24 Diciembre 2015
Desvalijaron la casa del folclorista “Coqui” Sosa
Los ladrones, aprovechando que no había nadie, ingresaron a la vivienda del barrio Viajantes. Se llevaron tres computadoras y hasta se comieron las galletas de la hija del cantante. Pero él dijo que se considera afortunado, ya que su familia no estaba en la propiedad.
AFLIGIDO. Jorge Sosa relata el robo que sufrió, en su casa de Yerba Buena. la gaceta / foto de florencia zurita
Destrozaron la puerta de su casa. Le robaron un reproductor de DVD, varios celulares viejos, tres computadoras y hasta le comieron las galletas de su hija. Pero a pesar de esto, el músico Jorge “Coqui” Sosa consideró ayer que es un afortunado, ya que nadie de su familia estaba en la vivienda cuando fue perpetrado el robo.
La familia Sosa vive en la calle Paraguay al 1.700, en el barrio Viajantes, de Yerba Buena. El “escruche” (como se conoce esa modalidad de robo) fue perpetrado el sábado a la madrugada. Los ladrones aprovecharon que los dueños de casa habían ido a una fiesta. “Los robos en el barrio son muy frecuentes. Ya le había comentado a mi esposa que en cualquier momento nos iba a pasar nosotros. Eso es lo peor: estás sabiendo lo que te va a pasar, pero sabés que nadie te va a ayudar. Tengo la sensación de que la Policía tiró la toalla”, dijo Sosa.
El folclorista expresó su preocupación porque las medidas que adoptan en el barrio no alcanzan. “Los vecinos no somos expertos en seguridad. Formamos un grupo para mantenernos comunicados y nosotros mismos armamos un mapa del delito. Pero como los robos no cesan, algunos piensan que la solución es electrificar las casas o armarse. Puede pasar cualquier cosa porque el letargo en las autoridades es evidente”, agregó.
Sosa contó que varios de sus vecinos fueron golpeados cuando fueron asaltados en sus viviendas. Por otra parte, se refirió a las pérdidas que sufrió su familia. “Mi esposa es docente y en una de las computadoras que nos robaron tenía el trabajo de los últimos seis años de su carrera. Eso no lo va a recuperar más.”, indicó. Y, como una triste anécdota, relató: “los ladrones se quedaron a comer galletitas de mi hija. Eso demuestra la impunidad que tienen; hacen lo que quieren”.
El músico narró que hace unos cuatro años se radicó en el barrio Viajantes, buscando un lugar seguro para su familia. “Cuando vivía en Buenos Aires usaron una grúa de la Policía para robarme el auto. Nunca lo pude recuperar. Por eso nos vinimos para acá. Pero poco a poco la inseguridad nos fue alcanzando. Y lo más triste es que todos estos robos se terminan naturalizando porque nadie hace nada para detenerlos”, analizó Sosa.
El músico, que es sobrino de la recordada cantante Mercedes Sosa, remarcó que no piensa que más policías en las calles mejorarán la seguridad. “El cambio es más profundo. Mi computadora la debe haber comprado alguien por $ 700. Quienes adquieren objetos robados deben saber que contribuyen con el delito”, reflexionó.
La familia Sosa vive en la calle Paraguay al 1.700, en el barrio Viajantes, de Yerba Buena. El “escruche” (como se conoce esa modalidad de robo) fue perpetrado el sábado a la madrugada. Los ladrones aprovecharon que los dueños de casa habían ido a una fiesta. “Los robos en el barrio son muy frecuentes. Ya le había comentado a mi esposa que en cualquier momento nos iba a pasar nosotros. Eso es lo peor: estás sabiendo lo que te va a pasar, pero sabés que nadie te va a ayudar. Tengo la sensación de que la Policía tiró la toalla”, dijo Sosa.
El folclorista expresó su preocupación porque las medidas que adoptan en el barrio no alcanzan. “Los vecinos no somos expertos en seguridad. Formamos un grupo para mantenernos comunicados y nosotros mismos armamos un mapa del delito. Pero como los robos no cesan, algunos piensan que la solución es electrificar las casas o armarse. Puede pasar cualquier cosa porque el letargo en las autoridades es evidente”, agregó.
Sosa contó que varios de sus vecinos fueron golpeados cuando fueron asaltados en sus viviendas. Por otra parte, se refirió a las pérdidas que sufrió su familia. “Mi esposa es docente y en una de las computadoras que nos robaron tenía el trabajo de los últimos seis años de su carrera. Eso no lo va a recuperar más.”, indicó. Y, como una triste anécdota, relató: “los ladrones se quedaron a comer galletitas de mi hija. Eso demuestra la impunidad que tienen; hacen lo que quieren”.
El músico narró que hace unos cuatro años se radicó en el barrio Viajantes, buscando un lugar seguro para su familia. “Cuando vivía en Buenos Aires usaron una grúa de la Policía para robarme el auto. Nunca lo pude recuperar. Por eso nos vinimos para acá. Pero poco a poco la inseguridad nos fue alcanzando. Y lo más triste es que todos estos robos se terminan naturalizando porque nadie hace nada para detenerlos”, analizó Sosa.
El músico, que es sobrino de la recordada cantante Mercedes Sosa, remarcó que no piensa que más policías en las calles mejorarán la seguridad. “El cambio es más profundo. Mi computadora la debe haber comprado alguien por $ 700. Quienes adquieren objetos robados deben saber que contribuyen con el delito”, reflexionó.
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