Una goleada histórica de los canillitas

Una goleada histórica de los canillitas

Los repartidores de diarios conquistaron la Copa Adolfo de la Vega en 1926. Por Manuel Riva.

CAMPEONES. El equipo canillita que goleo a Sportivo Palermo, por 6 a 1, en cancha de Atlético.  CAMPEONES. El equipo canillita que goleo a Sportivo Palermo, por 6 a 1, en cancha de Atlético.
09 Enero 2016
El fútbol tucumano tiene una rica historia de campeones olvidados, de clubes que dejaron su marca por el buen juego y su presencia en la cancha. Muchos de ellos, ya desaparecidos, son parte de esa historia jalonada de éxitos, victorias y derrotas. Uno de ellos es Canillitas, que nació con el fastuoso nombre Club Atlético Difundidores de Prensa. También se podían encontrar el Club Colegio Nacional o el de la Normal, conformados por alumnos de esos establecimientos, o el Norluz, de los trabajadores de la compañía eléctrica. Los encuentros eran, en aquellas épocas, de carácter amistoso en su mayoría.

Pero en 1915 se hacía necesaria la conformación de una entidad que agrupara a los clubes para organizar torneos y nació la Liga Tucumana de Fútbol, que duró hasta 1925 y cuyo último campeón fue el Club Atlético Santa Ana, que será parte de otro relato de esta sección. Al desaparecer la Liga, los clubes se incorporaron a la Federación Tucumana que se había creado en 1919.

La historia permite seguir diferentes caminos y en esta ocasión nos concentraremos en el triunfo de Canillitas sobre Sportivo Palermo y por el cual los “repartidores de diarios” obtuvieron la copa Adolfo de la Vega, quien era intendente de San Miguel de Tucumán en 1926 y donó el trofeo.

El primer paso


Cabe destacar que este título abrió el camino de los canillitas a su ascenso a Primera división unos pocos años después. El encuentro era el segundo de la serie y se jugó el caluroso domingo 3 de enero de 1926 en la cancha de Atlético Tucumán.

Según LA GACETA. el team de Canillitas, bien conocido por su actuación brillante en bregas anteriores demostró pronto su superioridad sobre su adversario. Sorpresivamente Palermo abrió el marcador por medio de Díaz, pero este contratiempo, lejos de desconcentrar al bravo team de Canillitas, le entusiasmó más jugando sus componentes con tantos bríos que metieron, uno tras otros, hasta 6 goals en el primer tiempo, quedando Sportivo con 1 solo goal, el marcado por Díaz.

Pero la sorpresa se dio al comenzar el segundo tiempo. Ingresa al campo de juego el equipo de los “canillas” dispuesto a seguir dando todo de sí pero espera en vano la salida de Palermo, lo que no ocurrió. El cronista relata: Sportivo considerando que sus esfuerzos serían completamente estériles, resolvió abandonar la cancha, quedando vencedor el Club Canillitas, el que se adjudicó el trofeo, consistente en una hermosa copa.

Los goles del campeón fueron convertidos por Ceballos, Silvetti y Mazza. El equipo estaba integrado por Lobo en el arco; Córdoba y Ceballos en el fondo; el medio campo con Figueroa, Moreno y Burgo, y la temible delantera la componían Molina, Ceballos, Falcón, Silvetti y Mazza.

En reconocimiento al apoyo que nuestro diario le daba al equipo, jugadores e hinchas vinieron hasta nuestra redacción para exhibir el trofeo junto con toda la alegría del triunfo obtenido.

Previamente habían jugado las segundas divisiones de los mismos clubes, pero el match era amistoso. El triunfo fue para Palermo por una goleada de 5 a 3.

El Día de Reyes

Tras el gran triunfo futbolístico y sin tener una relación directa con ello, los canilitas festejaron el Día de Reyes en el parque Aconquija. Lo que de por sí y más por aquellos años ya era una aventura: el viaje en el Tranvía Rural era de un poco más de una hora, si paradas intermedias.

La fiesta fue organizada por LA GACETA, que tuvo una gran satisfacción al ofrecer a sus eficaces colaboradores, los “canillitas”, unas horas de alegría y de esparcimiento premiando así la ayuda que los vendedores de diarios nos prestan.

Según la crónica, para el traslado de los 200 muchachos invitados se tomaron cinco coches del Tranvía Rural y se hizo uso del gran camión de la Cervecería del Norte, galantemente cedido por dicha empresa. Empleados de la administración de nuestro diario tuvieron a su cargo la organización de la fiesta campestre.

El relato informaba que el viaje hasta los faldeos montañosos fue con gran algarabía y sin contratiempos, pero sí se sucedieron simpáticas escenas en las que, como siempre, mostró su chispa jocosa e inteligente la fácil picardía del canillita. El almuerzo fue matizado por una improvisada orquesta de guitarras que acompañaban los cantos de los presentes. El calor no pudo detener los bríos juveniles ni el placer que da la aventura de recorrer lugares desconocidos en aquella la jornada festiva hace 90 años.

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