A veces, los “viejitos” le ganan al smartphone

A veces, los “viejitos” le ganan al smartphone

Una investigación indica que los celulares básicos requieren menos señal que los más sofisticados

29 Diciembre 2015
Todo el mundo tiene entre sus amigos o sus familiares algún fundamentalista del viejo Nokia 1100 o del BlackBerry 8520, dos “Ford Falcon” de la telefonía celular. Son esas personas a quienes, por más que les insistamos, no están dispuestas a abandonar su “milenario” celular que nunca las abandona: porque la batería dura una semana, porque jamás se tilda, porque tienen señal hasta dentro de un búnker, porque ocupa menos espacio o porque son más fáciles de usar. Es al vicio insistir: no tienen intención de pasarse a un smartphone, ni que venga de regalo.

Pues bien, eso que para ellos era pura intuición y un capricho retro para la mirada ajena, ha quedado confirmado por un estudio: los teléfonos más simples son mejores para realizar llamadas y enviar SMS que los nuevos smartphones abarrotados de lujos y chiches. Y hay razones físicas que explican esta ventaja.

La investigación fue realizada por Ofcom, el regulador británico de la industria de la telefonía móvil, y reveló que los celulares nuevos no son tan buenos como los viejos en cuanto a la captación de señal. Esta desventaja se hace más pronunciada cuando la señal del servicio celular es más débil: ante esta situación, un teléfono viejito tiene mejor capacidad para engancharse a la red que los nuevos.

El estudio comisionado por la reguladora se realizó en un laboratorio con condiciones controladas, comparando teléfonos inteligentes de última generación con otros de una década atrás pero aún en el mercado, detalló el diario británico The Telegraph. Sin mencionar marcas ni modelos, la investigación concluye que algunos smartphones requieren una señal hasta 10 veces más fuerte que los mejores viejos teléfonos 2G. Según el análisis de la Ofcom, el peor smartphone en la red 3G requirió una señal nueve veces más potente que el nivel mínimo recomendado por la GSMA, es decir, las normas estándares para la industria mobile. Asimismo, en la red 4G, el peor smartphone requirió siete veces esa potencia para lograr el envío y la recepción de datos.

Estos hallazgos dan más fuerza a las hipótesis que sostienen que el vidrio y el metal usado en los teléfonos de última generación, en comparación con el plástico que usan los móviles más baratos, se convierten en barreras para la buena comunicación, advierte la BBC.

¿Cuál fue el motivo de impulsar esta investigación? En Inglaterra, como en el resto del mundo, las operadoras y las autoridades están siendo presionadas para que mejoren la infraestructura de comunicaciones, la supuesta solución para mejorar las conexiones móviles, principalmente en las áreas no urbanas. La investigación no desconoce la indispensable función que cumplen las antenas de telefonía para mejorar la cobertura, pero ha concluido que los equipos que se utilizaron también cumplen un rol fundamental en la calidad de las comunicaciones.

Con todo esto, no suena descabellado que sean cada vez más los usuarios en todo el mundo que comiencen a volcarse por los ¿viejos y malos conocidos?; es decir, por los móviles básicos y baratos que nunca fallan. Además, de esta investigación también puede desprenderse una recomendación: si vas a necesitar un móvil en un entorno rural, te conviene cargar un barato y seguro as bajo la manga.

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios