11 Febrero 2016
CONFIANZA. A Josué le tocó atajar en la revancha contra San Martín, y volvió a dejar el arco en cero, como en la última fecha de la B Nacional. Contra Boca, y de visitante, será un nuevo nivel de desafío. la gaceta / foto de antonio ferroni
Con el correr de la semana, a Atlético se le va borrando de a poquito la sonrisa que le dejó el triunfazo en el debut frente a Racing. Un día después de confirmarse la baja definitiva de Emanuel Molina para lo que resta del campeonato a causa de una rotura de ligamento cruzado, el “decano” recibió otra pálida: Cristian Lucchetti tampoco podrá estar el domingo contra Boca por el desgarro que sufrió en una de las últimas acciones del encuentro frente a la “academia”.
“Laucha” se retiró temprano de la práctica matutina sin hacer comentarios, aunque ni falta hacía: su gesto de fastidio lo decía todo. El desgarro en el gemelo interno lo dejará en principio dos semanas al margen. La cruda verdad es que, frente al último campeón, Atlético deberá arreglárselas sin quien fue la figura en el debut.
Sin embargo, suele decirse que toda crisis encierra una oportunidad, y en este caso será la de Josué Ayala de ratificar que el arco “decano” está en buenos guantes. “El fútbol es muy dinámico. Por ahí en mi puesto no lo es tanto, y hay que esperar más a que llegue las oportunidades, pero siempre hay que estar preparado. Es una linda chance de volver a esa cancha”, postula Josué.
Esa cancha es nada menos que La Bombonera, una casa que él conoce tan bien como Lucchetti por su pasado “xeneize”. “Tengo los mejores recuerdos de Boca. Tuve la posibilidad de estar varios partidos en el banco cuando estaban “Pato” (Roberto) Abbondanzieri y Javier García. Aunque el partido que más recuerdo es cuando fui alcanzapelotas en la final de la Copa Sudamericana, antes de que lo vendieran a (Carlos) Tevez”, se retrotrae. Lo que son las cosas del destino: con el “Apache” de vuelta en Boca tras 11 años, Josué tendrá la responsabilidad de estirar la sequía goleadora de aquél.
En realidad, el que está peleado con el arco es todo Boca. En los últimos cinco partidos (contando los de verano), el equipo de Rodolfo Arruabarrena marcó solo dos goles, y la paciencia se acaba.
“Boca siempre es Boca, por la calidad de jugadores que tiene, y en cualquier momento le pueden empezar a salir las cosas”, advierte Ayala, que de todos modos se siente respaldado por quienes tiene adelante. “El mío es un puesto en el que tenés la posibilidad de salvar los pocos errores que puede cometer tu equipo. Digo pocos errores, porque el otro día la defensa tuvo un rendimiento excelente”, rescató.
“Laucha” se retiró temprano de la práctica matutina sin hacer comentarios, aunque ni falta hacía: su gesto de fastidio lo decía todo. El desgarro en el gemelo interno lo dejará en principio dos semanas al margen. La cruda verdad es que, frente al último campeón, Atlético deberá arreglárselas sin quien fue la figura en el debut.
Sin embargo, suele decirse que toda crisis encierra una oportunidad, y en este caso será la de Josué Ayala de ratificar que el arco “decano” está en buenos guantes. “El fútbol es muy dinámico. Por ahí en mi puesto no lo es tanto, y hay que esperar más a que llegue las oportunidades, pero siempre hay que estar preparado. Es una linda chance de volver a esa cancha”, postula Josué.
Esa cancha es nada menos que La Bombonera, una casa que él conoce tan bien como Lucchetti por su pasado “xeneize”. “Tengo los mejores recuerdos de Boca. Tuve la posibilidad de estar varios partidos en el banco cuando estaban “Pato” (Roberto) Abbondanzieri y Javier García. Aunque el partido que más recuerdo es cuando fui alcanzapelotas en la final de la Copa Sudamericana, antes de que lo vendieran a (Carlos) Tevez”, se retrotrae. Lo que son las cosas del destino: con el “Apache” de vuelta en Boca tras 11 años, Josué tendrá la responsabilidad de estirar la sequía goleadora de aquél.
En realidad, el que está peleado con el arco es todo Boca. En los últimos cinco partidos (contando los de verano), el equipo de Rodolfo Arruabarrena marcó solo dos goles, y la paciencia se acaba.
“Boca siempre es Boca, por la calidad de jugadores que tiene, y en cualquier momento le pueden empezar a salir las cosas”, advierte Ayala, que de todos modos se siente respaldado por quienes tiene adelante. “El mío es un puesto en el que tenés la posibilidad de salvar los pocos errores que puede cometer tu equipo. Digo pocos errores, porque el otro día la defensa tuvo un rendimiento excelente”, rescató.