26 Enero 2016
Una mujer de 67 años, identificada como María Juliana Manzur, falleció ayer a la mañana luego de ser violentamente atacada por un perro de raza Pitbull, perteneciente a su hijo. Horas más tarde, el dueño del animal decidió sacrificarlo. El trágico hecho tuvo lugar a las 7.30, en el paraje rural Huasa Pampa, sobre el kilómetro 6 de la ruta provincial 326, en el departamento Monteros.
La víctima había salido hasta un cañaveral ubicado al frente de su casa a recoger unas cañas huecas para encender fuego cuando fue atacada por el animal, llamado “Terry”, informó a LA GACETA el comisario Demetrio Marcial, jefe de la comisaría de León Rougés, que intervino en el caso.
“A las 7.30, la hija de la señora, Ana Julia Santillán, escuchó un grito de su madre y cuando salió vio que el perro la había mordido en un brazo y no la soltaba. Le pegó con un palo en la cabeza al animal y logró que la suelte, pero el perro volvió a embestir a la mujer, le produjo lesiones en el rostro y la mordió con fuerza en el cuello, lo que le provocó la muerte. Las imágenes eran desgarradoras”, relató el uniformado. Según Marcial, la hija de la víctima le pidió auxilio a su hermano, Pedro Santillán, quien vive en una casa contigua y propietario del perro, pero éste no llegó a tiempo para salvar a su madre. Cuando el personal de la comisaría de León Rougés llegó al lugar del ataque, la señora estaba muerta, con el cuello y el rostro destrozados por el feroz ataque. Con la ayuda del dueño, los efectivos ataron al animal con una cadena. Según informaron a las autoridades la familia y los vecinos de Manzur, esta era la primera vez que el animal, que tenía tres años, atacaba a alguien.
El fiscal que investiga la causa, Edgardo Sánchez, del Centro Judicial de Concepción, había dispuesto que el perro quede provisoriamente anoche bajo cuidado del personal de la comisaría de León Rougés, hasta su traslado, previsto para hoy a primera hora, al Instituto Antirrábico de la capital.
Sin embargo, cuando el personal policial se presentó en el domicilio de Santillán para llevarse al animal, el hombre informó que lo había sacrificado durante la siesta. “Dijo que lo había superado el dolor por la pérdida de su madre y que tomó la drástica decisión de matar al perro antes de que ataque a otra persona”, explicó Marcial.
Otros ataques mortales
No es la primera vez que en Tucumán se producen ataques de perros a personas con resultados fatales. En octubre de 2015, un hombre falleció en el hospital Centro de Salud de la capital a causa de las graves heridas que sufrió al ser atacado en Monteros por perros callejeros. La víctima fue identificada como Héctor Ricardo Toledo, tenía 53 años y era oriundo de la localidad de Los Sosa, ubicada al oeste de esta ciudad. Según la Policía, Toledo se trasladaba en una motocicleta por una calle del barrio Ibatín cuando al pasar por un criadero de cerdos fue atacado por varios perros callejeros.
Toledo logró detener su vehículo y la enfurecida jauría se le abalanzó hasta derribarlo. Al caer al suelo las dentelladas de los animales le provocaron gravísimas heridas en distintas partes del cuerpo, que luego le ocasionaron la muerte.
En otro hecho, el 27 de noviembre de 2014, un presunto delincuente, de 25 años, murió cuando un perro guardián lo atacó en el interior de un galpón ubicado en el pasaje Chaco y la Autopista de Circunvalación. Las dentelladas del animal, de raza Braco Alemán, fueron tan feroces que el encargado del predio tuvo que rescatarlo. Llamó a una ambulancia y en minutos fue trasladado al hospital Padilla de la capital, donde falleció al día siguiente.
Un caso similar al de ayer tuvo lugar a fines de mayo de 2011, cuando una mujer de 89 años falleció a causa de las lesiones que le produjo un perro pitbull, en la localidad de Juan Bautista Alberdi, en el sur de la provincia. Según la Policía, la víctima, identificada como Nicolasa Quinteros, fue atacada por uno de los dos perros de esa raza que tenía en su domicilio. Al escuchar los desgarradores gritos de la anciana, sus vecinos salieron para auxiliarla, consiguieron separar al animal y la trasladaron al hospital de Alberdi, donde falleció cuando era operada de urgencia por las profundas heridas en el cuello, el rostro y la cabeza que le había provocado el animal.
La víctima había salido hasta un cañaveral ubicado al frente de su casa a recoger unas cañas huecas para encender fuego cuando fue atacada por el animal, llamado “Terry”, informó a LA GACETA el comisario Demetrio Marcial, jefe de la comisaría de León Rougés, que intervino en el caso.
“A las 7.30, la hija de la señora, Ana Julia Santillán, escuchó un grito de su madre y cuando salió vio que el perro la había mordido en un brazo y no la soltaba. Le pegó con un palo en la cabeza al animal y logró que la suelte, pero el perro volvió a embestir a la mujer, le produjo lesiones en el rostro y la mordió con fuerza en el cuello, lo que le provocó la muerte. Las imágenes eran desgarradoras”, relató el uniformado. Según Marcial, la hija de la víctima le pidió auxilio a su hermano, Pedro Santillán, quien vive en una casa contigua y propietario del perro, pero éste no llegó a tiempo para salvar a su madre. Cuando el personal de la comisaría de León Rougés llegó al lugar del ataque, la señora estaba muerta, con el cuello y el rostro destrozados por el feroz ataque. Con la ayuda del dueño, los efectivos ataron al animal con una cadena. Según informaron a las autoridades la familia y los vecinos de Manzur, esta era la primera vez que el animal, que tenía tres años, atacaba a alguien.
El fiscal que investiga la causa, Edgardo Sánchez, del Centro Judicial de Concepción, había dispuesto que el perro quede provisoriamente anoche bajo cuidado del personal de la comisaría de León Rougés, hasta su traslado, previsto para hoy a primera hora, al Instituto Antirrábico de la capital.
Sin embargo, cuando el personal policial se presentó en el domicilio de Santillán para llevarse al animal, el hombre informó que lo había sacrificado durante la siesta. “Dijo que lo había superado el dolor por la pérdida de su madre y que tomó la drástica decisión de matar al perro antes de que ataque a otra persona”, explicó Marcial.
Otros ataques mortales
No es la primera vez que en Tucumán se producen ataques de perros a personas con resultados fatales. En octubre de 2015, un hombre falleció en el hospital Centro de Salud de la capital a causa de las graves heridas que sufrió al ser atacado en Monteros por perros callejeros. La víctima fue identificada como Héctor Ricardo Toledo, tenía 53 años y era oriundo de la localidad de Los Sosa, ubicada al oeste de esta ciudad. Según la Policía, Toledo se trasladaba en una motocicleta por una calle del barrio Ibatín cuando al pasar por un criadero de cerdos fue atacado por varios perros callejeros.
Toledo logró detener su vehículo y la enfurecida jauría se le abalanzó hasta derribarlo. Al caer al suelo las dentelladas de los animales le provocaron gravísimas heridas en distintas partes del cuerpo, que luego le ocasionaron la muerte.
En otro hecho, el 27 de noviembre de 2014, un presunto delincuente, de 25 años, murió cuando un perro guardián lo atacó en el interior de un galpón ubicado en el pasaje Chaco y la Autopista de Circunvalación. Las dentelladas del animal, de raza Braco Alemán, fueron tan feroces que el encargado del predio tuvo que rescatarlo. Llamó a una ambulancia y en minutos fue trasladado al hospital Padilla de la capital, donde falleció al día siguiente.
Un caso similar al de ayer tuvo lugar a fines de mayo de 2011, cuando una mujer de 89 años falleció a causa de las lesiones que le produjo un perro pitbull, en la localidad de Juan Bautista Alberdi, en el sur de la provincia. Según la Policía, la víctima, identificada como Nicolasa Quinteros, fue atacada por uno de los dos perros de esa raza que tenía en su domicilio. Al escuchar los desgarradores gritos de la anciana, sus vecinos salieron para auxiliarla, consiguieron separar al animal y la trasladaron al hospital de Alberdi, donde falleció cuando era operada de urgencia por las profundas heridas en el cuello, el rostro y la cabeza que le había provocado el animal.