John German, el hombre que hizo tambalear a Volkswagen

25 Septiembre 2015

Almudena de Cabo - Agencia DPA

De pelo ligeramente gris, mirada afable y gafas de cristales redondos, John German, un prestigioso ingeniero estadounidense, hizo tambalear sin proponérselo al imperio del gigante automotor alemán Volkswagen. Además, se convirtió en el verdugo del ex gerente de la compañía, Martin Winterkorn.

¿Cómo y quién detectó el truco empleado durante años por Volkswagen para burlar los controles medioambientales en Estados Unidos y en otras partes del mundo? Ésta fue una de las preguntas que muchos se hicieron al conocer la gravedad del escándalo que afecta a 11 millones de automóviles que la empresa vendió en distintas partes del mundo.

“John German es un tipo como Martin Winterkorn. Un ingeniero amante de los detalles”, describió el diario económico alemán “Handelsblatt” sobre el hombre que destapó la trama. Luego de unos años como encargado de optimizar los motores de las marcas Chrysler y Honda, decidió cambiar de bando. En 2009 comenzó a desarrollar investigaciones para el Consejo Internacional de Transporte Limpio, una organización no gubernamental, encargada de comprobar que los medios de transporte cumplen con las reglas medioambientales establecidas para conseguir un aire limpio.

El experto en gases de escape siguió los indicios de su colega alemán, Peter Mock, quien descubrió en los modelos diesel una anomalía entre las emisiones de los autos y las mediciones registradas durante los controles técnicos que llevaron a cabo las autoridades en Europa.

German decidió repetir los test en tres vehículos alemanes: el Jetta y el Passat, de Volkswagen, y el X5, de BMW. Y los resultados sorprendieron al experimentado científico. El Jetta (que en Sudamérica se llama Bora) expulsó entre 15 y 35 veces más óxido nítrico que lo permitido por ley, mientras el Passat sobrepasó los límites en un nivel entre cinco y 20 veces superior. Por el contrario, el BMW X5 se mantuvo dentro de los parámetros legales. German entregó los resultados de su estudio a la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA), para la que él mismo había trabajado algunos años. La entidad hizo sus propias pruebas y confirmó los resultados del investigador.

Los directivos de VW tuvieron la oportunidad de remediar las fallas. En diciembre de 2014, el grupo convocó a los talleres mecánicos a 500.000 automóviles. “Una actualización del software en el motor solucionará el problema”, prometió entonces el fabricante. Pero la promesa quedó en el aire como más tarde comprobaron las autoridades ambientales. Rápidamente se pasó de involucrar a 482.000 vehículos de las marcas Volkswagen y Audi, vendidos en Estados Unidos desde 2009, a 11 millones de automóviles en todo el mundo, incluido el continente europeo.

Los directivos de Volkswagen reconocieron que el software se encuentra en los motores diesel de dos litros del tipo E189, incluidos en los coches fabricados entre 2009 y 2015, lo que resulta en una larga lista de modelos afectados: Golf, Jetta, Beetle, Tiguan, Passat, así como las series A1, A3, A4 y A6 de Audi y algunos modelos de Skoda. El gigante automotor trabaja bajo presión para elaborar la lista definitiva de coches afectados. Se desconoce quién fue el artífice exacto de la trama, pero las autoridades alemanas apuntan directamente a Volkswagen.

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