19 Diciembre 2015
TODO LISTO. La cancha de Yokohama será escenario de la gran final de mañana. foto de bizinjapan.tistory.com
YOKOHAMA. Parece imposible, pero, como decía Dante Panzeri, el fútbol es la dinámica de lo impensado. Por eso River Plate intentará concretar mañana una superlativa actuación para conquistar su segundo título ecuménico en su rica historia, cuando se mida ante el fastuoso Barcelona de España.
River, que ya ganó también en Japón la Copa Intercontinental en 1986 ante Steaua Bucarest de Rumania 1-0, tiene una especial motivación, más allá del acicate que conlleva alcanzar el título mundial, y es el rótulo de ‘punto’ con el que llega a esta definición ante un equipo que es considerado hace rato como el mejor del mundo.
Barcelona cuenta con un casi seguro recuperado Lionel Messi, el mejor de todos, como estandarte, apuntalado por genios como Andrés Iniesta Neymar y Luis Suárez. Estas figuras eclipsan, por ejemplo, a cracks del nivel de Javier Mascherano, Piqué, Busquets o Dani Alves, entre otros.
Casi todo el mundo da como claro favorito al Barcelona, un equipo que hace un culto de la posesión del balón, que genera con suma espontaneidad acciones de peligro que logra plasmar en goles.
Pero River ofrecerá lo suyo para contradecir a la ‘cátedra’ que lo da como víctima en la final. El equipo de Marcelo Gallardo tendrá que jugar con un notable grado de concentración, sin cometer errores y es probable que apueste a un desarrollo ligado al roce para que el elenco catalán sufra físicamente el juego, sin confundir mala intención con juego fuerte.
Será un partido espectacular, con más de 15.000 hinchas “millonarios”. A disfrutar. (Télam-Especial).
River, que ya ganó también en Japón la Copa Intercontinental en 1986 ante Steaua Bucarest de Rumania 1-0, tiene una especial motivación, más allá del acicate que conlleva alcanzar el título mundial, y es el rótulo de ‘punto’ con el que llega a esta definición ante un equipo que es considerado hace rato como el mejor del mundo.
Barcelona cuenta con un casi seguro recuperado Lionel Messi, el mejor de todos, como estandarte, apuntalado por genios como Andrés Iniesta Neymar y Luis Suárez. Estas figuras eclipsan, por ejemplo, a cracks del nivel de Javier Mascherano, Piqué, Busquets o Dani Alves, entre otros.
Casi todo el mundo da como claro favorito al Barcelona, un equipo que hace un culto de la posesión del balón, que genera con suma espontaneidad acciones de peligro que logra plasmar en goles.
Pero River ofrecerá lo suyo para contradecir a la ‘cátedra’ que lo da como víctima en la final. El equipo de Marcelo Gallardo tendrá que jugar con un notable grado de concentración, sin cometer errores y es probable que apueste a un desarrollo ligado al roce para que el elenco catalán sufra físicamente el juego, sin confundir mala intención con juego fuerte.
Será un partido espectacular, con más de 15.000 hinchas “millonarios”. A disfrutar. (Télam-Especial).