27 Marzo 2016
Los robos atemorizan a los vecinos de Alderetes
En las últimas semanas los delitos contra la propiedad aumentaron en la ciudad de Alderetes. Los más castigados son los comerciantes, que reclaman mayor presencia policial. En la última semana, dos jóvenes ingresaron a una oficina municipal y se llevaron una computadora.
Lilia Ávila (54), dueña de una carnicería fue víctima de un asalto.
Una ola de arrebatos y asaltos atemoriza a vecinos de Alderetes. Admiten que cualquiera puede ser la próxima víctima. Durante la semana robaron en una oficina municipal y se llevaron una computadora. Ni los comercios que están a pocos metros de la comisaría se salvan. Propietarios de locales de ropa, de panaderías y carnicerías contaron que en el último mes los delincuentes se ensañaron con ellos. El intendente, Sergio Venegas, reconoció que la inseguridad aumentó en la ciudad.
El lunes, dos ladrones forzaron la puerta principal de la Oficina de Empleo del Municipio de Alderetes, ubicada en calle Caseros al 700, y se llevaron una computadora. El hecho ocurrió durante la madrugada a cuatro cuadras de la comisaría.
Las hermanas Karina del Valle (41) y Paola González (38) fueron testigos de este robo. Estaban en su casa, ubicada frente a la oficina municipal, cuando sintieron un fuerte ruido. “Vimos que dos sujetos estaban forzando la puerta principal de la oficina. Primero entró uno y saco un CPU y luego un segundo hombre ingresó y se llevó el resto de la computadora”, contó Karina.
Paola dijo que llamó más de seis veces al 911. “Me contestaron que ya habían reportado a la motorizada. Si hubieran actuado rápido habrían llegado mientras se consumaba el robo”, lamentó. La Policía informó que lograron atrapar a los ladrones y recuperaron los elementos robados.
“Un día antes ingresaron a nuestra casa durante la madrugada. Saltaron la tapia y se llevaron un lavarropas que estaba en el lavadero, pero entraron hasta la cocina en busca de otras cosas de valor”, narró, angustiada, Karina. Y agregó, resignada, que es la tercera vez que le roban en lo que va del año.
“Hay mucha inseguridad en todo Alderetes, pero sobre todo en el barrio ampliación Nicolás Avellaneda. Desde el lunes a la mañana que no duermo, estoy aterrorizada”, dijo Karina que afirmó haber realizado la denuncia policial.
El temor en la vecindad se percibe al conversar con las víctimas de la inseguridad. “Los ladrones son de la zona, tenemos mucho miedo. Hay mucha droga. Los robos son a cualquier hora, pero sobre todo a la madrugada”, expresó Paola.
Héctor, un vecino que pidió la reserva de su apellido por miedo, dijo que es notable el aumento de los asaltos. “Hace tres noches intentaron robar un tráiler municipal que está ubicado a metros del Concejo Deliberante”, afirmó.
Comerciantes enrejados
A fines de febrero, Lilia Ávila (54), dueña de una carnicería fue víctima de un asalto. Eran las 12.40 de un domingo cuando dos hombres llegaron en una moto. “Uno de ellos se bajó y pidió arrollado de matambre. Eso nos distrajo. Mi marido comenzó a preparar el pedido. De repente, el tipo sacó un arma de fuego y apuntó a uno de mis hijos”, narró Lidia.
La mujer contó que el asaltante los llevó hacia adentro del local y les exigió que le dieran todo el dinero. “Se llevó aproximadamente $10.000, más una billetera y un celular”, detalló, apenada.
Una de las hijas de Lidia tuvo que ir a buscar a la Policía en la comisaría porque el 911 no atendía los llamados.
Para evitar más robos, los dueños del local colocaron rejas en el interior de su negocio. “Me tuve que enrejar, mientras que los ladrones andan sueltos”, expresó, indignada, la víctima.
Mas inseguridad
Gustavo Naranjo contó que hace dos semanas rompieron la vidriera de una boutique de Caseros al 500, a una cuadra de la comisaría. “Se llevaron mucha mercadería y dinero del local”, añadió.
Eliana Bustos dueña de otra boutique, decidió aumentar la seguridad de su negocio. “Hubo muchos hurtos en los últimos días, por eso decidí colocar cinco cámaras de seguridad”, señaló.
En Alderetes los asaltantes no atacan sólo a comercios, sino también a peatones y automovilistas. Leonardo Buehsen (24) volvía a su casa en su automóvil cuando dos hombres que circulaban en una moto lo encañonaron. “Eran las Transitaba en mi auto por avenida Urquiza y en los semáforos de avenida Rivadavia dos hombres se pararon a la par, me apuntaron con un arma y me obligaron a que le abra la puerta de mi auto”, relató el joven.
Uno de ellos se subió al auto y obligó a Leonardo a que conduzca hacia Banda del Río Salí. “A la altura de avenida Eva Perón y Azcuénaga quisieron que entre al barrio Antena, como me negué, los agresores me golpearon, me despojaron de todas mis pertenencias y se dieron a la fuga”, contó, indignado. Reconoció que no hizo la denuncia policial “porque es una pérdida de tiempo”.
Voz oficial
“La ola de arrebatos que estaba en la capital y en sus zonas periféricas parece haberse desplazado hacia acá. Estamos intentando colaborar con la policía local y con el sistema 911 para minimizar el riesgo”, explicó Sergio Venegas, intendente de Alderetes..
También destacó que “tenemos una gran necesidad en el este de contar con mayor presencia de efectivos policiales”.
Sobre el robo a la Oficina de Empleo municipal dijo que la Patrulla Motorizada detuvo a los autores del robo. “Se trata de un joven con antecedentes. Se recuperó la totalidad de los bienes sustraídos”, agregó. El jefe municipal reconoció que por el momento no tienen las herramientas para contar con el servicio de vigías ciudadanos como ocurre en otras ciudades del interior.
El lunes, dos ladrones forzaron la puerta principal de la Oficina de Empleo del Municipio de Alderetes, ubicada en calle Caseros al 700, y se llevaron una computadora. El hecho ocurrió durante la madrugada a cuatro cuadras de la comisaría.
Las hermanas Karina del Valle (41) y Paola González (38) fueron testigos de este robo. Estaban en su casa, ubicada frente a la oficina municipal, cuando sintieron un fuerte ruido. “Vimos que dos sujetos estaban forzando la puerta principal de la oficina. Primero entró uno y saco un CPU y luego un segundo hombre ingresó y se llevó el resto de la computadora”, contó Karina.
Paola dijo que llamó más de seis veces al 911. “Me contestaron que ya habían reportado a la motorizada. Si hubieran actuado rápido habrían llegado mientras se consumaba el robo”, lamentó. La Policía informó que lograron atrapar a los ladrones y recuperaron los elementos robados.
“Un día antes ingresaron a nuestra casa durante la madrugada. Saltaron la tapia y se llevaron un lavarropas que estaba en el lavadero, pero entraron hasta la cocina en busca de otras cosas de valor”, narró, angustiada, Karina. Y agregó, resignada, que es la tercera vez que le roban en lo que va del año.
“Hay mucha inseguridad en todo Alderetes, pero sobre todo en el barrio ampliación Nicolás Avellaneda. Desde el lunes a la mañana que no duermo, estoy aterrorizada”, dijo Karina que afirmó haber realizado la denuncia policial.
El temor en la vecindad se percibe al conversar con las víctimas de la inseguridad. “Los ladrones son de la zona, tenemos mucho miedo. Hay mucha droga. Los robos son a cualquier hora, pero sobre todo a la madrugada”, expresó Paola.
Héctor, un vecino que pidió la reserva de su apellido por miedo, dijo que es notable el aumento de los asaltos. “Hace tres noches intentaron robar un tráiler municipal que está ubicado a metros del Concejo Deliberante”, afirmó.
Comerciantes enrejados
A fines de febrero, Lilia Ávila (54), dueña de una carnicería fue víctima de un asalto. Eran las 12.40 de un domingo cuando dos hombres llegaron en una moto. “Uno de ellos se bajó y pidió arrollado de matambre. Eso nos distrajo. Mi marido comenzó a preparar el pedido. De repente, el tipo sacó un arma de fuego y apuntó a uno de mis hijos”, narró Lidia.
La mujer contó que el asaltante los llevó hacia adentro del local y les exigió que le dieran todo el dinero. “Se llevó aproximadamente $10.000, más una billetera y un celular”, detalló, apenada.
Una de las hijas de Lidia tuvo que ir a buscar a la Policía en la comisaría porque el 911 no atendía los llamados.
Para evitar más robos, los dueños del local colocaron rejas en el interior de su negocio. “Me tuve que enrejar, mientras que los ladrones andan sueltos”, expresó, indignada, la víctima.
Mas inseguridad
Gustavo Naranjo contó que hace dos semanas rompieron la vidriera de una boutique de Caseros al 500, a una cuadra de la comisaría. “Se llevaron mucha mercadería y dinero del local”, añadió.
Eliana Bustos dueña de otra boutique, decidió aumentar la seguridad de su negocio. “Hubo muchos hurtos en los últimos días, por eso decidí colocar cinco cámaras de seguridad”, señaló.
En Alderetes los asaltantes no atacan sólo a comercios, sino también a peatones y automovilistas. Leonardo Buehsen (24) volvía a su casa en su automóvil cuando dos hombres que circulaban en una moto lo encañonaron. “Eran las Transitaba en mi auto por avenida Urquiza y en los semáforos de avenida Rivadavia dos hombres se pararon a la par, me apuntaron con un arma y me obligaron a que le abra la puerta de mi auto”, relató el joven.
Uno de ellos se subió al auto y obligó a Leonardo a que conduzca hacia Banda del Río Salí. “A la altura de avenida Eva Perón y Azcuénaga quisieron que entre al barrio Antena, como me negué, los agresores me golpearon, me despojaron de todas mis pertenencias y se dieron a la fuga”, contó, indignado. Reconoció que no hizo la denuncia policial “porque es una pérdida de tiempo”.
Voz oficial
“La ola de arrebatos que estaba en la capital y en sus zonas periféricas parece haberse desplazado hacia acá. Estamos intentando colaborar con la policía local y con el sistema 911 para minimizar el riesgo”, explicó Sergio Venegas, intendente de Alderetes..
También destacó que “tenemos una gran necesidad en el este de contar con mayor presencia de efectivos policiales”.
Sobre el robo a la Oficina de Empleo municipal dijo que la Patrulla Motorizada detuvo a los autores del robo. “Se trata de un joven con antecedentes. Se recuperó la totalidad de los bienes sustraídos”, agregó. El jefe municipal reconoció que por el momento no tienen las herramientas para contar con el servicio de vigías ciudadanos como ocurre en otras ciudades del interior.
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