“Hago películas para distraerme”. Declaración de Woody Allen en Cannes 2015.
El calendario señala que hoy cumple 80 años. Pero en realidad cumple 50 largometrajes de ficción donde caben buenos títulos, grandes películas y unas cuantas obras maestras.
En la pantalla están los chistes ingeniosos, la angustia existencial, el psicoanálisis, la lucidez, la cultura burguesa, el pensamiento sombrío, las desilusiones, la falta de esperanza, la ironía, el sarcasmo, el jazz... las marcas Allen.
Una por año
Maneja la palabra como pocos en el cine, es un director aclamado y un comediante agudo. Pero es ante todo, autor de grandes películas como “Manhattan”, “Annie Hall”, “Zelig” o “Crímenes y pecados”, entre muchas otras, y no falta a su compromiso anual con la pantalla desde 1966.
El director alimenta a los cinéfilos con, por lo menos, una película por año donde muestra el lado más extraño, disparatado y a veces no tan divertido de las cosas
Los espectadores, tanto los afines como los detractores, acuden al estreno, a veces a regañadientes, sólo para no perderse la oportunidad de criticar la última de Woody Allen, sin dejar de remarcar los más y los menos respecto de la filmografía anterior.
La persona
Delgado, culto, intelectual, creativo, lleno de dudas sobre sí mismo, melancólico y depresivo, Allan Stewart Konigsberg encarna el cliché del neoyorkino judío.
Creció en una familia judío ortodoxa. “Mi madre siempre decía que fui un niño feliz hasta que cumplí los cinco años”, contó una vez. De joven cumplió con el cliché y acudió al psicoanalista. Al parecer padecía a la vez agorafobia y claustrofobia. El antídoto fue el cine: “hacer películas es una buena distracción del tormento de la vida”, confesó, y él siempre fue creativo y productivo. A los 30 años ya era uno de los humoristas más conocidos en EEUU y ganaba miles de dólares con cada actuación.
Él inventó la máxima de todos los cómicos de stand-up: “Es divertido porque es verdad”. Todos los que han venido después, hasta Jerry Seinfeld, son en realidad sus descendientes.
El músico
Hay una cita sagrada para Woody Allen: tocar el clarinete los lunes en Nueva York. Acompañado por la Eddy Davis New Orleans Jazz Band, Allen lleva 15 años subiéndose al escenario del Hotel Carlyle para interpretar jazz de principios del siglo XX.
Allen siempre ha conseguido reinventarse más allá del Atlántico. Filmó en España (“Vicky Cristina Barcelona”, con Penélope Cruz y Javier Bardem); en Londres (”Match Point” y “Scoop”); en Roma (“Roma con amor”) y en París (“Medianoche en París), entre otras.
Premios y streaming
Los Oscars lo premiaron: Mejor director y Mejor guión por “Annie Hall”, por Mejor guión por “Hannah y sus hermanas”, y el cuarto fue por el guión de “Medianoche en París”.
A un ritmo de una película al año, ahora además Allen reniega por su primera serie de streaming, que está realizando para Amazon, y dice que es una pesadilla.
Hoy es el cumpleaños de la leyenda Woody Allen, el personaje más constante en la película de su vida. “No tengo miedo a la muerte, sólo no quiero estar allí cuando suceda.”
Desde la butaca
Relaciones humanas.- “Match Point es tremenda, por la forma como plantea el conflicto de las relaciones humanas. Me cansó un poco su línea monotemática, pero Match Point me ha parecido excelente”. Eli Cárdenas, artista plástica.
Una de las mejores.- “Zelig es una de las mejores películas de toda la historia del cine. La he visto, mínimo, unas diez veces”. Luis Gorelik, director de la Orquesta Sinfónica de Entre Ríos.
La felicidad.- “Manhattan es mi preferida. En una entrevista le preguntaron qué se necesitaba para ser feliz, y Allen dijo que era cuestión de no aburrirse porque si uno se aburre se deprime y empieza a desconocer lo que es la felicidad que tiene al alcance todos los días”. Liliana Juárez, artista plástica, actriz.
El anillo.- “¡Match Point! ¡La parte del anillo que no cae al río!” Marcelo Sorrentino, ingeniero en Informática.
Decisiones agonizantes.- “’Todos nos enfrentamos en nuestras vidas con decisiones agonizantes, elecciones morales... Nos definimos según las acciones...’ Así empieza el parlamento final de ‘Crímenes y pecados’”. Claudia Fernández, abogada
Sorna y humor negro.- “Lo me gusta de Allen es que refleja la vida real con sorna y humor negro, y también su tratamiento insólito de la muerte. Vi la última, ‘Hombre irracional’, y me encantó”. Corina Irrazábal, cantante.