10 Diciembre 2015
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BUENOS AIRES.- El empresario Mauricio Macri cumplirá hoy el sueño que acarició desde que dejó la presidencia de Boca para poner un pie en la política: asumir como presidente de la Nación.
La asunción de Macri pondrá fin a 12 años de gobiernos kirchneristas y su llegada al poder representará un giro hacia la derecha por parte de la política argentina.
El fútbol catapultó a Macri a la política. Y la gestión del líder del partido de centroderecha PRO como jefe de Gobierno de la ciudad de Buenos Aires durante ocho años fue el trampolín en la carrera hacia la Presidencia.
El nuevo mandatario, un ingeniero de 56 años, tuvo una temprana pero intensa experiencia en la actividad privada como ejecutivo de varias empresas de uno de los principales grupos económicos del país, Socma, bajo el ala de su padre Franco Macri.
Y con la popularidad que le dio su exitosa gestión entre 1995 y 2008 como presidente de Boca se lanzó a conquistar la capital argentina.
El camino no fue, sin embargo, tan sencillo porque perdió en las primeras elecciones a las que se presentó en 2003 como candidato a alcalde porteño por el partido Compromiso por el Cambio.
Entre medio fue elegido diputado nacional, con un criticado paso por el Parlamento; fundó en 2005 el partido PRO y debió esperar hasta 2007 para ganar por fin las elecciones para jefe de Gobierno porteño. Cuatro años más tarde obtuvo un segundo mandato, a lo largo del cual consolidó su candidatura presidencial.
Macri nació el 8 de febrero de 1959 en la localidad bonaerense de Tandil, en el seno de una familia de inmigrantes que tejió una fortuna en el sector industrial y de la construcción. Fue a un exclusivo colegio inglés de la zona norte de las afueras de Buenos Aires, se graduó como ingeniero civil en la Universidad Católica Argentina y amplió su formación en centros de estudios estadounidenses.
Su padre es el ítalo-argentino Franco Macri, quien a los 85 años es reconocido tanto como uno de los empresarios más ricos del país como por su buena relación con distintos gobiernos peronistas. Esas buenas relaciones son una de las grandes espinas del candidato del PRO. "En él conviven dos personas, una que me ama y la otra que me boicotea", confesó recientemente el político.
Mauricio Macri vivió una de sus peores pesadillas en 1991, cuando estuvo secuestrado durante 12 días y recuperó su libertad tras el pago de un rescate millonario. Fue una experiencia traumática de la que no suele hablar, pero que lo marcó para el resto de su vida.
Se casó en terceras nupcias con Juliana Awada, la diseñadora de modas que lo "embrujó de amor" y con quien tuvo a su cuarto hijo, la pequeña Antonia.
A la hora de definir su ideología, Macri prefiere proclamarse como "un emergente de la crisis de 2001, un desarrollista moderno del siglo XXI", según declaró a la agencia DPA.
"Creemos en los valores que representa la justicia social (una de las banderas del peronismo) como creemos en los valores republicanos que ha impulsado siempre el radicalismo y todas las defensas de las libertades que sentimos representar desde el PRO", expresó.
El político, que llegó a la Casa Rosada procesado en la Justicia por supuestas escuchas ilegales, basó su campaña en el lema: "pobreza cero, lucha contra el narcotráfico y la unión de los argentinos". Aspira a establecer reglas de juego claras para atraer nuevas inversiones y profundizar las relaciones con socios estratégicos como Brasil, Estados Unidos y la Unión Europea, después de 12 años en que el kirchnerismo priorizó los vínculos con países como Venezuela, Rusia y China.
Su vicepresidenta, Gabriela Michetti, es una antigua socia política de Macri en el PRO. La política, de 50 años, fue diputada, senadora y vicejefa de Gobierno de Buenos Aires. Amiga personal del papa Francisco, el argentino Jorge Mario Bergoglio, se manifestó varias veces en contra del matrimonio igualitario y la adopción por parte de parejas del mismo sexo. Un grave accidente automovilístico que sufrió en 1994 la obligó a movilizarse desde entonces en silla de ruedas.
La asunción de Macri pondrá fin a 12 años de gobiernos kirchneristas y su llegada al poder representará un giro hacia la derecha por parte de la política argentina.
El fútbol catapultó a Macri a la política. Y la gestión del líder del partido de centroderecha PRO como jefe de Gobierno de la ciudad de Buenos Aires durante ocho años fue el trampolín en la carrera hacia la Presidencia.
El nuevo mandatario, un ingeniero de 56 años, tuvo una temprana pero intensa experiencia en la actividad privada como ejecutivo de varias empresas de uno de los principales grupos económicos del país, Socma, bajo el ala de su padre Franco Macri.
Y con la popularidad que le dio su exitosa gestión entre 1995 y 2008 como presidente de Boca se lanzó a conquistar la capital argentina.
El camino no fue, sin embargo, tan sencillo porque perdió en las primeras elecciones a las que se presentó en 2003 como candidato a alcalde porteño por el partido Compromiso por el Cambio.
Entre medio fue elegido diputado nacional, con un criticado paso por el Parlamento; fundó en 2005 el partido PRO y debió esperar hasta 2007 para ganar por fin las elecciones para jefe de Gobierno porteño. Cuatro años más tarde obtuvo un segundo mandato, a lo largo del cual consolidó su candidatura presidencial.
Macri nació el 8 de febrero de 1959 en la localidad bonaerense de Tandil, en el seno de una familia de inmigrantes que tejió una fortuna en el sector industrial y de la construcción. Fue a un exclusivo colegio inglés de la zona norte de las afueras de Buenos Aires, se graduó como ingeniero civil en la Universidad Católica Argentina y amplió su formación en centros de estudios estadounidenses.
Su padre es el ítalo-argentino Franco Macri, quien a los 85 años es reconocido tanto como uno de los empresarios más ricos del país como por su buena relación con distintos gobiernos peronistas. Esas buenas relaciones son una de las grandes espinas del candidato del PRO. "En él conviven dos personas, una que me ama y la otra que me boicotea", confesó recientemente el político.
Mauricio Macri vivió una de sus peores pesadillas en 1991, cuando estuvo secuestrado durante 12 días y recuperó su libertad tras el pago de un rescate millonario. Fue una experiencia traumática de la que no suele hablar, pero que lo marcó para el resto de su vida.
Se casó en terceras nupcias con Juliana Awada, la diseñadora de modas que lo "embrujó de amor" y con quien tuvo a su cuarto hijo, la pequeña Antonia.
A la hora de definir su ideología, Macri prefiere proclamarse como "un emergente de la crisis de 2001, un desarrollista moderno del siglo XXI", según declaró a la agencia DPA.
"Creemos en los valores que representa la justicia social (una de las banderas del peronismo) como creemos en los valores republicanos que ha impulsado siempre el radicalismo y todas las defensas de las libertades que sentimos representar desde el PRO", expresó.
El político, que llegó a la Casa Rosada procesado en la Justicia por supuestas escuchas ilegales, basó su campaña en el lema: "pobreza cero, lucha contra el narcotráfico y la unión de los argentinos". Aspira a establecer reglas de juego claras para atraer nuevas inversiones y profundizar las relaciones con socios estratégicos como Brasil, Estados Unidos y la Unión Europea, después de 12 años en que el kirchnerismo priorizó los vínculos con países como Venezuela, Rusia y China.
Su vicepresidenta, Gabriela Michetti, es una antigua socia política de Macri en el PRO. La política, de 50 años, fue diputada, senadora y vicejefa de Gobierno de Buenos Aires. Amiga personal del papa Francisco, el argentino Jorge Mario Bergoglio, se manifestó varias veces en contra del matrimonio igualitario y la adopción por parte de parejas del mismo sexo. Un grave accidente automovilístico que sufrió en 1994 la obligó a movilizarse desde entonces en silla de ruedas.
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