23 Diciembre 2015
PRESIÓN. Cinco de los 13 decanos de la UNT ya elevaron sus quejas por falta de fondos a la rectora Bardón. la gaceta / foto de diego aráoz (archivo)
Si por estos días la temperatura de la ciudad rondó los 35°, en la UNT la sensación térmica fue de 50°. Los ánimos están caldeados. La decana de la Facultad de Derecho, Adela Seguí, manifestó que desde hace meses se han frenado las altas para las recategorizaciones de unos 100 docentes de su unidad académica.
Explicó que los puntos y los fondos están, según pudo confirmar en el área de Presupuesto, pero que los expedientes no avanzan y las respuestas que han venido recibiendo es que no van a salir. Por ese motivo desde el Consejo Directivo de esa unidad académica enviaron una resolución a la rectora, Alicia Bardón, para solicitarle que analice y que resuelva el problema.
El reclamo de la decana de Derecho envalentonó a otros decanos, que expusieron situaciones similares: demoras en la aprobación de las altas, escasez de fondos para mantenimiento y obras en los edificios, y falta de recategorizaciones.
“Desde el año pasado tenemos el problema de que hay cargos que debemos cubrir -y tenemos los puntos que corresponden porque son genuinos- pero estamos peleándolos como si no lo fueran”, manifestó Liliana Zeman, decana de la facultad de Odontología. Una manera de obtener puntos puede ser a través de vacantes (fallecimiento de un profesor, renuncia o liberación de cargos por otras razones). Esos puntos se traducen en dinero disponible que cada facultad puede utilizar para nombrar docentes o cubrir licencias, por ejemplo. Según Zeman los pocos que han salido han sido fruto del “peregrinaje al Rectorado y otros porque estaban a punto de hacer un reclamo judicial”.
Cita en el Rectorado
Beatriz Silva, decana de la facultad de Educación Física, recordó que en 2014 la UNT reemplazó el sistema de puntos por presupuesto. “Las autoridades se comprometieron a respetar esos puntos para cargos docentes, cuestión que hasta el momento no se vio reflejada en la realidad concreta de la planilla salarial de los docentes”, expresó Silva.
La decana de Educación Física tildó a la situación de preocupante y explicó que por necesidad tuvieron que hacer promociones interinas y otras designaciones durante el año. “Asimismo estamos con problemas con los cargos concursados (Auxiliares de la docencia y Ayudantes estudiantiles) aún no acreditados”, comentó y agregó que si bien los profesores trabajan están sin cobrar lo que les corresponde. “En rectorado me dijeron que estarían dándoles el alta a la brevedad, pero los docentes y estudiantes concursados siguen trabajando sin cobrar sus haberes y esperan hacerlo este mes con el retroactivo que les corresponde”.
Hoy, a partir de las 8, los decanos de las 13 facultades se reunirán en el Consejo Superior para tratar el tema del Presupuesto general de la Universidad y, en particular, la situación que atraviesa cada unidad.
“Tenemos unos 25 trámites pendientes entre los que hay ayudantes estudiantiles que, con más razón, deberían salir de forma inmediata”, expresó el decano de Ciencias Económicas, José Luis Jiménez. Al igual que en los casos antes mencionados, según Jiménez cuentan con el presupuesto necesario para cumplir con las designaciones.
Con los pies mojados
Olga Paterlini, decana de Arquitectura, habló de las deficiencias edilicias y los problemas de mantenimiento que tiene esa facultad. “Hoy los empleados carecen de baños dignos; solo se pudo reparar el de los alumnos. Pero lo más grave es que la facultad se llueve, el agua cae como catarata. Hace tres días le envié a la rectora una nota muy dura al respecto”, dijo Paterlini.
Según la decana, los alumnos de Taller deben trabajar con los pies en el agua y el equipamiento nuevo (computadoras y plotter) que había comprado el área de Urbanismo se mojó. “La rectora nos dijo que esto se iba a solucionar con el plan Pre Lluvia, pero resulta que ese plan ya está suspendido”, reclamó. Por otra parte, dijo que la Universidad le gira $ 70.000 mensuales, los cuales son escasos para encarar obras de reparación. “Además de lo que se nos ha asignado nos adeudan $ 8 millones desde el año pasado”, agregó.
Paterlini destacó la labor de los docentes que pese a la precarización del espacio se esfuerzan en cumplir sus tareas. Y se permitió una ironía para concluir: “La Universidad se va empobreciendo mentalmente y en su creatividad. No reconocer los salarios docentes y que los techos se te caigan, o que los alumnos trabajen con agua es lamentable, como lo es que en mi facultad se enseñe a hacer cubiertas y solucionarlas”.
Explicó que los puntos y los fondos están, según pudo confirmar en el área de Presupuesto, pero que los expedientes no avanzan y las respuestas que han venido recibiendo es que no van a salir. Por ese motivo desde el Consejo Directivo de esa unidad académica enviaron una resolución a la rectora, Alicia Bardón, para solicitarle que analice y que resuelva el problema.
El reclamo de la decana de Derecho envalentonó a otros decanos, que expusieron situaciones similares: demoras en la aprobación de las altas, escasez de fondos para mantenimiento y obras en los edificios, y falta de recategorizaciones.
“Desde el año pasado tenemos el problema de que hay cargos que debemos cubrir -y tenemos los puntos que corresponden porque son genuinos- pero estamos peleándolos como si no lo fueran”, manifestó Liliana Zeman, decana de la facultad de Odontología. Una manera de obtener puntos puede ser a través de vacantes (fallecimiento de un profesor, renuncia o liberación de cargos por otras razones). Esos puntos se traducen en dinero disponible que cada facultad puede utilizar para nombrar docentes o cubrir licencias, por ejemplo. Según Zeman los pocos que han salido han sido fruto del “peregrinaje al Rectorado y otros porque estaban a punto de hacer un reclamo judicial”.
Cita en el Rectorado
Beatriz Silva, decana de la facultad de Educación Física, recordó que en 2014 la UNT reemplazó el sistema de puntos por presupuesto. “Las autoridades se comprometieron a respetar esos puntos para cargos docentes, cuestión que hasta el momento no se vio reflejada en la realidad concreta de la planilla salarial de los docentes”, expresó Silva.
La decana de Educación Física tildó a la situación de preocupante y explicó que por necesidad tuvieron que hacer promociones interinas y otras designaciones durante el año. “Asimismo estamos con problemas con los cargos concursados (Auxiliares de la docencia y Ayudantes estudiantiles) aún no acreditados”, comentó y agregó que si bien los profesores trabajan están sin cobrar lo que les corresponde. “En rectorado me dijeron que estarían dándoles el alta a la brevedad, pero los docentes y estudiantes concursados siguen trabajando sin cobrar sus haberes y esperan hacerlo este mes con el retroactivo que les corresponde”.
Hoy, a partir de las 8, los decanos de las 13 facultades se reunirán en el Consejo Superior para tratar el tema del Presupuesto general de la Universidad y, en particular, la situación que atraviesa cada unidad.
“Tenemos unos 25 trámites pendientes entre los que hay ayudantes estudiantiles que, con más razón, deberían salir de forma inmediata”, expresó el decano de Ciencias Económicas, José Luis Jiménez. Al igual que en los casos antes mencionados, según Jiménez cuentan con el presupuesto necesario para cumplir con las designaciones.
Con los pies mojados
Olga Paterlini, decana de Arquitectura, habló de las deficiencias edilicias y los problemas de mantenimiento que tiene esa facultad. “Hoy los empleados carecen de baños dignos; solo se pudo reparar el de los alumnos. Pero lo más grave es que la facultad se llueve, el agua cae como catarata. Hace tres días le envié a la rectora una nota muy dura al respecto”, dijo Paterlini.
Según la decana, los alumnos de Taller deben trabajar con los pies en el agua y el equipamiento nuevo (computadoras y plotter) que había comprado el área de Urbanismo se mojó. “La rectora nos dijo que esto se iba a solucionar con el plan Pre Lluvia, pero resulta que ese plan ya está suspendido”, reclamó. Por otra parte, dijo que la Universidad le gira $ 70.000 mensuales, los cuales son escasos para encarar obras de reparación. “Además de lo que se nos ha asignado nos adeudan $ 8 millones desde el año pasado”, agregó.
Paterlini destacó la labor de los docentes que pese a la precarización del espacio se esfuerzan en cumplir sus tareas. Y se permitió una ironía para concluir: “La Universidad se va empobreciendo mentalmente y en su creatividad. No reconocer los salarios docentes y que los techos se te caigan, o que los alumnos trabajen con agua es lamentable, como lo es que en mi facultad se enseñe a hacer cubiertas y solucionarlas”.
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