01 Noviembre 2015
El efectivo de la Legislatura pasea en valijas por la ciudad
Todos los meses, en varias ocasiones, un empleado de la Cámara visita la sede del Banco Tucumán de San Martín al 700. De allí retira la plata y, custodiado por policías, se marcha en una camioneta. Tras las elecciones, el cuerpo colegiado había ampliado el presupuesto y la partida destinada a ayudas sociales
LA GACETA / INES QUINTEROS ORIO
Él trabaja en el despacho de Tesorería de la Legislatura y está sentado con las piernas cruzadas, esperando por ella. Viste un traje oscuro, lleva el pelo corto, muy prolijo, y quién sabe en qué pensará mientras hace tiempo en la sede de San Martín al 700 del Banco Tucumán-Grupo Macro.
A ella la están alistando. Otra vez le toca salir a pasear y tiene que estar perfecta. ¿Cuántas veces hizo este ritual? Lo más probable es que nadie lleve la cuenta. A veces viaja en la camioneta gris con otra igual que ella. Pero esta vez está sola en ese lugar de acceso exclusivo. Alguien le abre el cierre, hace lo que tiene que hacer y lo cierra prolijamente. En los detalles está la clave. No importa lo que sea, sino lo que parezca. Y ella luce perfecta.
El empleado de la Legislatura se pone de pie de un salto cuando la ve llegar. Se la entregan y la lleva de la mano ante la vista de todo el mundo. Él está solo. Dos policías lo acompañan. Ella se desliza sobre la vereda del centro tucumano y por unos segundos recibe de lleno los rayos del sol. La suben a la camioneta gris de siempre, que todo este tiempo estuvo mal estacionada frente al banco. El motor se enciende y se pone en marcha. El chofer lo apaga una vez que están en casa: llegaron a Muñecas 951.
Un hombre, sujetándola con firmeza, entra al edificio. La sube hasta el primer piso y la arrastra hacia el ala sur, donde está la Tesorería. Ese lugar también es de acceso exclusivo, según indica un cartel de acrílico colgado en la pared. Otro advierte que está prohibido el uso de teléfonos celulares en ese sector. Hay dos cámaras de seguridad que apuntan hacia la puerta blindada, de cerradura imponente. La guardia de dos policías es constante, y cambia cada 24 horas. Adentro la desvisten, le sacan todo y la dejan a un costado. Ya no vale nada. Hasta que la vuelvan a usar.
Movimientos
La protagonista de esta escena es la valija. Pero más importante aún es su contenido: el efectivo de la Legislatura. A menudo, un empleado de Tesorería visita el banco Tucumán-Macro para extraer miles de pesos en efectivo. De vez en cuando, la suma se multiplica y alcanza varios millones. Uno de los hombres asignados para esta engorrosa tarea es José Aybar. En el organigrama interno depende del tesorero general, Claudio Pérez, quien sería el elegido para reemplazar al actual legislador oficialista Juan Antonio Ruiz Olivares como secretario del cuerpo colegiado.
Según pudo reconstruir LA GACETA, nueve cheques fueron cobrados por caja en junio. ¿El total? $ 47,8 millones. El más importante de esos documentos, retirado el 8 de junio bajo el número 3788 430, llega a los $ 10 millones.
En julio la sumatoria de las extracciones en efectivo llegó a $ 53 millones. El 17 de ese mes fueron retirados $ 12 millones. Fue el monto cobrado más alto durante ese período.
El monto de los movimientos se disparó en agosto, mes que comprendió las PASO nacionales del domingo 9 y las elecciones provinciales del domingo 23.
Según averiguó LA GACETA, 16 cheques fueron cobrados por caja. El total: $ 91,7 millones. Entre el 13 y el 20 de agosto fueron extraídos siete documentos, que en conjunto llegaban a $ 53 millones.
El 28 de noviembre de 2014, la anterior composición legislativa aprobó el Presupuesto de la Provincia para 2015. El global ascendía a $ 31.400 millones. A la Legislatura le correspondían $ 959 millones. De ese monto, $ 156 millones estaban fijados para la partida “ayudas sociales a personas”, $ 741 millones a personal y el resto a erogaciones de funcionamiento. El 9 de septiembre pasado, tras las elecciones provinciales, la Legislatura amplió su presupuesto -y el de los demás poderes-. Con esto, la partida para ayudas sociales se triplicó y alcanzó los $ 505,6 millones. Sin embargo, en esa caja prácticamente no quedaría dinero. Para septiembre, la ejecución presupuestaria de la Cámara indicaba que tenía un saldo de $ 15 millones en ese ítem. Esos fondos nutrirán, junto con la dieta, los haberes de los nuevos legisladores.
A ella la están alistando. Otra vez le toca salir a pasear y tiene que estar perfecta. ¿Cuántas veces hizo este ritual? Lo más probable es que nadie lleve la cuenta. A veces viaja en la camioneta gris con otra igual que ella. Pero esta vez está sola en ese lugar de acceso exclusivo. Alguien le abre el cierre, hace lo que tiene que hacer y lo cierra prolijamente. En los detalles está la clave. No importa lo que sea, sino lo que parezca. Y ella luce perfecta.
El empleado de la Legislatura se pone de pie de un salto cuando la ve llegar. Se la entregan y la lleva de la mano ante la vista de todo el mundo. Él está solo. Dos policías lo acompañan. Ella se desliza sobre la vereda del centro tucumano y por unos segundos recibe de lleno los rayos del sol. La suben a la camioneta gris de siempre, que todo este tiempo estuvo mal estacionada frente al banco. El motor se enciende y se pone en marcha. El chofer lo apaga una vez que están en casa: llegaron a Muñecas 951.
Un hombre, sujetándola con firmeza, entra al edificio. La sube hasta el primer piso y la arrastra hacia el ala sur, donde está la Tesorería. Ese lugar también es de acceso exclusivo, según indica un cartel de acrílico colgado en la pared. Otro advierte que está prohibido el uso de teléfonos celulares en ese sector. Hay dos cámaras de seguridad que apuntan hacia la puerta blindada, de cerradura imponente. La guardia de dos policías es constante, y cambia cada 24 horas. Adentro la desvisten, le sacan todo y la dejan a un costado. Ya no vale nada. Hasta que la vuelvan a usar.
Movimientos
La protagonista de esta escena es la valija. Pero más importante aún es su contenido: el efectivo de la Legislatura. A menudo, un empleado de Tesorería visita el banco Tucumán-Macro para extraer miles de pesos en efectivo. De vez en cuando, la suma se multiplica y alcanza varios millones. Uno de los hombres asignados para esta engorrosa tarea es José Aybar. En el organigrama interno depende del tesorero general, Claudio Pérez, quien sería el elegido para reemplazar al actual legislador oficialista Juan Antonio Ruiz Olivares como secretario del cuerpo colegiado.
Según pudo reconstruir LA GACETA, nueve cheques fueron cobrados por caja en junio. ¿El total? $ 47,8 millones. El más importante de esos documentos, retirado el 8 de junio bajo el número 3788 430, llega a los $ 10 millones.
En julio la sumatoria de las extracciones en efectivo llegó a $ 53 millones. El 17 de ese mes fueron retirados $ 12 millones. Fue el monto cobrado más alto durante ese período.
El monto de los movimientos se disparó en agosto, mes que comprendió las PASO nacionales del domingo 9 y las elecciones provinciales del domingo 23.
Según averiguó LA GACETA, 16 cheques fueron cobrados por caja. El total: $ 91,7 millones. Entre el 13 y el 20 de agosto fueron extraídos siete documentos, que en conjunto llegaban a $ 53 millones.
El 28 de noviembre de 2014, la anterior composición legislativa aprobó el Presupuesto de la Provincia para 2015. El global ascendía a $ 31.400 millones. A la Legislatura le correspondían $ 959 millones. De ese monto, $ 156 millones estaban fijados para la partida “ayudas sociales a personas”, $ 741 millones a personal y el resto a erogaciones de funcionamiento. El 9 de septiembre pasado, tras las elecciones provinciales, la Legislatura amplió su presupuesto -y el de los demás poderes-. Con esto, la partida para ayudas sociales se triplicó y alcanzó los $ 505,6 millones. Sin embargo, en esa caja prácticamente no quedaría dinero. Para septiembre, la ejecución presupuestaria de la Cámara indicaba que tenía un saldo de $ 15 millones en ese ítem. Esos fondos nutrirán, junto con la dieta, los haberes de los nuevos legisladores.
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