Por Marcelo Androetto
08 Marzo 2016
PARA EL OLVIDO. Rodríguez no tuvo un buen partido: pecó demasiado en buscar el pase fantástico cuando pudo simplificar las cosas.
BUENOS AIRES.- (Marcelo Androetto, especial para LG Deportiva).- En el fútbol argentino, los subibajas están a la orden del día. Y en el estadio “José Dellagiovanna”, el que estaba por el piso (Tigre) se floreó ante el que estaba por las nubes (Atlético). Y después del inusitado 5-0, el técnico que estaba en la lona (Mauro Camoranesi) levantaba ante las cámaras las dos manos en señal de Victoria, mientras su colega (Juan Manuel Azconzábal) guardaba la compostura y las formas, pese a las piñas en forma de goles encajadas por su equipo en casa del “Matador”.
“Fue una noche atípica en relación a lo que venía realizando el equipo y a lo que es el trabajo de Atlético en este último año y medio. No concretamos: al minuto 30 habíamos tenido dos situaciones claras y carecimos de efectividad. Tigre fue contundente, más allá de que no tuvimos una buena noche. Y bueno, eso en Primera se paga”, argumentó de movida Azconzábal, quien dio la cara tras la deficiente presentación “decana”.
“Los muchachos se entregaron por completo, no hay reproche en cuanto al esfuerzo. Tigre llegó al primer gol y luego se dio un partido de ida y vuelta”, agregó el “Vasco”, con la resignación pintada en su rostro.
Y ante una consulta de LG Deportiva, sentenció: “no hay que dramatizar y saber que hoy (por ayer) no fue el partido que se preveía en los primeros minutos y no salieron las cosas, nada más”,
Antes de dejar el estadio, el entrenador se encargó de aclarar de qué se trata la lesión sufrida por Nicolás Romat. “Es un golpe en la rodilla y lo iremos viendo, esperemos que no sea algo trascendente”.
A metros de él, su colega Camoranesi, visiblemente aliviado, expresaba su satisfacción por el renacimiento de su “Matador”.
“Es lo feo y lo lindo que pasa en el fútbol, a veces las cosas se dan al revés también, por eso no hay que bajar nunca los brazos. Creo que hoy pasó lo que veníamos pregonando desde que llegamos, en función de que hay buenos jugadores y de que hay buen equipo”, sostuvo el ex internacional italiano.
Camoranesi, jaqueado en la previa por las dos derrotas y los dos empates que había cosechado Tigre hasta su festival de goles frente a Atlético, no dejaba de repartir sonrisas por un resultado a todas luces impensado. “Estoy contento, mantuvimos la intensidad y después llegaron los goles. Ojalá los jugadores terminen de convencerse con este buen resultado”.
Lo dicho, en la noche de Victoria, pareció el mundo del revés.
“Fue una noche atípica en relación a lo que venía realizando el equipo y a lo que es el trabajo de Atlético en este último año y medio. No concretamos: al minuto 30 habíamos tenido dos situaciones claras y carecimos de efectividad. Tigre fue contundente, más allá de que no tuvimos una buena noche. Y bueno, eso en Primera se paga”, argumentó de movida Azconzábal, quien dio la cara tras la deficiente presentación “decana”.
“Los muchachos se entregaron por completo, no hay reproche en cuanto al esfuerzo. Tigre llegó al primer gol y luego se dio un partido de ida y vuelta”, agregó el “Vasco”, con la resignación pintada en su rostro.
Y ante una consulta de LG Deportiva, sentenció: “no hay que dramatizar y saber que hoy (por ayer) no fue el partido que se preveía en los primeros minutos y no salieron las cosas, nada más”,
Antes de dejar el estadio, el entrenador se encargó de aclarar de qué se trata la lesión sufrida por Nicolás Romat. “Es un golpe en la rodilla y lo iremos viendo, esperemos que no sea algo trascendente”.
A metros de él, su colega Camoranesi, visiblemente aliviado, expresaba su satisfacción por el renacimiento de su “Matador”.
“Es lo feo y lo lindo que pasa en el fútbol, a veces las cosas se dan al revés también, por eso no hay que bajar nunca los brazos. Creo que hoy pasó lo que veníamos pregonando desde que llegamos, en función de que hay buenos jugadores y de que hay buen equipo”, sostuvo el ex internacional italiano.
Camoranesi, jaqueado en la previa por las dos derrotas y los dos empates que había cosechado Tigre hasta su festival de goles frente a Atlético, no dejaba de repartir sonrisas por un resultado a todas luces impensado. “Estoy contento, mantuvimos la intensidad y después llegaron los goles. Ojalá los jugadores terminen de convencerse con este buen resultado”.
Lo dicho, en la noche de Victoria, pareció el mundo del revés.
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