22 Diciembre 2015
BUENOS AIRES.- La Argentina propuso iniciar conversaciones “sustantivas” con los holdouts en la segunda semana de enero, informó el mediador judicial Dan Pollack. El compromiso se conoció luego de una reunión que mantuvieron el secretario de Finanzas, Luis Caputo, y el vicejefe del Gabinete Económico, Mario Quintana, con el facilitador designado por el juez Thomas Griesa.
Caputo y Quintana partieron el domingo hacia Nueva York y además de encarar el tema de los holdouts buscarían cerrar las líneas de financiamiento negociadas con bancos de inversión a cambio de bonos garantizados del Banco Central. En un comunicado oficial, Pollack destacó que el encuentro fue “constructivo” y que las autoridades argentinas se comprometieron a volver a Nueva York en la segunda semana de enero para iniciar “conversaciones sustantivas” con los también llamados fondos buitre. La Argentina debe negociar con los acreedores una deuda de unos 10.000 millones de dólares, producto de distintos fallos de Griesa. La sentencia original fue de 1.330 millones de dólares, a la que se sumaron los me too por unos 6.000 millones; a ambos fallos se les deben sumar los intereses. Ante los incumplimientos, Griesa declaró a la Argentina en desacato y mantiene bloqueados todos los pagos de deuda reestructurada.
La Argentina debe solucionar este conflicto para lograr que Griesa levante las restricciones para tener vía libre, a fin de buscar nuevos financiamientos en los mercados internacionales. Griesa aún tiene pendiente una resolución sobre el pedido de los buitre para que añada a los bloqueos vigentes al bono Bonar 24. (DyN)
Caputo y Quintana partieron el domingo hacia Nueva York y además de encarar el tema de los holdouts buscarían cerrar las líneas de financiamiento negociadas con bancos de inversión a cambio de bonos garantizados del Banco Central. En un comunicado oficial, Pollack destacó que el encuentro fue “constructivo” y que las autoridades argentinas se comprometieron a volver a Nueva York en la segunda semana de enero para iniciar “conversaciones sustantivas” con los también llamados fondos buitre. La Argentina debe negociar con los acreedores una deuda de unos 10.000 millones de dólares, producto de distintos fallos de Griesa. La sentencia original fue de 1.330 millones de dólares, a la que se sumaron los me too por unos 6.000 millones; a ambos fallos se les deben sumar los intereses. Ante los incumplimientos, Griesa declaró a la Argentina en desacato y mantiene bloqueados todos los pagos de deuda reestructurada.
La Argentina debe solucionar este conflicto para lograr que Griesa levante las restricciones para tener vía libre, a fin de buscar nuevos financiamientos en los mercados internacionales. Griesa aún tiene pendiente una resolución sobre el pedido de los buitre para que añada a los bloqueos vigentes al bono Bonar 24. (DyN)
Temas
Thomas Griesa