Tres episodios en la vida del revolucionario de la PC, Steve Jobs

Para muchos era un obsesivo perfeccionista, un egocéntrico frío en sus relaciones y un calculador de los costos y beneficios de toda relación. Para otros tantos, un genio intuitivo, que no tenía freno a la hora de pensar las potencialidades de las personas y de las cosas. Para todos Steve Jobs fue uno de los hombres que marcó la transición entre la alta computación, reservada para una élite, y los avances que llegarán a todos los usuarios, que disfrutan de ellos aunque en su vida pueda comprarse un producto Apple.

La nueva película sobre su vida se asienta en el trío que conforman el director Danny Boyle (responsable de, entre otras, “Trainspotting” y “¿Quién quiere ser millonario?”), el guionista Aaron Sorkin (se desprende de la biografía cómplice del personaje escrita por Walter Isaacson y lo humaniza en el relato, centrado en las pérdidas y concesiones antes que en los triunfos) y el actor Michael Fassbender, que le da hondaduras y contradicciones al hombre solitario detrás del mito.

Indirectamente, Sorkin justifica su objeto de inspiración. “Él buscó la perfección en cada una de las cosas que hizo, porque sabía que jamás la iba a encontrarla en su propia vida”, sostuvo en una entrevista en Estados Unidos. El escritor es reconocido por todos los críticos como el mayor baluarte de la producción.

Del Jobs de sus inicios tapado de partes de computadora, con pocos conocidos antes que amigos y a los que exige soluciones que sólo están en su cabeza, al showman de grandes dimensiones que presentaba sus productos innovadores con una puesta ascética, cuidada al extremo y con toques hollywoodenses, el filme recorre 14 años de la vida del gran creador, entre 1984 y 1998, divididos en tres presentaciones de productos que marcarán una era nueva y distinta cada vez para las PC. Todo en el siglo de mayor innovación de la historia mundial, lo cual no es poca cosa.

Y el ambiente en el cual se desarrolla Jobs y sus colegas se transforma en un personaje más, con lo que el contexto explica y justifica buena parte de lo que ocurre. Tan lejos está la propuesta de Boyle de ser un documental respetuoso de los hechos como de la película protagonizada por Ashton Kutcher en 2003, que nunca se despegó de la sensación de haber sido hecha de apuro ante la muerte de su inspirador, ocurrida apenas dos años antes.

Kate Winslet, Seth Rogen (interpreta a Steve Wozniak, el coautor del éxito de cada obra de Jobs), Jeff Daniels y Katherine Waterson completan un electo sólido en los créditos. La película tiene cuatro nominaciones a los Globos de Oro: mejor actor para Fassbender; mejor actriz secundaria para Winslet; mejor guión para Sorkin y mejor banda sonora.