Esta mañana, el intendente de Concepción, Roberto Sánchez, habló por teléfono con LA GACETA desde el interior de la Municipalidad, donde pasó la noche.
Sucede que cientos de personas protestaron frente a la Intendencia de esa ciudad y frente a las casas de Sánchez y de su antecesor, Osvaldo Morelli. Se trata de empleados que fueron contratados por la gestión anterior y cesanteados por la que encabeza Sánchez. Los manifestantes queman gomas y exigen ser reincorporados. El actual mandatario municipal y su secretario de Gobierno se encuentran todavía encerrados en el edificio.
"Esta es una bomba que dejó Morelli antes de irse. Explotó y nosotros vamos a tratar de desactivarla", le dijo Sánchez a LA GACETA desde el interior de la Municipalidad.
"Ayer viajamos a la capital y nos reunimos con representantes de los manifestantes y con los ministros (Regino) Amado (de Gobierno) y (Miguel) Acevedo (Interior). Ellos (por los funcionarios del PE) fueron proponiendo distintas alternativas, pero todas fueron rechazadas. Inclusive, uno de los ministros se enojó, porque no tenían voluntad de acordar una solución", recordó el intendente.
"Como no se llegó a ningún acuerdo en Casa de Gobierno, quedamos en volver a Concepción y seguir discutiendo en la Intendencia. A la noche, ellos hablaron con el vicegobernador (Osvaldo Jaldo), quien les dijo que en la mañana de hoy les iba a dar una solución. Cuando le comunicaron esa respuesta a los manifestantes que estaban afuera, empezó todo el problema", relató Sánchez.
Durante los últimos días de su gestión, Morelli nombró a unas 470 personas. Luego de asumir, el intendente del espacio Cambiemos decidió derogar los decretos de los nombramientos y eso originó el malestar.
Sánchez dijo que teme por su seguridad y por la de su familia. "Esta es una privación ilegítima de la libertad. Anoche, por las ventanas de la Municipalidad me amenazaron de muerte", denunció.