16 Octubre 2015
BUENOS AIRES.- El jefe de Cirugía Cardiovascular del Hospital Fernández, Fernando Cichero, brindó detalles de la insólita operación que le practicaron a Horacio Videla, un hombre al que le extrajeron del corazón un escarbadientes que se había tragado hacía seis meses, comiendo una picada. "Lo extraordinario también es que está entero el escarbadientes, estaban los seis centímetros; parece un caso del Doctor House", comentó el médico en referencia a la serie de televisión estadounidense.
El paciente, oriundo de la provincia de Corrientes, llegó en mayo al hospital Fernández y un análisis de sangre le dio una infección adentro de los tejidos del corazón y los vasos.
En las imágenes de los estudios que le realizaron a Videla aparecía únicamente una especie de caparazón de tortuga en un sector del corazón, que en términos médicos se llama "granulación" o "vegetación", explicó, y añadió que como no tenía afectadas las válvulas no necesitaba intervención, sino sólo antibióticos.
Luego de una mejoría, "hace 20 días regresó al Fernández y en los nuevos estudios apareció una imagen larga de unos cinco o seis centímetros que parecía un catéter", así que se decidió su intervención.
"En el quirófano, cuando abrimos el corazón, todos nos quedamos mudos y me preguntaron qué era, y yo les dije: un escarbadientes", recordó el jefe de la unidad cardiovascular en diálogo con radio Vorterix.
"Entre risas e incredulidad me decían que era imposible, así que cuando saqué el cuerpo extraño del corazón lo partí al medio ante las preguntas del equipo médico sobre que de qué material era y yo les dije: es de madera porque es un escarbadientes", indicó.
"Hay muchas lesiones por escarbadientes. Lo extraordinario de este caso es que el señor se lo tragó, no se dio cuenta y apareció en el corazón", agregó el médico.
Posible explicación
Cichero se animó a lanzar una hipótesis de cómo llegó el escarbadientes hasta el corazón y sin quebrarse. "Una de las probabilidades es que haya migrado por la parte de atrás del órgano muscular que está pegada al esófago muy despacito por lo cual no tuvo síntomas, a pesar de que en un momento aparentemente tuvo tos con sangre, pero en Corrientes interpretaron que tenía una neumonía", expresó.
Cichero indicó que hay dos casos similares en el mundo, uno en 1972 en el que el escarbadientes llegó al duodeno del paciente, el cual tuvo sintomatología digestiva importante", y el otro de una mujer china en el 2011.
El paciente, oriundo de la provincia de Corrientes, llegó en mayo al hospital Fernández y un análisis de sangre le dio una infección adentro de los tejidos del corazón y los vasos.
En las imágenes de los estudios que le realizaron a Videla aparecía únicamente una especie de caparazón de tortuga en un sector del corazón, que en términos médicos se llama "granulación" o "vegetación", explicó, y añadió que como no tenía afectadas las válvulas no necesitaba intervención, sino sólo antibióticos.
Luego de una mejoría, "hace 20 días regresó al Fernández y en los nuevos estudios apareció una imagen larga de unos cinco o seis centímetros que parecía un catéter", así que se decidió su intervención.
"En el quirófano, cuando abrimos el corazón, todos nos quedamos mudos y me preguntaron qué era, y yo les dije: un escarbadientes", recordó el jefe de la unidad cardiovascular en diálogo con radio Vorterix.
"Entre risas e incredulidad me decían que era imposible, así que cuando saqué el cuerpo extraño del corazón lo partí al medio ante las preguntas del equipo médico sobre que de qué material era y yo les dije: es de madera porque es un escarbadientes", indicó.
"Hay muchas lesiones por escarbadientes. Lo extraordinario de este caso es que el señor se lo tragó, no se dio cuenta y apareció en el corazón", agregó el médico.
Posible explicación
Cichero se animó a lanzar una hipótesis de cómo llegó el escarbadientes hasta el corazón y sin quebrarse. "Una de las probabilidades es que haya migrado por la parte de atrás del órgano muscular que está pegada al esófago muy despacito por lo cual no tuvo síntomas, a pesar de que en un momento aparentemente tuvo tos con sangre, pero en Corrientes interpretaron que tenía una neumonía", expresó.
Cichero indicó que hay dos casos similares en el mundo, uno en 1972 en el que el escarbadientes llegó al duodeno del paciente, el cual tuvo sintomatología digestiva importante", y el otro de una mujer china en el 2011.
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