Por Patricia Blanco Fernández - Columnista de DYN
BUENOS AIRES.- La sombra de Alberto Nisman, el fiscal que llevó adelante la investigación por el ataque a la AMIA, sobrevuela sobre las instituciones argentinas que aún no pudieron dar respuesta a los más mínimos interrogantes de su muerte, a un año de sucedida en extrañas circunstancias y tras denunciar a la entonces presidenta Cristina Fernández por encubrir a Irán en el atentado.
Nisman murió de un tiro en la cabeza dentro del baño de su departamento en el edificio Le Parc de Puerto Madero: pero no se sabe ni siquiera si falleció en la mañana del domingo 18 de enero, como afirman los análisis del Cuerpo Médico Forense o si el deceso fue el sábado 17, como sostiene la querella que impulsa en nombre de sus hijas su ex esposa, la jueza federal Sandra Arroyo Salgado.
Fue tal el grado de contaminación en la escena del suceso que tampoco se puede confiar en las pericias. Cuando se descubrió el cuerpo, más de 30 personas desfilaron por el departamento, entre ellos el entonces secretario de Seguridad Sergio Berni, tras la tardía convocatoria a la madre del fiscal, Sara Garfunkel, para que ingresara con un cerrajero. Allí, sólo se encontró ADN de Nisman. Una filmación del levantamiento de rastros fue editada al momento de llegar al arma: una pistola Bersa calibre 22 que curiosamente no dejó rastros de pólvora en las manos de Nisman. Incluso el video muestra un pelo negro a centímetros del casquillo, pero esa prueba no se recolectó. Tampoco había huellas en la casa o en el arma del técnico informático Diego Lagormasino, quien le prestó la pistola a Nisman y quien resultó un personaje sobre el cual apuntar. Lagormasino está imputado, pero no fue llamado a indagatoria.
Estas son apenas algunas gotas en el mar de irregularidades que tuvo la investigación de la fiscal Viviana Fein, quien hasta ahora nunca firmó el prometido dictamen en donde se iba a pronunciar sobre si la muerte de Nisman fue un asesinato, un suicidio o una muerte inducida. Fein perdió el control de la causa tras un enfrentamiento con la querellante Arroyo Salgado. La jueza Fabiana Palmaghini resolvió hacerse cargo, algo que ya se le había pedido en varias oportunidades, a lo que se había negado.
La decisión de Palmaghini llegó justo cuando la querella impulsaba el pase al fuero federal de la investigación, ya que la ex mujer de Nisman sostiene que al fiscal lo mataron por investigar la causa AMIA. La muerte del fiscal sucedió justo cuatro días después de haber denunciado a la entonces Presidenta por “encubrir” a Irán en la responsabilidad del atentado que el 18 de julio de 1994 mató a 85 personas y dejó a una sociedad aterrorizada.
Para Nisman, el Memorándum con Irán, que el entonces canciller Héctor Timerman -por orden de Fernández- firmó con ese país fue una forma de impunidad para que los iraníes sospechados de haber organizado la masacre quedaran exentos de las circulares rojas de Interpol y se pudiera avanzar en una serie de negocios comerciales.
La jefa de Estado fue y vino, alternando entre hipótesis de suicidio y de asesinato. En silla de ruedas, vestida de blanco y por cadena nacional, apareció el 26 de enero de 2015 para decir que a Nisman lo habían matado para perjudicar a su Gobierno.
Fernández descabezó la SIDE, creó la AFI y convirtió en un archienemigo de la Argentina el espía Antonio “Jaime” Stiuso, quien había sido funcional al Gobierno.
Mientras tanto, la denuncia de Nisman quedó en la nada: el juez Daniel Rafecas cerró la causa, tras considerar “alarmante” y “temeraria” la acusación contra la jefa de Estado. La Sala I de la Cámara Federal -que en 2014 había considerado inconstitucional el Memorándum con Irán- ratificó ese fallo.
Un fiscal afín al kirchnerismo frustó nuevas apelaciones pero se activó un dominó interminable de jueces y fiscales colocados y removidos buscando un fallo que legitimara el pacto con Irán. Todo quedó en la nada cuando Mauricio Macri ganó la presidencia y el Ministerio de Justicia presentó un escrito desestimando apelaciones y dejando firme aquella inconstitucionalidad.
En medio de los avatares políticos, gran parte de la sociedad tiene la certeza de que a Nisman lo mataron, pero la justicia argentina sigue retorciéndose en sus dudas. (DyN)
- 14/1/15: Nisman presenta la denuncia contra la Presidenta.
- 14/1/15: Diputados convocan para que detalle su denuncia.
- 18/1/15: Nisman es encontrado muerto en su departamento.
- 26/1/15: Fernández disuelve la SIDE, acusa a Lagomarsino.
- 13/2/15: El fiscal Pollicita da curso a la denuncia de Nisman.
- 18/2/15: Una multitud marcha para pedir justicia.
- 26/2/15: El juez Rafecas rechaza lo actuado por Pollicita.
- 4/11/15: El juez Claudio Bonadío queda a cargo del caso.
- 3/12/15: Las querellas piden que pase al fuero federal.
- 17/12/15: La jueza Palmaghini asume la investigación.