03 Enero 2016
TECNOLOGÍA. Vendedores callejeros de Estocolmo reciben pagos con tarjetas. foto de Linus Sundahl / The New York Times
Los fieles envían el diezmo para las iglesias por mensajes de texto. Los vendedores callejeros llevan consigo lectores móviles de tarjetas de crédito. Incluso el Museo Abba, a pesar de ser un santuario del grupo pop de los años 70, considera que el dinero es del siglo pasado, al punto de que no acepta billetes ni monedas. Pocos lugares en el mundo, como Suecia, se inclinan tan rápido hacia un futuro sin dinero en efectivo. En los últimos años, con el auge de la tecnología móvil, alcanzaron gran popularidad los medios de pago electrónicos, disponibles en teléfonos celulares y en tablets.
Este país progresista en términos tecnológicos, hogar del servicio de música online Spotify y del fabricante de videos juegos móviles Candy Crush, fue atraído por las innovaciones que facilitan los pagos digitales. “En el Museo de Abba, no queremos rezagarnos aceptando efectivo, porque se está extinguiendo”, argumentó Björn Ulvaeus, ex integrante del conjunto Abba, quien impulsó el legado de la banda hasta convertirlo en un extenso imperio comercial.
Pero no todos celebran este cambio. La amplia aceptación de los medios de pago electrónicos alarmó a organizaciones que defienden a consumidores, quienes advierten una creciente amenaza a la privacidad y una mayor vulnerabilidad a los delitos por internet. El año pasado, el número de casos de fraude electrónico subió a 140.000 en Suecia, lo cual representó más del doble de la cantidad registrada hace una década, según datos del Ministerio de Justicia de ese país.
Los adultos mayores y los extranjeros refugiados que viven en Suecia, y que pagan sus consumos con billetes, también cuestionan el auge de los medios de pago electrónicos. “Podría ser una moda”, opinó Bjorn Eriksson, ex director de la fuerza policial de Suecia y ex presidente de Interpol. “Sin embargo, hay todo tipo de riesgos cuando una sociedad empieza a funcionar sin dinero en efectivo”, analizó.
Tarjeta versus celular
Los billetes y las monedas representan, actualmente, sólo el 2% de la economía sueca, comparado con el 7,7% de Estados Unidos y con el 10% de la zona euro. Este año, sólo un quinto de todos los pagos de consumidores suecos se efectuó con dinero en efectivo, comparado con el 75%, en promedio, que se registra en el resto del mundo, según precisó la consultora de consumo Euromonitor International.
Las tarjetas de crédito siguen reinando en Suecia, donde se registraron casi 2.400 millones de transacciones de crédito y de débito durante 2013. Sin embargo, el plástico enfrenta una dura competencia, a medida que un número creciente de suecos usa aplicaciones de pago disponibles en los teléfonos celulares para el comercio cotidiano.
En más de la mitad de las sucursales de los mayores bancos del país europeo no se guarda efectivo en efectivo, ni se aceptan depósitos en billetes. Las entidades afirman que esta decisión les permite ahorrar un monto considerable en seguridad, ya que se reduce el peligro de robos en las sucursales bancarias.
Stefan Wikberg, de 65 años, vende revistas para una organización de caridad. Hace dos años que utiliza un lector móvil de tarjetas de crédito para recibir pagos, porque los clientes no tienen billetes. Lleva consigo un cartel en el cual informa que acepta pagos con Visa, MasterCard y American Express. “Cuando me dicen ‘no tengo cambio’, les digo que pueden pagar con tarjeta o por mensajes de texto”, relató. Sus ventas crecieron un 30% desde que comenzó a usar el posnet.
Este país progresista en términos tecnológicos, hogar del servicio de música online Spotify y del fabricante de videos juegos móviles Candy Crush, fue atraído por las innovaciones que facilitan los pagos digitales. “En el Museo de Abba, no queremos rezagarnos aceptando efectivo, porque se está extinguiendo”, argumentó Björn Ulvaeus, ex integrante del conjunto Abba, quien impulsó el legado de la banda hasta convertirlo en un extenso imperio comercial.
Pero no todos celebran este cambio. La amplia aceptación de los medios de pago electrónicos alarmó a organizaciones que defienden a consumidores, quienes advierten una creciente amenaza a la privacidad y una mayor vulnerabilidad a los delitos por internet. El año pasado, el número de casos de fraude electrónico subió a 140.000 en Suecia, lo cual representó más del doble de la cantidad registrada hace una década, según datos del Ministerio de Justicia de ese país.
Los adultos mayores y los extranjeros refugiados que viven en Suecia, y que pagan sus consumos con billetes, también cuestionan el auge de los medios de pago electrónicos. “Podría ser una moda”, opinó Bjorn Eriksson, ex director de la fuerza policial de Suecia y ex presidente de Interpol. “Sin embargo, hay todo tipo de riesgos cuando una sociedad empieza a funcionar sin dinero en efectivo”, analizó.
Tarjeta versus celular
Los billetes y las monedas representan, actualmente, sólo el 2% de la economía sueca, comparado con el 7,7% de Estados Unidos y con el 10% de la zona euro. Este año, sólo un quinto de todos los pagos de consumidores suecos se efectuó con dinero en efectivo, comparado con el 75%, en promedio, que se registra en el resto del mundo, según precisó la consultora de consumo Euromonitor International.
Las tarjetas de crédito siguen reinando en Suecia, donde se registraron casi 2.400 millones de transacciones de crédito y de débito durante 2013. Sin embargo, el plástico enfrenta una dura competencia, a medida que un número creciente de suecos usa aplicaciones de pago disponibles en los teléfonos celulares para el comercio cotidiano.
En más de la mitad de las sucursales de los mayores bancos del país europeo no se guarda efectivo en efectivo, ni se aceptan depósitos en billetes. Las entidades afirman que esta decisión les permite ahorrar un monto considerable en seguridad, ya que se reduce el peligro de robos en las sucursales bancarias.
Stefan Wikberg, de 65 años, vende revistas para una organización de caridad. Hace dos años que utiliza un lector móvil de tarjetas de crédito para recibir pagos, porque los clientes no tienen billetes. Lleva consigo un cartel en el cual informa que acepta pagos con Visa, MasterCard y American Express. “Cuando me dicen ‘no tengo cambio’, les digo que pueden pagar con tarjeta o por mensajes de texto”, relató. Sus ventas crecieron un 30% desde que comenzó a usar el posnet.
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