Escenario de tensión entre los teatristas tucumanos

En la cartelería urbana del Municipio de la capital, los afiches con fondo rojo, birretes y serpentinas convocan al público a participar de la 31 Fiesta Provincial del Teatro. La alegría queda sólo plasmada en el papel, ya que, como se decidió el jueves y se ratificó el viernes en asamblea de teatristas de la provincia, la competencia se suspendió sin fecha por la falta de fondos que se debía enviar desde la oficina central del Instituto de Teatro de la Nación (INT).

El conflicto se enmarca en la pelea entre el director ejecutivo del INT, Guillermo Parodi, y los representantes de ese ente en cada provincia (José Ramayo lo es en Tucumán) y, especialmente, con la secretaria general, la salteña Cristina Idiarte.

Los choques son públicos desde principios de este año, y han derivado en distintas desautorizaciones cruzadas sobre las potestades del director y las del Consejo de Dirección, que terminaron paralizando a la institución. Esto derivó en que los aportes comprometidos en subsidios, becas, funcionamiento de salas, giras y realización de obras no se estén liquidando.

La situación genera también tensiones dentro de la comunidad teatral tucumana. Más allá de que existe un consenso amplio de no quedar de rehén en la pelea entre Parodi (hijo de la ministra de Cultura, Teresa Parodi, y cuyo mandato vence el 10 de diciembre) y los representantes provinciales, hay diferencias de criterio en cómo expresar el malestar. Mañana, a las 10, en una nueva asamblea de teatristas se debatirá cómo exteriorizar una jornada nacional de lucha el miércoles.

De hecho, varios elencos han decidido hacer “La insuspendible”, un ciclo de funciones de distintas obras que comenzó anoche y abarcará todo el próximo fin de semana en La Gloriosa, la sala de San Luis 836. Esta actividad causó el malestar entre otros grupos, pese a que se aclaró que no es una fiesta y que no tiene carácter competitivo ni selectivo. “Estoy de acuerdo con las quejas y los requerimientos al INT, pero el público está esperando la fiesta, el público no entiende nada ni nadie le explica bien qué pasa. Caímos en la volteada los que participan y los que no de la competencia. Los teatristas terminamos pagando los platos rotos”, sostuvo César Romero, que participará del evento con “Un show a falta de remanso”.

El director, docente y actor reconoció que “hay todo tipo de susceptibilidades, pero estamos contentísimos con hacer esta actividad”. “Yo no recibo subsidios del INT, mi trabajo es totalmente independiente y a La Gloriosa no le llegan los fondos comprometidos”, puntualizó.

Desde La Sodería, la directora Teresita Guardia marcó sus diferencias con la suspensión de la fiesta. “La decisión no fue por unanimidad sino por voto dividido. Ramayo tenía de antemano la propuesta de parar todo, que pone en evidencia el choque con Parodi, pero oculta en el fondo el terrible accionar de la camarilla de representantes locales enquistados en un sillón y cobrando sueldos en cargos que eran ad honorem al inicio. El INT está paralizado, y los que sostenemos y financiamos al Estado haciendo teatro sin parar somos los perjudicados, junto con el público. El capital humano, edilicio y técnico es de los teatristas que sostenemos todo el año al teatro independiente desde hace un siglo y medio”, aseveró.