Uno de cada tres jóvenes elige la inactividad laboral, dice Idesa

Uno de cada tres jóvenes elige la inactividad laboral, dice Idesa

Sostienen que es fundamental recrear la cultura del trabajo.

14 Diciembre 2015
El desempleo y el trabajo no registrado son dos flagelos que aún preocupan a la sociedad. Pero más serios son los pasivos ocultos que quedan de la anterior gestión. Según el Instituto para el Desarrollo Social Argentino (Idesa), pese a que la manipulación de las estadísticas oficiales genera duras, cada vez es mayor la inactividad laboral en el país. “Muchas mujeres adultas y jóvenes, que podría trabajar, no lo hacen por la falta de oportunidades y aletargadas por la proliferación del asistencialismo. Para revertir el fenómeno se requiere capacidad de diálogo, audacia política y profesionalismo”, señala el instituto. En relación al mercado de trabajo, es importante observar la tasa de participación laboral. Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), entre el segundo trimestre de 2004 y el mismo período de 2015, se observa:

• En la población con entre 20 años y la edad de jubilarse la proporción que trabaja o busca trabajo pasó de 78% a 75%.

• Entre las mujeres entre 30 y 59 años, la participación laboral pasó de 67% a 66%.

• Para los jóvenes de entre 20 y 30 años, la participación laboral pasó de 73% a 65%.

Estos datos, según Idesa, señalan que el grueso de los problemas laborales no está constituido por el desempleo (es decir, personas que buscan trabajo y no lo encuentran) sino en la alta y creciente inactividad laboral (es decir, personas en edad de trabajar que no lo hacen ni manifiestan intenciones de hacerlo). Actualmente, una de cada cuatro personas de entre 20 años y la edad jubilatoria no participa del mercado laboral. El fenómeno se agrava entre las mujeres y los jóvenes donde una de cada tres personas elige la inactividad laboral.

“Que la inactividad laboral sea tan alta entre las mujeres adultas y los jóvenes refleja comportamientos propios de sociedades más atrasadas y conservadoras con fuerte preeminencia masculina”, sostiene Idesa en su reporte semanal. El núcleo central del mercado de trabajo son los varones entre 30 y 64 años de edad con tasas de actividad del 93%, mientras una gran cantidad de mujeres adultas quedan relegadas a las actividades domésticas y los jóvenes sólo a estudiar, ayudar en el hogar o no hacer nada. Muchos factores explican este fenómeno, pero uno de particular importancia es la forma en que se instrumentó la política asistencial de la última década. “Defectos en el diseño y la administración de las pensiones no contributivas, la Asignación Universal por Hijo y el Progresar, entre las intervenciones más relevantes, inducen a la inactividad laboral entre las mujeres y jóvenes en edad de trabajar”, advierte. A su criterio, la inactividad laboral cercena oportunidades de progreso. Lo hace en el plano individual, familiar y colectivo. En los hogares donde, además del varón jefe de hogar, también trabajan la pareja y los jóvenes en edad de hacerlo, el ingreso per cápita es más alto. Más importante aún es que cuando las mujeres participan del mercado laboral la maternidad tiende a postergarse, la tasa de fecundidad a reducirse y, con ello, se abren nuevos horizontes de oportunidades laborales y profesionales para ellas. En el mediano plazo esto se traduce en mejor educación de los hijos.

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