Estaba al frente de la investigación del atentado contra la
Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) que dejó sin vida a 85 personas. El
18 de enero de 2015 fue encontrado muerto con un disparo en la cabeza en su
departamento de Torres Le Parc, en el barrio de Puerto Madero, horas antes de
exponer su denuncia contra la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner en el Congreso de
la Nación.
Era el fiscal Alberto Nisman, quien tenía 51 años cuando fue
hallado sin vida en el baño de su vivienda. Desde aquel momento, las hipótesis
sobre su muerte se multiplicaron y tomaron gran relevancia en los medios
nacionales e internacionales. Desde ese día, su familia y la comunidad piden justicia por ese hecho.
La causa fue caratulada como “muerte dudosa”, y aún
continúan las especulaciones sobre si se trató de un homicidio o un suicidio.
Sandra Arroyo Salgado, la jueza y ex mujer del fiscal, cuestionó
la investigación de la fiscal Viviana Fein y la calificó de “desprolija”.
Actualmente la causa está a cargo de la jueza Fabiana Palmaghini.
Nisman alcanzó notoriedad nacional cuando denunció a
la ex presidenta Kirchner y al ex canciller Héctor
Timerman por encubrir a los supuestos responsables del atentado de la mutual judía, mediante
la firma del Memorándum de Entendimiento Argentina- Irán que establecía un
mecanismo para interrogar en aquel país a los imputados de esa nacionalidad.
También fue quien solicitó el procesamiento de Mauricio
Macri, por entonces jefe de gobierno de la ciudad de Buenos Aires. En este
hecho también estuvo implicado un funcionario ligado al macrismo, Jorge "Fino" Palacios. Se les atribuyó la organización de un sistema de espionaje de
ciudadanos que incluía a familiares activistas de la causa AMIA.
A un año de lo sucedido, LA GACETA te acerca una línea de
tiempo con los hechos más resonantes del caso que conmociona al país.