08 Diciembre 2015
FESTEJO. El técnico Juan Martín Anastacio y el profesor Federico Quinteros junto a sus familias exhibieron orgullosos la copa que Ñuñorco consiguió el domingo. la gaceta / foto de diego aráoz
Juan Martín Anastacio tiene motivos para sentirse un agradecido de la vida, y más cuando se trata del deporte. Hace unos años, cuando decidió abandonar la práctica activa del fútbol, nunca se imaginó que en cinco temporadas iba a celebrar tres títulos liguistas: en 2011, siendo ayudante de campo de Salvador Felipe Mónaco, fue campeón con Sportivo; en 2014, ya como técnico, se consagró en La Florida; y el domingo pasado, como DT de Ñuñorco, se dio el gusto de ganar su segundo título consecutivo.
“Más no le puedo pedir a la vida. Dios me dio tantas cosas hermosas que nunca voy a terminar de agradecerle”, destacó el entrenador del “Tigre” de Monteros, que ayer visitó la redacción de LG Deportiva acompañado por su esposa Fernanda Flores y sus hijos Gaspar, Facundo, Indiana y María del Huerto. Junto a ellos estuvieron el preparador físico, Federico Quinteros, y su esposa Ivanna Yurko.
Anastacio no quiere minimizar lo conseguido en Sportivo y La Florida, pero confiesa que esta consagración con Ñuñorco tiene un sabor muy especial. “Lo que pasa es que en este club viví cosas inolvidables en mi época de jugador. Por eso, haber colaborado para devolverlo a los primeros planos de nuestro fútbol es una satisfacción inolvidable”, explicó el entrenador, a la vez que agradeció la confianza que le dieron los directivos para llevar adelante su proyecto futbolístico.
“Quienes alguna vez nos dimos el gusto de vestir esta camiseta, no entendíamos como Ñuñorco había perdido el protagonismo a nivel regional que supo tener en épocas no muy lejanas. Por eso, cuando me hablaron para venir, lo hice con la certeza de que debíamos entrar en la historia del club. Por suerte, con la ayuda de todos, hoy podemos decir que dimos el primer paso para despertar a un gigante dormido”, aseguró Anastacio.
El entrenador reconoció que “lo complicado no es llegar, sino mantenerse a un nivel competitivo. Por eso, somos conscientes de que recién empezamos a recorrer un camino que, pretendemos, le permita recuperar a Ñuñorco el lugar que nunca debió perder. Ya sé que no será nada fácil encarar los desafíos que se vienen, pero sabemos que, en la medida que cada uno aporte desde el lugar que le toque, los objetivos trazados podrán hacerse realidad”.
A su turno, Quinteros mostró la satisfacción de haber conseguido este logro en el club que lo vio nacer futbolísticamente. “Ver la cara de felicidad de los 6.000 hinchas que estuvieron en Atlético es algo impagable. A este título también lo viví con mucha intensidad, porque este club me dio mucho en mi carrera fubolística. Fue la mejor manera de terminar 2015”, cerró el ex volante derecho.
“Más no le puedo pedir a la vida. Dios me dio tantas cosas hermosas que nunca voy a terminar de agradecerle”, destacó el entrenador del “Tigre” de Monteros, que ayer visitó la redacción de LG Deportiva acompañado por su esposa Fernanda Flores y sus hijos Gaspar, Facundo, Indiana y María del Huerto. Junto a ellos estuvieron el preparador físico, Federico Quinteros, y su esposa Ivanna Yurko.
Anastacio no quiere minimizar lo conseguido en Sportivo y La Florida, pero confiesa que esta consagración con Ñuñorco tiene un sabor muy especial. “Lo que pasa es que en este club viví cosas inolvidables en mi época de jugador. Por eso, haber colaborado para devolverlo a los primeros planos de nuestro fútbol es una satisfacción inolvidable”, explicó el entrenador, a la vez que agradeció la confianza que le dieron los directivos para llevar adelante su proyecto futbolístico.
“Quienes alguna vez nos dimos el gusto de vestir esta camiseta, no entendíamos como Ñuñorco había perdido el protagonismo a nivel regional que supo tener en épocas no muy lejanas. Por eso, cuando me hablaron para venir, lo hice con la certeza de que debíamos entrar en la historia del club. Por suerte, con la ayuda de todos, hoy podemos decir que dimos el primer paso para despertar a un gigante dormido”, aseguró Anastacio.
El entrenador reconoció que “lo complicado no es llegar, sino mantenerse a un nivel competitivo. Por eso, somos conscientes de que recién empezamos a recorrer un camino que, pretendemos, le permita recuperar a Ñuñorco el lugar que nunca debió perder. Ya sé que no será nada fácil encarar los desafíos que se vienen, pero sabemos que, en la medida que cada uno aporte desde el lugar que le toque, los objetivos trazados podrán hacerse realidad”.
A su turno, Quinteros mostró la satisfacción de haber conseguido este logro en el club que lo vio nacer futbolísticamente. “Ver la cara de felicidad de los 6.000 hinchas que estuvieron en Atlético es algo impagable. A este título también lo viví con mucha intensidad, porque este club me dio mucho en mi carrera fubolística. Fue la mejor manera de terminar 2015”, cerró el ex volante derecho.
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