16 Marzo 2016

“La comedia es nuestra válvula de salvación. Sin ella desapareceríamos, nos evaporaríamos”.
“Mi filosofía de la comedia es un hombre en apuros”.
Alguna vez Jerry Lewis dijo estas frases. El rey de la mueca lleva décadas haciendo reír y sigue trabajando hasta hoy, cuando cumple 90 años.
No hace mucho recibió una segunda estrella en el famoso Paseo de la Fama en Hollywood, en un acto en el que le mordió la mano a Quentin Tarantino. En 2009 recibió un Oscar honorífico por su lucha contra la pobreza y las enfermedades.
Para homenajear al payaso de Hollywood, el Museo de Arte Moderno de Nueva York, MoMA, inaugrará hoy una retrospectiva.
Dúo brillante
El mundo conoció a Lewis sobre todo junto a Dean Martin. Hacían el dúo perfecto: Martin en el papel de galán serio y Lewis en el de tipo que hace el tonto. Y juntos llegaron al olimpo del negocio del entretenimiento:
También conquistó al público con grandes éxitos de taquilla. Pero el ejemplo máximo de la tontería convertida en arte es, sin duda “El profesor chiflado” (1963), película que escribió, dirigió y actuó, que el propio artista denomina “mi bebé”.
El actor llega al cumpleaños 90 tras varias enfermedades graves: cáncer de próstata, úlcera estomacal, un ataque al corazón, una fractura en la columna y una grave enfermedad pulmonar.
“Trabajé en las más duras condiciones que nadie ha vivido en su vida -reveló al “Hollywood Reporter- pero cuando entro en el escenario, desaparecen los dolores”.
El día que el payaso lloró
La novedad en estos días es que se revelan detalles de uno de los misterios que rodean al actor: la película que dirigió en 1972, “The day the clown cried” (El día que el payaso lloró) considerada una obra fantasma y también un mito. La película no llegó a estrenarse. Cuenta la historia de un payaso alemán que, tras un comentario despectivo sobre Adolf Hitler, es enviado a un campo de concentración. Allí hace reír a niños a los que después lleva a la cámara de gas. En un documental de estrenado recientemente por Eric Friedler, Lewis habla ampliamente al respecto, informa BBC.
“Hice un mal trabajo como autor, como director, como actor y como productor. En un intento de llevar ese enorme crimen contra la humanidad de la realidad a la ficción, el horror atrapó todos mis pensamientos y mis sentimientos”, confesó. Y dijo que Roberto Benigni, en “La vida es bella”, que cosechó tres Oscar le robó la idea, pero él lo hizo bien.
Hoy Hollywood lo reconoce: de Martin Scorsese, para quien siempre ha sido siempre un adelantado a su tiempo, a Jerry Seinfeld, que lo llama “la esencia de toda comedia”.
“Mi filosofía de la comedia es un hombre en apuros”.
Alguna vez Jerry Lewis dijo estas frases. El rey de la mueca lleva décadas haciendo reír y sigue trabajando hasta hoy, cuando cumple 90 años.
No hace mucho recibió una segunda estrella en el famoso Paseo de la Fama en Hollywood, en un acto en el que le mordió la mano a Quentin Tarantino. En 2009 recibió un Oscar honorífico por su lucha contra la pobreza y las enfermedades.
Para homenajear al payaso de Hollywood, el Museo de Arte Moderno de Nueva York, MoMA, inaugrará hoy una retrospectiva.
Dúo brillante
El mundo conoció a Lewis sobre todo junto a Dean Martin. Hacían el dúo perfecto: Martin en el papel de galán serio y Lewis en el de tipo que hace el tonto. Y juntos llegaron al olimpo del negocio del entretenimiento:
También conquistó al público con grandes éxitos de taquilla. Pero el ejemplo máximo de la tontería convertida en arte es, sin duda “El profesor chiflado” (1963), película que escribió, dirigió y actuó, que el propio artista denomina “mi bebé”.
El actor llega al cumpleaños 90 tras varias enfermedades graves: cáncer de próstata, úlcera estomacal, un ataque al corazón, una fractura en la columna y una grave enfermedad pulmonar.
“Trabajé en las más duras condiciones que nadie ha vivido en su vida -reveló al “Hollywood Reporter- pero cuando entro en el escenario, desaparecen los dolores”.
El día que el payaso lloró
La novedad en estos días es que se revelan detalles de uno de los misterios que rodean al actor: la película que dirigió en 1972, “The day the clown cried” (El día que el payaso lloró) considerada una obra fantasma y también un mito. La película no llegó a estrenarse. Cuenta la historia de un payaso alemán que, tras un comentario despectivo sobre Adolf Hitler, es enviado a un campo de concentración. Allí hace reír a niños a los que después lleva a la cámara de gas. En un documental de estrenado recientemente por Eric Friedler, Lewis habla ampliamente al respecto, informa BBC.
“Hice un mal trabajo como autor, como director, como actor y como productor. En un intento de llevar ese enorme crimen contra la humanidad de la realidad a la ficción, el horror atrapó todos mis pensamientos y mis sentimientos”, confesó. Y dijo que Roberto Benigni, en “La vida es bella”, que cosechó tres Oscar le robó la idea, pero él lo hizo bien.
Hoy Hollywood lo reconoce: de Martin Scorsese, para quien siempre ha sido siempre un adelantado a su tiempo, a Jerry Seinfeld, que lo llama “la esencia de toda comedia”.
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