14 Enero 2016
PARECE UN CANAL. El camino a Sud de Lazarte, totalmente anegado. la gaceta / fotos de osvaldo ripoll
El agua todavía mantiene aisladas localidades del departamento Simoca, en el castigado sudeste de Tucumán. Si bien Defensa Civil informó que no hubo nuevos evacuados luego la tormenta de la noche del martes, aún hay familias que no pueden regresar a sus casas.
“En Niogasta el agua está bajando, pero todavía no se puede llegar a Sud de Lazarte”, relató Elena Oscar, directora de la escuela de Niogasta.
La docente relató que ayer, por primera vez, pudo llegar al establecimiento en su propio vehículo. “Defensa Civil nos pidió que abramos la escuela por si es necesarios evacuar a más personas. Hasta ahora no trajeron a nadie”, explicó durante el mediodía a LA GACETA.
En el Centro Integrador Comunitario de Niogasta todavía pernoctan una veintena de personas. Es el caso de María Salvatierra y su familia. “Hace diez días que estamos acá”, precisó. Detalló que necesitan alimentos, colchones y ropa para los niños.
La situación sigue siendo desesperante para los lugareños, como Juan Candelario Rivadaneira. Su casa se encuentra a tres kilómetros del centro comunitario y a siete de la ruta 157. “No hay electricidad en tres kilómetros a la redonda; estamos incomunicados. Nos estamos muriendo”, describió.
Ramón Imbert, subdirector de Defensa Civil de la Provincia, informó que si bien había llovido copiosamente durante la noche del martes, no fue necesario realizar nuevas evacuaciones.
“No hay nuevas poblaciones afectadas. Sí se registran cortes de energía eléctrica en el Gran San Miguel de Tucumán, como Las Talitas y Banda del Río Salí. También en La Rinconada. EDET informó que el suministro terminará de restablecerse hoy”, manifestó el funcionario.
La más afectada
Luego de la tormenta que se abatió entre la noche del lunes y las primeras horas del martes, un grupo de familias de Sud de Lazarte optaron por autoevacuarse, ya que la situación se volvió insostenible en sus hogares. Solamente se puede entrar al lugar en lancha.
Miguel Ángel Peralta, de 33 años, lamenta haberlo perdido todo. Su casa está completamente inundada. Intentó sacar sus bienes, pero ya nada funciona. Los electrodomésticos se dañaron con la lluvia y los colchones se empaparon. “Todo está dañado”, sintetiza.
La desazón de este poblador, que vive de la cría de cerdos, se debe justamente a la pérdida de su ganado: “todos mis animales se murieron; sólo me quedó una gallina viva”.
Su vecino Rolando Medina tuvo que abandonar su casa porque ya no quedaban espacios que no estén inundados. “El agua me fue rodeando. Con cada lluvia es peor”, aseveró. “Me voy a buscar familiares a Monteagudo. Quizás puedo irme a vivir allí”, concluyó, apenado.
“En Niogasta el agua está bajando, pero todavía no se puede llegar a Sud de Lazarte”, relató Elena Oscar, directora de la escuela de Niogasta.
La docente relató que ayer, por primera vez, pudo llegar al establecimiento en su propio vehículo. “Defensa Civil nos pidió que abramos la escuela por si es necesarios evacuar a más personas. Hasta ahora no trajeron a nadie”, explicó durante el mediodía a LA GACETA.
En el Centro Integrador Comunitario de Niogasta todavía pernoctan una veintena de personas. Es el caso de María Salvatierra y su familia. “Hace diez días que estamos acá”, precisó. Detalló que necesitan alimentos, colchones y ropa para los niños.
La situación sigue siendo desesperante para los lugareños, como Juan Candelario Rivadaneira. Su casa se encuentra a tres kilómetros del centro comunitario y a siete de la ruta 157. “No hay electricidad en tres kilómetros a la redonda; estamos incomunicados. Nos estamos muriendo”, describió.
Ramón Imbert, subdirector de Defensa Civil de la Provincia, informó que si bien había llovido copiosamente durante la noche del martes, no fue necesario realizar nuevas evacuaciones.
“No hay nuevas poblaciones afectadas. Sí se registran cortes de energía eléctrica en el Gran San Miguel de Tucumán, como Las Talitas y Banda del Río Salí. También en La Rinconada. EDET informó que el suministro terminará de restablecerse hoy”, manifestó el funcionario.
La más afectada
Luego de la tormenta que se abatió entre la noche del lunes y las primeras horas del martes, un grupo de familias de Sud de Lazarte optaron por autoevacuarse, ya que la situación se volvió insostenible en sus hogares. Solamente se puede entrar al lugar en lancha.
Miguel Ángel Peralta, de 33 años, lamenta haberlo perdido todo. Su casa está completamente inundada. Intentó sacar sus bienes, pero ya nada funciona. Los electrodomésticos se dañaron con la lluvia y los colchones se empaparon. “Todo está dañado”, sintetiza.
La desazón de este poblador, que vive de la cría de cerdos, se debe justamente a la pérdida de su ganado: “todos mis animales se murieron; sólo me quedó una gallina viva”.
Su vecino Rolando Medina tuvo que abandonar su casa porque ya no quedaban espacios que no estén inundados. “El agua me fue rodeando. Con cada lluvia es peor”, aseveró. “Me voy a buscar familiares a Monteagudo. Quizás puedo irme a vivir allí”, concluyó, apenado.
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