Daniel Amani se lució en el recital de Maná

Hay días que quedan atrapados en la memoria y en los sentimientos. Daniel Amani nunca olvidará el viernes 4 de marzo de 2016, y cada vez que recuerde esa jornada única, inolvidable e irrepetible se le erizará la piel.

En tan sólo un par de horas, como si estuviese en una montaña rusa, Amani vivió momentos de ansiedad, alegría, nerviosismo y felicidad. El tucumano, de 47 años, atravesó tres etapas selectivas y finalmente se impuso en el concurso organizado por LA GACETA para tocar el tema “Me vale” junto a Maná, en el recital que la banda brindó ante más de 15.000 personas en el estadio de Central Córdoba. También se ganó la ovación de los fans de la banda y los elogios de los músicos mexicanos por su gran actuación.

“Nunca me imaginé lo que vendría cuando me inscribí en el concurso”, cuenta el guitarrista durante una entrevista en el Estudio de TV de LA GACETA. “Las mejores cosas vinieron sin ningún plan”, destaca el violero sobre el buen presente que está viviendo.

Hace un par de semanas, Amani se enteró del concurso publicado en LA GACETA.com y no lo pensó dos veces. Tomó su celular, enchufó su Fender Telecaster al amplificador y se filmó tocando el tema propuesto para participar. Fue el primero en subir el video y, gracias al voto en Internet, quedó entre los cinco preseleccionados para la segunda etapa. Días después superó una prueba en vivo, el jurado integrado por Colo Vernieri (Karma Sudaca), Jorge Estrella (productor) y Álvaro Medina (periodista de LA GACETA), lo ubicó para competir en la final junto a Nicolás Suárez y Germán Morón, de donde salió el guitarrista que subió al escenario.

La última prueba se realizó en el mismo estadio, horas antes del recital. El trío llegó puntual, pero debieron esperar dos horas hasta que los técnicos terminaron de chequear el sonido.

“La prueba fue más difícil de lo que esperaba”, recuerda. Los productores de la banda hicieron tocar a los finalistas sin una base, sólo siguiendo el ritmo que Omar, uno de los técnicos, marcaba con las palmas de las manos. “Puente, coro, solo”, le indicaba para exigirlos y evaluar cuál de ellos era el mejor. Finalmente, Amani fue el elegido y no defraudó ni a quienes lo apoyaron ni al público tucumano.

Ovación

Luego de “El muelle de San Blas”, en el noveno tema del recital de Maná, llegó el turno para el tucumano. “Fue tremendo salir al escenario y escuchar la ovación de la gente”, rememora. Se calzó su inseparable guitarra, se quedó parado a un costado del escenario y escuchó su nombre pronunciado por nada más y nada menos que Alex González, baterista de la banda. “Fue extraño escucharlo presentarme. Lo ví siempre por MTV y en ese momento me invitó al escenario”, relata, aún con incredulidad. Ya arriba se movió con libertad, como si fuese un integrante más de la banda. Los mexicanos fueron generosos con el invitado y le permitieron lucirse con la viola. Cuando llegó el momento del solo de guitarra de “Me vale”, una canción con ritmo de ska, el guitarrista Sergio Vallín le cedió ese derecho. “Sergio me empujó para que vaya a la pasarela”, resalta de ese inolvidable momento.

Amani caminó por el lugar como una estrella de rock, se paró ante el público y sus manos dibujaron en la guitarra vibrantes fraseos de rock and roll que generaron el aplauso de todo el estadio. Tocó tranquilo.

“Para mí los nervios se terminan cuando salgo a tocar. Es mi ámbito, es donde me siento seguro. Me siento inseguro debajo del escenario”, confiesa, con una carcajada.

El tucumano dice que estaba con todas las “pilas” para tocar y para “pasarla bien”. Y eso se notó en el escenario cuando el guitarrista de Maná lo desafió a un duelo de violas. Cada fraseo que Vallín ejecutaba, Amani le respondía con soltura y con seguridad. “Primero me dejó tocar a mí y luego él empezó a frasear sobre mi línea, hasta que me llevó a su forma de tocar”, explica.

Sin embargo, la ovación y el aplauso de la banda se lo ganó cuando Vallín lo desafió a superar su tapping a dos manos (se presiona con las yemas de los dedos las cuerdas en el diapasón). Amani cerró el duelo con un tapping de púa, una técnica a la que sólo los virtuosos se le animan, y estallaron el estadio y los músicos. “Eso sólo te lo da la experiencia de haber tocado”, comenta sobre la seguridad que demostró en el escenario ante artistas de nivel internacional.

Los elogios no se hicieron esperar. Héctor, el percusionista de Maná, le dijo que dio en la “talla” para tocar el tema “Me vale” junto a ellos. “Esas palabras te dicen muchas cosas”, destaca. Aparentemente, las experiencias que tuvieron con otros guitarristas invitados no fueron tan buenas y el tucumano los impresionó por su profesionalismo.

Celebración

Pero la noche mágica no terminó en el escenario. La mayoría de los músicos fueron a celebrar a un bar ubicado en Catamarca y España e invitaron a Amani a sumarse a la comitiva. Entre trago y trago, pudo charlar con Vallín y descubrió que admiran y tienen como favoritos a las mismas leyendas de la guitarra.

“Le entregué un CD de Trilogía, mi banda anterior y seguimos en contacto por email. Ahora me escribió y me pidió links de mis trabajos para escucharlos durante la gira”, cuenta sobre la relación musical que, tal vez, le pueda abrir nuevos horizontes musicales a este guitarrista, cantante y profesor que ya compartió funciones con Celeste Carballo y le rinde tributos a Pink Floyd, a BB King y a Whitesnake. “Todo eso convive adentro de mí”, reflexiona.