01 Marzo 2016
La semana pasada se elevó a la cúpula de la Policía de Tucumán un proyecto con 15 objetivos para mejorar la situación de la Brigada de Investigaciones de Tucumán. Entre las propuestas se solicita cambiar de edificio, ya que el que se encuentra en Junín al 800 “tiene colapsados los sistemas de electricidad y agua”, incrementar los insumos para que puedan realizar de la mejor manera su trabajo e incluso administrar de una mejor manera los recursos humanos.
“Al proyecto lo firmó el comisario Miguel Gómez, Director de la Brigada de Investigaciones, pero fue elaborado por un grupo de comisarios que tienen importantes títulos en materia de investigación. Es gente valiosa y lo que proponen son cuestiones lógicas. Sin embargo, por esta situación a Gómez lo licenciaron como una forma de penitencia”, contó una importante fuente judicial.
Según el análisis de diversas fuentes, todo comenzó con la implementación del sistema 911.
“La idea de este sistema no es mala pero para este servicio desarmaron las áreas de investigación. En todos los países del mundo se tiende a desconcentrar las áreas policiales pero en Tucumán se concentró todo en una Brigada a la que le sacaron gente. Los efectivos están trabajando a pulmón. No puede ser que haya tres personas en un área trabajando todo el día. Si pasa algo en Trancas, por ejemplo, se tienen que ir para allá pero no conocen la zona. Sólo documentan los casos. Antes en las comisarías había personal de inteligencia que adelantaba un paso a los delincuentes de la zona, los conocían. Tres personas no pueden abarcar jurisdicciones gigantes”, señaló la misma fuente. Sin embargo, los problemas no terminan en la planificación para combatir el delito.
Dos efectivos de la Brigada, que pidieron reserva de identidad, aseguraron que trabajan “rudimentariamente” y que incluso en algunas ocasiones “no hay combustible para las patrullas. No hay insumos o son viejos. La tecnología que se utiliza es obsoleta y el lugar corre peligro de derrumbe”. Ambos expresaron que entre el personal de la Brigada existe “una adhesión del 100% al proyecto que se presentó”. Según pudo saber LA GACETA, hubo compromisos verbales de las autoridades para realizar mejoras, pero nada oficial aún.
Otra situación precaria es la que viven las personas que se encuentran detenidas en el edificio. Según los mismos efectivos, hay alrededor de 50 personas alojadas allí, al menos 15 más de lo que dicta la capacidad y en “condiciones de hacinamiento”.
En los próximos días se presentarán informes en las comisiones de Derechos Humanos y de Seguridad de la Legislatura, a cargo de legisladores opositores. En la Brigada son conscientes de “que existe una real preocupación en el Poder Legislativo por esta situación, pero nosotros no tenemos colores políticos. No somos ni oficialistas ni opositores. Sólo queremos trabajar mejor”.
Este medio intentó comunicarse con el jefe de Policía Dante Bustamante y con el ministro de Seguridad Regino Amado, sin embargo no pudo hacerlo. Tampoco pudo obtener declaraciones del comisario Gómez, quien habría pedido pasar a otro sector de la Policía.
“Al proyecto lo firmó el comisario Miguel Gómez, Director de la Brigada de Investigaciones, pero fue elaborado por un grupo de comisarios que tienen importantes títulos en materia de investigación. Es gente valiosa y lo que proponen son cuestiones lógicas. Sin embargo, por esta situación a Gómez lo licenciaron como una forma de penitencia”, contó una importante fuente judicial.
Según el análisis de diversas fuentes, todo comenzó con la implementación del sistema 911.
“La idea de este sistema no es mala pero para este servicio desarmaron las áreas de investigación. En todos los países del mundo se tiende a desconcentrar las áreas policiales pero en Tucumán se concentró todo en una Brigada a la que le sacaron gente. Los efectivos están trabajando a pulmón. No puede ser que haya tres personas en un área trabajando todo el día. Si pasa algo en Trancas, por ejemplo, se tienen que ir para allá pero no conocen la zona. Sólo documentan los casos. Antes en las comisarías había personal de inteligencia que adelantaba un paso a los delincuentes de la zona, los conocían. Tres personas no pueden abarcar jurisdicciones gigantes”, señaló la misma fuente. Sin embargo, los problemas no terminan en la planificación para combatir el delito.
Dos efectivos de la Brigada, que pidieron reserva de identidad, aseguraron que trabajan “rudimentariamente” y que incluso en algunas ocasiones “no hay combustible para las patrullas. No hay insumos o son viejos. La tecnología que se utiliza es obsoleta y el lugar corre peligro de derrumbe”. Ambos expresaron que entre el personal de la Brigada existe “una adhesión del 100% al proyecto que se presentó”. Según pudo saber LA GACETA, hubo compromisos verbales de las autoridades para realizar mejoras, pero nada oficial aún.
Otra situación precaria es la que viven las personas que se encuentran detenidas en el edificio. Según los mismos efectivos, hay alrededor de 50 personas alojadas allí, al menos 15 más de lo que dicta la capacidad y en “condiciones de hacinamiento”.
En los próximos días se presentarán informes en las comisiones de Derechos Humanos y de Seguridad de la Legislatura, a cargo de legisladores opositores. En la Brigada son conscientes de “que existe una real preocupación en el Poder Legislativo por esta situación, pero nosotros no tenemos colores políticos. No somos ni oficialistas ni opositores. Sólo queremos trabajar mejor”.
Este medio intentó comunicarse con el jefe de Policía Dante Bustamante y con el ministro de Seguridad Regino Amado, sin embargo no pudo hacerlo. Tampoco pudo obtener declaraciones del comisario Gómez, quien habría pedido pasar a otro sector de la Policía.
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