insistiré”, concluyó el edil.
“Me sorprenden las declaraciones de este señor. Decir que no pueden demoler las torres de Alperovich Group es una falacia. Y demuestra una falta de decisión política. ¿Acaso van a seguir priorizando los negocios inmobiliarios, en vez del respeto por las normas?”, se preguntó Albornoz Piossek, en referencia a Courel.
El funcionario había declarado que el 90 % de las urbanizaciones de esa ciudad ha sido aprobado, por la anterior gestión, fuera del código de ordenamiento urbano. El caso de la edificación de la empresa Alperovich Group, entre las avenidas Perón y Fanzolato, es el más abusivo, había dicho. “No podemos mandar a demoler. Y tampoco negociaremos, uno a uno, con los desarrollistas; se prestaría a la arbitrariedad. Lo que queremos es una revisión del código”, fueron sus dichos.
Las declaraciones de Courel se produjeron luego de la sesión en la que los ediles aprobaron una ordenanza para que ese cuerpo vise las urbanizaciones especiales, proyecto que había sido firmado por el intendente Mariano Campero -cuando era concejal- pero vetado ahora -desde la intendencia-. No obstante, la ordenanza quedó firme.
Albornoz Piossek añade que él, desde el Concejo Deliberante, “intimará a la empresa constructora para que efectúe la demolición de la parte de la obra que no respeta el código de planeamiento urbano”.
¿Y la inseguridad?
Cerúsico, por su parte, afirmó que sus pares Benjamín Zelaya, José Macome y Lisandro Argiró convocaron a aquella sesión “de modo inconsulto”, en el que no se incluyó el tema de la inseguridad en el orden del día, pese a que, en la víspera, él y Albornoz Piossek habían presentado tres proyectos conjuntos al respecto.
Incluso -recordó Cerúsico- también Argiró promovió una propuesta. “Al final, ¿para qué hizo él su proyecto? Creo que ha quedado claro. Por mi parte, insistiré”, concluyó el edil.
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