26 Diciembre 2015
UNA ESPERA DIFÍCIL. Los operarios deben regresar a la planta en febrero. clarin.com
ROSARIO.- La planta industrial de la empresa automotriz, General Motors, ubicada en la localidad santafesina de Alvear, a 15 kilómetros de Rosario, detuvo ayer su actividad fabril. Según informaron fuentes gremiales, los directivos de la empresa tienen previsto retomar la producción de autos en febrero de 2016.
De este modo, los 2.350 operarios que trabajan en la planta entrarán en receso laboral, según detalló el delegado del Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (Smata), Marcelo Barros. Según el dirigente, los días 28, 29 y 30 de diciembre no habrá actividades en la fábrica por falta de materiales.
“A partir de enero entra en receso todo el personal de la planta, ya que en febrero se arranca con la producción del nuevo modelo del Proyecto Fénix, que producirá la segunda generación del Chevrolet Cruze, que será exportado a Brasil y a otros mercados internacionales”, explicó Barros, en declaraciones radiales.
Por otro lado, cuestionó las medidas económicas implementadas por el Gobierno nacional, en referencia a la apertura del cepo cambiario y a la devaluación del peso en relación al dólar. El gremialista consideró que las decisiones económicas perjudican a los trabajadores, porque afectan el poder adquisitivo de los salarios. “Los trabajadores perdieron el 48% del sueldo”, analizó Barros.
Horizonte complicado
Las caída productiva del sector automotriz representa buena parte del magro crecimiento de la actividad industrial del país. Según datos de la Unión Industrial Argentina (UIA), que publicó el diario Infobae.com, el mal desempeño de los sectores automotriz y metales básicos impidió que los resultados favorables de otras áreas industriales compensaran la caída general de la industria local.
Las compañías automotrices fueron las que impulsaron la baja de la actividad industrial del país, con un retroceso interanual del 25,6% en octubre, señaló la UIA. El principal motivo de la retracción se debe a la retracción del 48% en las exportaciones a Brasil, el principal comprador de vehículos y de autopartes nacionales.
El sector automotriz aguarda que con la salida del cepo cambiario, que dispuso el Gobierno del presidente Mauricio Macri, y con la devaluación del peso, que elevó el valor del dólar oficial a $ 13,39, las fábricas terminales puedan retomar la producción y recuperar ventas en el mercado interno. Sin embargo, las expectativas son moderadas, ya que las empresas prevén un aumento que oscilará entre el 12% y el 15% en los precios de las unidades 0 kilómetro. Este incremento se conocerá en los próximos días.
De este modo, los 2.350 operarios que trabajan en la planta entrarán en receso laboral, según detalló el delegado del Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (Smata), Marcelo Barros. Según el dirigente, los días 28, 29 y 30 de diciembre no habrá actividades en la fábrica por falta de materiales.
“A partir de enero entra en receso todo el personal de la planta, ya que en febrero se arranca con la producción del nuevo modelo del Proyecto Fénix, que producirá la segunda generación del Chevrolet Cruze, que será exportado a Brasil y a otros mercados internacionales”, explicó Barros, en declaraciones radiales.
Por otro lado, cuestionó las medidas económicas implementadas por el Gobierno nacional, en referencia a la apertura del cepo cambiario y a la devaluación del peso en relación al dólar. El gremialista consideró que las decisiones económicas perjudican a los trabajadores, porque afectan el poder adquisitivo de los salarios. “Los trabajadores perdieron el 48% del sueldo”, analizó Barros.
Horizonte complicado
Las caída productiva del sector automotriz representa buena parte del magro crecimiento de la actividad industrial del país. Según datos de la Unión Industrial Argentina (UIA), que publicó el diario Infobae.com, el mal desempeño de los sectores automotriz y metales básicos impidió que los resultados favorables de otras áreas industriales compensaran la caída general de la industria local.
Las compañías automotrices fueron las que impulsaron la baja de la actividad industrial del país, con un retroceso interanual del 25,6% en octubre, señaló la UIA. El principal motivo de la retracción se debe a la retracción del 48% en las exportaciones a Brasil, el principal comprador de vehículos y de autopartes nacionales.
El sector automotriz aguarda que con la salida del cepo cambiario, que dispuso el Gobierno del presidente Mauricio Macri, y con la devaluación del peso, que elevó el valor del dólar oficial a $ 13,39, las fábricas terminales puedan retomar la producción y recuperar ventas en el mercado interno. Sin embargo, las expectativas son moderadas, ya que las empresas prevén un aumento que oscilará entre el 12% y el 15% en los precios de las unidades 0 kilómetro. Este incremento se conocerá en los próximos días.
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