18 Diciembre 2015
RECONOCER LOS BUENOS EJEMPLOS. En la foto, alumnos y docentes de la Escuela Parroquial Villa Del Carmen, de Lules. LA GACETA / FOTO DE FLORENCIA ZURITA.
El ciclo lectivo 2015 de Tucumán se despidió con aplausos. En un acto inédito, el ministerio de Educación reconoció a los buenos ejemplos. El enorme escenario del teatro Mercedes Sosa quedó chico para una decena de alumnos que terminaron el año con promedio 10 y nueve docentes que ejercieron su vocación con sacrificio y compromiso. Además por primera vez se premió a las familias que apoyaron la educación de un poco especial y al personal auxiliar que hizo más que limpiar las escuela.
Fabián Vera del Barco es un papá que luchó contra la medicalización de los alumnos en la escuela. Denunció que docentes del colegio de su hijo Rodrigo le pedían que lo medicara (con dramamine) antes de iniciar un viaje de estudios. “Es común que los docentes pidan que se medique a los chicos para estén más tranquilos. Pero esto es ilegal. Los únicos que pueden prescribir son los médicos y los odontólogos” se quejó. El Ministerio de Educación de la Nación le dio la razón y el de Tucumán lo premió por su preocupación y compromiso.
Antonia del Carmen Juárez, docente auxiliar de la Escuela N° 99 Provincia de Río Negro, mostró su compromiso ciudadano al trabajar para albergar a 300 inundados durante el verano. También se premió a un directivo que durante 15 años fue el único supervisor de enseñanza media de la provincia, el profesor Miguel Ángel Dulor. Tan emocionada como él estaba la maestra Cecilia Arreyes de Gutiérrez de la escuela de alta montaña N° 218 de Chasquivil. Con voz emocionada contó con lujo de detalles cómo es la vida en medio del campo y los sacrificios que hacen docentes y chicos para ir a la escuela.
Fabián Vera del Barco es un papá que luchó contra la medicalización de los alumnos en la escuela. Denunció que docentes del colegio de su hijo Rodrigo le pedían que lo medicara (con dramamine) antes de iniciar un viaje de estudios. “Es común que los docentes pidan que se medique a los chicos para estén más tranquilos. Pero esto es ilegal. Los únicos que pueden prescribir son los médicos y los odontólogos” se quejó. El Ministerio de Educación de la Nación le dio la razón y el de Tucumán lo premió por su preocupación y compromiso.
Antonia del Carmen Juárez, docente auxiliar de la Escuela N° 99 Provincia de Río Negro, mostró su compromiso ciudadano al trabajar para albergar a 300 inundados durante el verano. También se premió a un directivo que durante 15 años fue el único supervisor de enseñanza media de la provincia, el profesor Miguel Ángel Dulor. Tan emocionada como él estaba la maestra Cecilia Arreyes de Gutiérrez de la escuela de alta montaña N° 218 de Chasquivil. Con voz emocionada contó con lujo de detalles cómo es la vida en medio del campo y los sacrificios que hacen docentes y chicos para ir a la escuela.