Acá no pasó nada: San Martín jugará en su cancha, y con su gente

Acá no pasó nada: San Martín jugará en su cancha, y con su gente

Pese a los hechos de violencia del último partido, se confirmó que el "Santo" recibirá a Juventud de San Luis el sábado a las 16.30, en la Ciudadela y con público local.

CAOS. Los destrozos en el último partido que se jugó en La Ciudadela, y que terminó suspendido. (LA GACETA) CAOS. Los destrozos en el último partido que se jugó en La Ciudadela, y que terminó suspendido. (LA GACETA)
15 Octubre 2015

Está más que claro que el momento de San Martín no es el mejor. Al penúltimo lugar en el Tetradecagonal del Federal A y sin chance alguna de pelear el primer ascenso, se le suman constantes problemas institucionales. Sin embargo, hoy se confirmó lo que la dirigencia esperaba pese a todo: el sábado, ante Juventud Unida de San Luis, el "Santo" podrá jugar en su estadio y ante su gente. El duelo arrancará a las 16.30.

La decisión mantuvo a todos en vilo y, aunque era la que quería el club, no deja de ser llamativa. Es que San Martín viene de una semana más que agitada por de la renuncia de varios dirigentes que mostraron su desacuerdo con las cabezas de la comisión directiva luego del duelo por la fecha 10, ante Gimnasia y Tiro de Salta, que terminó suspendido a causa del caos que se generó en las tribunas.

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Un grupo de fanáticos no se bancó la nueva derrota en La Ciudadela y tras intentar irrumpir en el campo de juego, comenzó los desmanes que obligaron a la suspensión del partido. Toda esa imagen hizo suponer que la cancha de La Ciudadela sería suspendida, como suele suceder en estos casos. Pero finalmente eso no ocurrió y nuevamente la gente podrá asistir al estadio de Bolívar y Pellegrini.

La misión ahora recaerá en la dirigencia y el operativo de seguridad que se deberá montar para evitar nuevos hechos de violencia y vandalismo. Los antecedentes inmediatos no son nada alentadores puesto que en los últimos días tanto el club como el Complejo Natalio Mirkin sufrieron destrozos y hurtos que complican aún más el accionar de la dirigencia.

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