02 Enero 2016
BUENOS AIRES.- El titular de la Cámara de Comercio Automotor (CCA), Alberto Príncipe, aseguró que el sector vuelve a tener mercado con la decisión del Gobierno nacional de reducir impuestos a los vehículos de alta gama. Además, expresó que el eventual traslado de la devaluación al costo final de los vehículos quedaría compensado con la baja impositiva.
“Volvemos a los orígenes, porque no hay ningún bien que tenga tantos impuestos como los automóviles y encima un impuesto interno seis veces mayor al de todos”, expresó el directivo.
Príncipe recordó que las distribuidoras de autos importados estaban paradas porque los productos no se podían traer debido al impuesto y, por otro lado, no se les autorizaba la importación. “Y para las terminales que los producen en el país, con esa carga impositiva y la deuda que tenían con sus casas matrices se impedía una producción sostenida y razonable”, añadió.
El martes pasado, el ministro de Producción, Francisco Cabrera, anunció que los vehículos con precio superior a $ 350.000 serán gravados por un alícuota de un 10%, que aumentará a un 20% para aquellos con valores por encima de los $ 800.000. Los nuevos impuestos alcanzaron también a motos, embarcaciones y aeronaves y entraron en vigencia con el año nuevo. Esa nueva escala reemplazó al régimen que tenía alícuotas escalonadas de 30% y 50% para unidades con precios de lista por encima de los $ 225.000. (DyN)
“Volvemos a los orígenes, porque no hay ningún bien que tenga tantos impuestos como los automóviles y encima un impuesto interno seis veces mayor al de todos”, expresó el directivo.
Príncipe recordó que las distribuidoras de autos importados estaban paradas porque los productos no se podían traer debido al impuesto y, por otro lado, no se les autorizaba la importación. “Y para las terminales que los producen en el país, con esa carga impositiva y la deuda que tenían con sus casas matrices se impedía una producción sostenida y razonable”, añadió.
El martes pasado, el ministro de Producción, Francisco Cabrera, anunció que los vehículos con precio superior a $ 350.000 serán gravados por un alícuota de un 10%, que aumentará a un 20% para aquellos con valores por encima de los $ 800.000. Los nuevos impuestos alcanzaron también a motos, embarcaciones y aeronaves y entraron en vigencia con el año nuevo. Esa nueva escala reemplazó al régimen que tenía alícuotas escalonadas de 30% y 50% para unidades con precios de lista por encima de los $ 225.000. (DyN)
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