15 Enero 2016
WASHINGTON.- El Departamento de Defensa de Estados Unidos anunció ayer el traslado a Omán de 10 presos yemeníes del centro de detención de Guantánamo, donde quedan ya menos de 100 reclusos.
Ninguno de los trasladados había sido acusado formalmente de ningún crimen en el tiempo que estuvieron encarcelados en este centro de detención en la Bahía de Guantánamo, en Cuba, que fue montado en 2001 por el gobierno de George W. Bush para llevar a sospechosos de terrorismo.
Entre ellos destaca Samir Naji al Hasan Muqbil, que llegó a Guantánamo el día que abrió el centro de detención hace 14 años.
El caso de Al Hasan Muqbil, de 38 años, acaparó la atención pública cuando en abril de 2013 escribió un artículo de opinión en el diario “The New York Times”, titulado “Guatánamo me está matando”, sobre su huelga de hambre y la alimentación forzada a la que había sido sometido en esa prisión.
En Guantánamo quedan aún 93 presos, de las 780 personas que han sido encarceladas allí desde 2002. Según datos de “The New York Times”, 678 fueron transferidos a 56 países y nueve de murieron en el centro de detención. Seis de los detenidos fueron enviados a Uruguay, cinco a España, dos a El Salvador y dos a Portugal.
Unos 34 detenidos se encuentran en la lista de presos cuyo traslado ha sido recomendado si se cumplen las condiciones de seguridad en el país que los acoja. Leon Wolosky, responsable del Departamento de Estado para el cierre de Guantánamo, espera que estos 34 detenidos puedan ser trasladados a mediados de año.
La senadora republicana Kelly Ayotte criticó la decisión de trasladar a estos 10 presos yemeníes a Omán, al considerar que es un velado intento de socavar la voluntad del Congreso y advirtió que podría poner en peligro al pueblo estadounidense.
El presidente, Barack Obama, ha prometido en varias ocasiones que antes de abandonar la Casa Blanca -en enero de 2017- cerrará Guantánamo. Aunque la administración Obama ha logrado reducir la población de presos de Guantánamo, hay docenas de ellos que no pueden ser trasladados porque se les considera demasiados peligrosos o porque no pueden ser sometidos a juicio. Entre ellos está Khalid Sheikh Mohammed, considerado uno de los cerebros de los atentados terrorista del 11 de septiembre de 2001.
El Congreso, dominado actualmente por los republicanos, ha prohíbido hasta ahora a Obama trasladar a los presos de Guantánamo a suelo estadounidense.
Obama no tiene ninguna intención de entregar el territorio en el que se encuentra la base naval de Guantámamo si finalmente logra cerrar la prisión, tal y como exige el gobierno de Raúl Castro. (DPA)
Ninguno de los trasladados había sido acusado formalmente de ningún crimen en el tiempo que estuvieron encarcelados en este centro de detención en la Bahía de Guantánamo, en Cuba, que fue montado en 2001 por el gobierno de George W. Bush para llevar a sospechosos de terrorismo.
Entre ellos destaca Samir Naji al Hasan Muqbil, que llegó a Guantánamo el día que abrió el centro de detención hace 14 años.
El caso de Al Hasan Muqbil, de 38 años, acaparó la atención pública cuando en abril de 2013 escribió un artículo de opinión en el diario “The New York Times”, titulado “Guatánamo me está matando”, sobre su huelga de hambre y la alimentación forzada a la que había sido sometido en esa prisión.
En Guantánamo quedan aún 93 presos, de las 780 personas que han sido encarceladas allí desde 2002. Según datos de “The New York Times”, 678 fueron transferidos a 56 países y nueve de murieron en el centro de detención. Seis de los detenidos fueron enviados a Uruguay, cinco a España, dos a El Salvador y dos a Portugal.
Unos 34 detenidos se encuentran en la lista de presos cuyo traslado ha sido recomendado si se cumplen las condiciones de seguridad en el país que los acoja. Leon Wolosky, responsable del Departamento de Estado para el cierre de Guantánamo, espera que estos 34 detenidos puedan ser trasladados a mediados de año.
La senadora republicana Kelly Ayotte criticó la decisión de trasladar a estos 10 presos yemeníes a Omán, al considerar que es un velado intento de socavar la voluntad del Congreso y advirtió que podría poner en peligro al pueblo estadounidense.
El presidente, Barack Obama, ha prometido en varias ocasiones que antes de abandonar la Casa Blanca -en enero de 2017- cerrará Guantánamo. Aunque la administración Obama ha logrado reducir la población de presos de Guantánamo, hay docenas de ellos que no pueden ser trasladados porque se les considera demasiados peligrosos o porque no pueden ser sometidos a juicio. Entre ellos está Khalid Sheikh Mohammed, considerado uno de los cerebros de los atentados terrorista del 11 de septiembre de 2001.
El Congreso, dominado actualmente por los republicanos, ha prohíbido hasta ahora a Obama trasladar a los presos de Guantánamo a suelo estadounidense.
Obama no tiene ninguna intención de entregar el territorio en el que se encuentra la base naval de Guantámamo si finalmente logra cerrar la prisión, tal y como exige el gobierno de Raúl Castro. (DPA)
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