06 Enero 2016
El Centro Judicial Monteros registró 41 casos de abusos sexuales cometidos durante 2014 y 2015 en la jurisdicción que abarca los departamentos Monteros, Simoca y Tafí del Valle.
La cifra, según dijeron los jueces de menores, es alarmante pero lo es aún más si se tiene en cuenta que 33 de las víctimas fueron niños de hasta 12 años. Y que la mayoría de los imputados, todos en prisión, se trataron de personas del mismo entorno familiar o allegados.
Estos hechos se esclarecieron a partir de denuncias, pero existiría una cantidad indeterminada de casos que permanecen en la penumbra. “Hay condiciones de vulnerabilidad de algunas familias que facilitan la proliferación de esos delitos, pero no es exclusivo de un sector socio-económico. Se dan en diferentes clases y tiene como denominador común el artilugio de confianza que se gana el abusador en su afán de llegar a la víctima”, dijo el juez Mario Velázquez.
Psicólogos especialistas en casos de abuso sexual coincidieron con el análisis realizado por el magistrado.
Por otra parte Velázquez señaló en la actualidad existe un protocolo que aborda el caso de los niños abusados y su atención con la participación de los distintos factores del Estado. Y tiene un observatorio y Cámara Gesell para hacer menos traumático el proceso investigativo del caso y así evitar la revictimización.
“El que denuncia asume una actitud valiente frente al sometimiento del abusador. Y es lo que hace falta para sacar a luces los hechos que permanecen ocultos”, concluyó Velázquez.
La cifra, según dijeron los jueces de menores, es alarmante pero lo es aún más si se tiene en cuenta que 33 de las víctimas fueron niños de hasta 12 años. Y que la mayoría de los imputados, todos en prisión, se trataron de personas del mismo entorno familiar o allegados.
Estos hechos se esclarecieron a partir de denuncias, pero existiría una cantidad indeterminada de casos que permanecen en la penumbra. “Hay condiciones de vulnerabilidad de algunas familias que facilitan la proliferación de esos delitos, pero no es exclusivo de un sector socio-económico. Se dan en diferentes clases y tiene como denominador común el artilugio de confianza que se gana el abusador en su afán de llegar a la víctima”, dijo el juez Mario Velázquez.
Psicólogos especialistas en casos de abuso sexual coincidieron con el análisis realizado por el magistrado.
Por otra parte Velázquez señaló en la actualidad existe un protocolo que aborda el caso de los niños abusados y su atención con la participación de los distintos factores del Estado. Y tiene un observatorio y Cámara Gesell para hacer menos traumático el proceso investigativo del caso y así evitar la revictimización.
“El que denuncia asume una actitud valiente frente al sometimiento del abusador. Y es lo que hace falta para sacar a luces los hechos que permanecen ocultos”, concluyó Velázquez.
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