En medio de tanto dolor, pero en un acto generoso, la familia del policía Juan José Vides, el agente del 911 que recibió un disparo en la frente mientras perseguía a una banda de asaltantes, optó por donar los órganos de su ser querido y así renovar las esperanzas de vida de aquellas personas que requieren de ese transplante.
Si bien en un principio personal del hospital Padilla y autoridades del 911 confirmaron la muerte del agente, la doctora Olga Fernández, directora del Padilla, precisó que Vides está con muerte cerebral, pero sigue conectado. Sin embargo será por unas horas hasta que esta noche, alrededor de las 22, se concrete la ablación múltiple.
El joven policía tenía 35 años, una esposa embarazada y una hija de nueve años. Además, llevaba ocho años en la fuerza. Ayer, tras ingresar al hospital, Vides tenía dos orificios en la cabeza: uno en la frente y otro en la nuca. Lo que no se había determinado es si el proyectil había ingresado por adelante o por atrás. Los médicos anunciaron que había sufrido muerte cerebral y que su estado era irreversible.
La noticia, por supuesto, aplastó a sus compañeros y a sus familiares, que, según lo defininió el comisario Joaquín Girvau, jefe de Patrulleros del 911, "vides era una excelente persona y un excelente compañero, sumamente dedicado al trabajo".