Marcos, el perseguido

A estas alturas, ya está claro que los Patronelli son para la categoría Cuatriciclos del Dakar casi lo que Lionel Messi y Cristiano Ronaldo para el Balón de Oro: si están, es muy difícil que el ganador sea otro. Es cierto que todavía faltan varias etapas, y que antes de la llegada cualquier error puede mandar a la lona hasta al más ilustre, pero los hermanos de Las Flores tienen experiencia de sobra como para dilapidar sus chances por un arrebato. Prueba de esa piel curtida es que arrancaron regulando y se guardaron sus mejores cartas para la segunda mitad de la competencia.

Consumada la etapa 8, la primera gobernada por las dunas y en la cual la navegación resultó un factor determinante, el asunto se ha reducido a una pelea entre los dos, como ya sucedía antes del descanso de tres años que se tomó Alejandro.

El campeón de 2011 y 2012 venía liderando la clasificación general hasta ayer, cuando Marcos aceleró a fondo y completó los 394 kilómetros del especial Salta-Belén en cinco horas, 41 minutos y 18 segundos, con una ventaja de casi seis minutos sobre su hermano y escolta. Así, lo desbancó también del liderazgo general, que lo tiene ahora dos minutos y seis segundos por delante.

Tan despejado está el panorama para los Patronelli que el tercero en discusión, el peruano Alexis Hernández, quedó a más de media hora de distancia luego de su tercer lugar en la etapa, con nueve minutos de retraso respecto de Marcos.

Hernández impidió que hubiera un nuevo podio argentino, al aventajar por 39 segundos a Lucas Bonetto.