27 Noviembre 2015
Si hay acuerdo, el Concejo sesionará
Ediles aliados a la Casa de Gobierno y del bussismo no dieron quórum ayer por diferencias con el intendente Alfaro. El jefe municipal solicitó una ampliación presupuestaria y un permiso para tomar créditos. Los concejales del FpV dudan de las iniciativas enviadas por el sucesor de Amay.a
“Esto se debe a un tema político. Alguien dio una orden. Me dicen que proviene de Casa de Gobierno, que fue el compañero (Juan) Manzur. Aparte del Gobierno, hay otra mano negra que está poniendo aquí esta traba: concretamente, es (el senador electo) José Alperovich”, apuntó el presidente del Concejo Deliberante Javier Aybar, desde el despacho de presidencia del cuerpo.
En el Concejo de San Miguel de Tucumán no hubo sesión ayer debido a que nueve concejales (siete del Frente para la Victoria y dos de Fuerza Republicana) decidieron faltar al recinto. La relación entre la Casa de Gobierno y la Intendencia no es la mejor, y cortocircuito se evidenció en el cuerpo legislativo. Tras varias horas sin definición, el cuerpo convocó a una sesión extraordinaria para mañana, desde las 11, con el mismo orden el día.
Aybar se ubicó a las 9.28 al frente del recinto. Aguardaban expectantes los ocho concejales del Acuerdo para el Bicentenario. Había nueve bancas desocupadas. Sonó tres veces el timbre para invitar a bajar a los siete ediles del FpV que responden a Casa de Gobierno y a los dos representantes del bussismo. La zozobra se extendió por 15 minutos. No hubo quórum y la sesión se frustró.
“Siendo las 9.46 y no existiendo el numero de concejales presentes, de acuerdo al artículo 21 de reglamento interno y habiendo transcurrido los 45 minutos reglamentarios, la sesión convocada no puede realizarse”, declaró el dirigente mercantil desde el estrado.
La primera sesión de la actual conformación del Concejo había sido convocada para aprobar proyectos de ordenanzas remitidos directamente desde la Municipalidad: la ampliación presupuestaria; una autorización para tomar créditos, el aumento de la unidad de medida “Urbano”, empleada para determinar el monto de cánones e impuestos municipales; y la declaración de la inembargabilidad de los recursos de la Municipalidad, entre otros.
La gestión de Alfaro solicita una ampliación de $ 297 millones. Equivale al 12% del presupuesto vigente, que establece gastos por $ 2.500 millones. De esta cifra, $ 22 millones serían destinados para el órgano deliberativo, que agotó los fondos previstos para 2015. Por la falta de recursos, el cuerpo mantiene una deuda con los trabajadores de bloque político de la anterior conformación.
Las quejas de la oposición giran en torno a la asunción de los concejales suplentes, que sustituirán a Armando Cortalezzi, a Carolina Vargas Aignasse y a Carlos Isa “Alito” Assán. Sostienen que deben jurar al comienzo de la sesión, para que el cuerpo esté integrado en su totalidad, y no luego de que se trate la ampliación presupuestaria.
Desde su banca, Roberto Ávila (PRO, dentro del ApB) estaba sorprendido. “Es una lástima, acá estamos los representantes del pueblo buscando trabajar como corresponde. Se nota que no han entendido el mensaje del 23 de agosto en el bloque alperovichista, porque no se presentaron a trabajar“, analizó el vicepresidente segundo del cuerpo. Ávila aclaró que desde el frente que integra tienen intenciones de trabajar. “Parece que siguen con las prácticas del kirchnerismo: la extorsión y la presión. Me sorprende mucho, tanto del bloque alperovichista como de este nuevo alperovichismo que es Fuerza Republicana, que no se presentó a sesionar siendo que se han quejado de esas prácticas en la Legislatura”, criticó.
Raúl Pellegrini, vicepresidente primero del Concejo, explicó que buscaban aprobar la ampliación de presupuesto para “emprolijar” las cuentas del municipio y aclaró con énfasis que no peligran los salarios de los trabajadores de la capital.
“Nosotros no somos iguales a ellos (por el FpV), trataremos de dialogar con nuestros compañeros para que este cuerpo se constituya y tratemos asuntos importantísimos”, arremetió la edil Sandra Manzone (ApB).
Aybar apuntó sin tapujos contra los concejales de la oposición, y aclaró que no renunciará a su banca. “Somos grandes, los vecinos buscan que trabajemos y que les demos soluciones. Ocupo la presidencia pero jamás abandoné al FpV, aunque los otros ediles no lo vean así. Me ha molestado esta actitud, este desaire, porque hablaron mucho de que quieren trabajar y ahora no se qué es lo que buscan. He tenido muchísimas reuniones con los opositores, pero parece que trabajamos entre criaturas aquí”, finalizó el mercantil, que llegó por un acople alperovichista al escaño.
En el Concejo de San Miguel de Tucumán no hubo sesión ayer debido a que nueve concejales (siete del Frente para la Victoria y dos de Fuerza Republicana) decidieron faltar al recinto. La relación entre la Casa de Gobierno y la Intendencia no es la mejor, y cortocircuito se evidenció en el cuerpo legislativo. Tras varias horas sin definición, el cuerpo convocó a una sesión extraordinaria para mañana, desde las 11, con el mismo orden el día.
Aybar se ubicó a las 9.28 al frente del recinto. Aguardaban expectantes los ocho concejales del Acuerdo para el Bicentenario. Había nueve bancas desocupadas. Sonó tres veces el timbre para invitar a bajar a los siete ediles del FpV que responden a Casa de Gobierno y a los dos representantes del bussismo. La zozobra se extendió por 15 minutos. No hubo quórum y la sesión se frustró.
“Siendo las 9.46 y no existiendo el numero de concejales presentes, de acuerdo al artículo 21 de reglamento interno y habiendo transcurrido los 45 minutos reglamentarios, la sesión convocada no puede realizarse”, declaró el dirigente mercantil desde el estrado.
La primera sesión de la actual conformación del Concejo había sido convocada para aprobar proyectos de ordenanzas remitidos directamente desde la Municipalidad: la ampliación presupuestaria; una autorización para tomar créditos, el aumento de la unidad de medida “Urbano”, empleada para determinar el monto de cánones e impuestos municipales; y la declaración de la inembargabilidad de los recursos de la Municipalidad, entre otros.
La gestión de Alfaro solicita una ampliación de $ 297 millones. Equivale al 12% del presupuesto vigente, que establece gastos por $ 2.500 millones. De esta cifra, $ 22 millones serían destinados para el órgano deliberativo, que agotó los fondos previstos para 2015. Por la falta de recursos, el cuerpo mantiene una deuda con los trabajadores de bloque político de la anterior conformación.
Las quejas de la oposición giran en torno a la asunción de los concejales suplentes, que sustituirán a Armando Cortalezzi, a Carolina Vargas Aignasse y a Carlos Isa “Alito” Assán. Sostienen que deben jurar al comienzo de la sesión, para que el cuerpo esté integrado en su totalidad, y no luego de que se trate la ampliación presupuestaria.
Desde su banca, Roberto Ávila (PRO, dentro del ApB) estaba sorprendido. “Es una lástima, acá estamos los representantes del pueblo buscando trabajar como corresponde. Se nota que no han entendido el mensaje del 23 de agosto en el bloque alperovichista, porque no se presentaron a trabajar“, analizó el vicepresidente segundo del cuerpo. Ávila aclaró que desde el frente que integra tienen intenciones de trabajar. “Parece que siguen con las prácticas del kirchnerismo: la extorsión y la presión. Me sorprende mucho, tanto del bloque alperovichista como de este nuevo alperovichismo que es Fuerza Republicana, que no se presentó a sesionar siendo que se han quejado de esas prácticas en la Legislatura”, criticó.
Raúl Pellegrini, vicepresidente primero del Concejo, explicó que buscaban aprobar la ampliación de presupuesto para “emprolijar” las cuentas del municipio y aclaró con énfasis que no peligran los salarios de los trabajadores de la capital.
“Nosotros no somos iguales a ellos (por el FpV), trataremos de dialogar con nuestros compañeros para que este cuerpo se constituya y tratemos asuntos importantísimos”, arremetió la edil Sandra Manzone (ApB).
Aybar apuntó sin tapujos contra los concejales de la oposición, y aclaró que no renunciará a su banca. “Somos grandes, los vecinos buscan que trabajemos y que les demos soluciones. Ocupo la presidencia pero jamás abandoné al FpV, aunque los otros ediles no lo vean así. Me ha molestado esta actitud, este desaire, porque hablaron mucho de que quieren trabajar y ahora no se qué es lo que buscan. He tenido muchísimas reuniones con los opositores, pero parece que trabajamos entre criaturas aquí”, finalizó el mercantil, que llegó por un acople alperovichista al escaño.