24 Diciembre 2015
PREOCUPADO. Garmendia afirmó que fue arrestado injustamente. la gaceta / foto de archivo
“Estoy preso en la comisaría de San Pablo. Mi hija está sola en mi auto, ella tiene un año y medio... Estoy esposado a una reja”.
El abogado Carlos Garmendia, por su labor como abogado de la Fundación María de los Ángeles -que lucha contra la trata de personas-, tiene contacto frecuente con la prensa. Por eso, ayer a las 20.37 les envió a varios periodistas un audio a través de WhatsApp para avisarles que lo habían detenido por una supuesta contravención.
Las versiones sobre el incidente son dos. Según la Policía, el letrado se expresó a los gritos en contra de un uniformado. Aduciendo un desorden -y con ello una falta al Código de Contravenciones Policiales-, un oficial lo llevó al calabozo, en calidad de arresto.
Garmendia, sin embargo, sostiene que la realidad fue otra. Si bien reconoció que había tenido un intercambio con un agente, manifestó que le reprochó por un supuesto mal accionar. En un breve diálogo que pudo mantener con LA GACETA mediante celular, el abogado relató que lo tenían esposado a las rejas de la celda. Además, insistió con que le preocupaba la situación de su hija pequeña.
La discusión se habría producido como consecuencia de un accidente de tránsito.
Al parecer, un hombre -cuyos datos no se dieron a conocer- habría chocado con su automóvil a un motorista de la Policía, supuestamente en la jurisdicción de San Pablo. Según la versión de las fuerzas de seguridad, el individuo se habría dado a la fuga, sin detenerse a asistir al uniformado.
Fuentes policiales afirmaron que Garmendia se presentó en la comisaría para representar al conductor del automóvil. Al parecer, fue entonces cuando se produjo la discusión que acabó con su arresto.
“Los policías de la guardia se comunicaron con la Fiscalía de turno, y la fiscala Adriana Reinoso Cuello dio instrucciones para que se labrara un acta contravencional, una vez finalizados los trámites será puesto en libertad”, informó una importante fuente policial.
Garmendia finalmente fue liberado durante la noche de ayer. El comisario Roque González, jefe de la Unidad Regional Oeste, quedó a cargo del caso. Según se informó, Garmendia no estuvo en contacto con los detenidos por delitos que se encontraban en esa dependencia.
En el staff de Trimarco
Garmendia trabaja desde los inicios de la Fundación María de los Ángeles en el staff de abogados que coordina Susana Trimarco. La referente en la lucha contra la trata de personas confió en este letrado incluso para que participara en el juicio oral y público por el caso de su hija, María de los Ángeles Verón, quien permanece desaparecida. Luego, Garmendia también prestó servicios en el pedido de juicio político contra los miembros del tribunal que sobreseyó a todos los sospechosos.
El abogado además colaboró de cerca con diferentes organizaciones no gubernamentales que exigen la derogación del Código de Contravenciones Policiales. Esta normativa, que rige desde la última dictadura militar, penaliza con días de arresto o de multa a los ciudadanos mayores de 18 años que cometan faltas leves (no llegan a ser consideradas un delito) en espacios públicos.
La Corte Suprema de Justicia de la Nación (CSJN) dictó en 2010 la inconstitucionalidad del proceso que habilita esa norma, ya que la persona es privada de la libertad sin que un juez garantice el debido proceso. Paradójicamente, Garmendia fue arrestado por la supuesta violación a la normativa contravencional que cuestionaba.
El abogado Carlos Garmendia, por su labor como abogado de la Fundación María de los Ángeles -que lucha contra la trata de personas-, tiene contacto frecuente con la prensa. Por eso, ayer a las 20.37 les envió a varios periodistas un audio a través de WhatsApp para avisarles que lo habían detenido por una supuesta contravención.
Las versiones sobre el incidente son dos. Según la Policía, el letrado se expresó a los gritos en contra de un uniformado. Aduciendo un desorden -y con ello una falta al Código de Contravenciones Policiales-, un oficial lo llevó al calabozo, en calidad de arresto.
Garmendia, sin embargo, sostiene que la realidad fue otra. Si bien reconoció que había tenido un intercambio con un agente, manifestó que le reprochó por un supuesto mal accionar. En un breve diálogo que pudo mantener con LA GACETA mediante celular, el abogado relató que lo tenían esposado a las rejas de la celda. Además, insistió con que le preocupaba la situación de su hija pequeña.
La discusión se habría producido como consecuencia de un accidente de tránsito.
Al parecer, un hombre -cuyos datos no se dieron a conocer- habría chocado con su automóvil a un motorista de la Policía, supuestamente en la jurisdicción de San Pablo. Según la versión de las fuerzas de seguridad, el individuo se habría dado a la fuga, sin detenerse a asistir al uniformado.
Fuentes policiales afirmaron que Garmendia se presentó en la comisaría para representar al conductor del automóvil. Al parecer, fue entonces cuando se produjo la discusión que acabó con su arresto.
“Los policías de la guardia se comunicaron con la Fiscalía de turno, y la fiscala Adriana Reinoso Cuello dio instrucciones para que se labrara un acta contravencional, una vez finalizados los trámites será puesto en libertad”, informó una importante fuente policial.
Garmendia finalmente fue liberado durante la noche de ayer. El comisario Roque González, jefe de la Unidad Regional Oeste, quedó a cargo del caso. Según se informó, Garmendia no estuvo en contacto con los detenidos por delitos que se encontraban en esa dependencia.
En el staff de Trimarco
Garmendia trabaja desde los inicios de la Fundación María de los Ángeles en el staff de abogados que coordina Susana Trimarco. La referente en la lucha contra la trata de personas confió en este letrado incluso para que participara en el juicio oral y público por el caso de su hija, María de los Ángeles Verón, quien permanece desaparecida. Luego, Garmendia también prestó servicios en el pedido de juicio político contra los miembros del tribunal que sobreseyó a todos los sospechosos.
El abogado además colaboró de cerca con diferentes organizaciones no gubernamentales que exigen la derogación del Código de Contravenciones Policiales. Esta normativa, que rige desde la última dictadura militar, penaliza con días de arresto o de multa a los ciudadanos mayores de 18 años que cometan faltas leves (no llegan a ser consideradas un delito) en espacios públicos.
La Corte Suprema de Justicia de la Nación (CSJN) dictó en 2010 la inconstitucionalidad del proceso que habilita esa norma, ya que la persona es privada de la libertad sin que un juez garantice el debido proceso. Paradójicamente, Garmendia fue arrestado por la supuesta violación a la normativa contravencional que cuestionaba.
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