Una fuerte crítica a la escasez de viviendas

Una fuerte crítica a la escasez de viviendas

Después de hablar en el Capitolio, el pontífice se dirigió a una multitud y almorzó con personas en situación de calle.

CON LOS SIN TECHO. El Papa es saludado por personas que reciben refugio y comida de los grupos de caridad, en la Catedral de San Patricio. CON LOS SIN TECHO. El Papa es saludado por personas que reciben refugio y comida de los grupos de caridad, en la Catedral de San Patricio.
25 Septiembre 2015
WASHINGTON.- Aun bajo el estado de conmoción que generó su discurso ante el Congreso, el Papa salió luego al balcón del Capitolio y fue ovacionado por la multitud de personas reunidas en la explanada del palacio legislativo.

Francisco bendijo a los niños y al pueblo norteamericano, y en un mensaje improvisado pidió a los creyentes que recen por él y a los que no lo son que le deseen cosas buenas. “Agradezco su acogida y su presencia, agradezco a los personajes más importantes que hay aquí, los niños”, dijo en español el jesuita argentino, acompañado por el vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el presidente del Congreso, John Boehner, al que se le vio visiblemente emocionado.

Francisco aceptó la invitación de Boehner y se convirtió en el primer papa en hablar ante el Congreso de Estados Unidos. “Les pido por favor a ustedes que recen por mí y si hay entre ustedes personas que no creen o no pueden rezar, les pido por favor que me deseen cosas buenas”, dijo tras bendecir a los simpatizantes. Luego, se despidió en inglés: “God bless América” (Dios bendiga a Estados Unidos).

En su último día en la capital, pasó de brindar un discurso en el Congreso ante los políticos más poderosos del país a compartir el almuerzo de un grupo de más de 200 personas sin hogar y en situación de calle, en las afueras de la Catedral de San Patricio, donde recordó que como ellos, “el hijo de Dios al mundo como un homeless (sin hogar). Fue entonces, cuando dijo a los presentes que estar allí le hizo recordar a una persona querida “que es y ha sido muy importante a lo largo” de su vida: “Ha sido sostén y fuente de inspiración. Es a quien recurro cuando estoy medio ‘apretado’”, sostuvo.

¿Ustedes me recuerdan a San José. Sus rostros me hablan del suyo?, aseguró en el discurso que dio antes de participar del almuerzo organizado por el centro de caridad, en una gran y larga carpa con mesas distribuidas para recibir a los sin techo.

El pontífice resaltó entonces que “fue la fe” la que ayudó a José a afrontar las dificultades de su vida y lo encaminó para “salir adelante cuanto todo parecía detenerse?.

Utilizando el español, afirmó entonces: “no encontramos ningún tipo de justificación social, moral o del tipo que fuese para aceptar la falta de alojamiento. Son situaciones injustas, pero sabemos que Dios está sufriéndolas con nosotros, está viviéndolas a nuestro lado. No nos deja solos”.

Para concluir, el líder del Vaticano convocó a los presentes a rezar juntos “los unos por los otros”, y tras darles la bendición les solicitó: “no se olviden de rezar por mi”.

Más tarde inició viaje al aeropuerto desde donde se embarcó a Nueva York. (DPA-Télam)

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