17 Noviembre 2015
OTRO HECHO DUDOSO. Restos del colchón donde dormía el indigente, que fue quemado por desconocidos después de ocurrido el ataque. la gaceta / Foto de José Nuno
Juan Carlos Alderetes no es un vagabundo desconocido. Los vecinos y comerciantes de las inmediaciones de Chile y avenida Siria lo conocen muy bien porque hace ya unos 20 años que vive en ese lugar. Con cartones, plásticos y colchas se protege de las inclemencias del tiempo. Pero ahora todos están preocupados porque su vida está en riesgo debido a un incomprensible ataque en el que le sacaron los ojos con un vidrio.
Alderetes está internado en la sala V del hospital Padilla donde los médicos intentan lograr que recupere uno de los ojos para que no pierda la vista por completo, explicó ayer Mariela Aranda, una de las empleadas que trabaja en una farmacia ubicada en Chile y Siria.
“Pensamos que atacaron el jueves a la noche porque el viernes lo encontramos tapado. Como lo hablábamos y no se movía, uno de los vecinos se acercó para ver si estaba bien. Cuando lo destapó se dio con que tenía los ojos hundidos y a su lado había dos pelotas de sangre. Fue horrible verlo de esa manera. Él es alcohólico pero jamás molestó a nadie”, contó la farmacéutica.
Marcela Iriarte, una vecina de Chile al 800, coincidió con la farmacéutica. “A veces te pedía plata para comprar vino o cigarrillos pero nunca atacó o se comportó de mala manera con nadie. Lo conocíamos como ‘Carlitos’ y todo el que pasaba por acá lo saludaba. Él se levantaba, se afeitaba, y nunca se lo vio andar desnudo. Comía ahí, sobre los colchones en los que dormía. Vivía en la calle”, dijo la mujer.
Iriarte agregó que otro vagabundo, al que conocían como Juan, solía compartir con Carlitos ese pedazo de vereda donde vivían. Pero en el último tiempo un adolescente que también se encontraba en situación de calle se les había acercado. “Parece que ese chico es adicto a las drogas. Le pegaba (a ‘Carlitos’) y le robaba la plata y la comida que le dábamos”, relató.
Juan Carlos Martínez, el guardia de la farmacia en la que trabaja Aranda, dijo a su vez que sospecha que ese adolescente está involucrado en el ataque que sufrió Alderetes. “Tiene entre 15 y 16 años. No se le puede hacer nada. Si la policía lo detiene lo tienen que liberar porque es menor de edad. Para mí fue ese muchacho el que le hizo esto. Es un adicto y es muy agresivo”, remarcó.
La Policía informó que, entre las colchas donde hallaron herido a Alderetes, había vidrios y un espejo roto, materiales que habrían sido utilizados para arrancarle los ojos a la víctima. Sin embargo, según fuentes policiales, como no hubo una denuncia formal el ataque no estaría siendo investigado.
Alderetes está internado en la sala V del hospital Padilla donde los médicos intentan lograr que recupere uno de los ojos para que no pierda la vista por completo, explicó ayer Mariela Aranda, una de las empleadas que trabaja en una farmacia ubicada en Chile y Siria.
“Pensamos que atacaron el jueves a la noche porque el viernes lo encontramos tapado. Como lo hablábamos y no se movía, uno de los vecinos se acercó para ver si estaba bien. Cuando lo destapó se dio con que tenía los ojos hundidos y a su lado había dos pelotas de sangre. Fue horrible verlo de esa manera. Él es alcohólico pero jamás molestó a nadie”, contó la farmacéutica.
Marcela Iriarte, una vecina de Chile al 800, coincidió con la farmacéutica. “A veces te pedía plata para comprar vino o cigarrillos pero nunca atacó o se comportó de mala manera con nadie. Lo conocíamos como ‘Carlitos’ y todo el que pasaba por acá lo saludaba. Él se levantaba, se afeitaba, y nunca se lo vio andar desnudo. Comía ahí, sobre los colchones en los que dormía. Vivía en la calle”, dijo la mujer.
Iriarte agregó que otro vagabundo, al que conocían como Juan, solía compartir con Carlitos ese pedazo de vereda donde vivían. Pero en el último tiempo un adolescente que también se encontraba en situación de calle se les había acercado. “Parece que ese chico es adicto a las drogas. Le pegaba (a ‘Carlitos’) y le robaba la plata y la comida que le dábamos”, relató.
Juan Carlos Martínez, el guardia de la farmacia en la que trabaja Aranda, dijo a su vez que sospecha que ese adolescente está involucrado en el ataque que sufrió Alderetes. “Tiene entre 15 y 16 años. No se le puede hacer nada. Si la policía lo detiene lo tienen que liberar porque es menor de edad. Para mí fue ese muchacho el que le hizo esto. Es un adicto y es muy agresivo”, remarcó.
La Policía informó que, entre las colchas donde hallaron herido a Alderetes, había vidrios y un espejo roto, materiales que habrían sido utilizados para arrancarle los ojos a la víctima. Sin embargo, según fuentes policiales, como no hubo una denuncia formal el ataque no estaría siendo investigado.
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Hospital Padilla