22 Septiembre 2015
EN BEREMEND. Soldados húngaros instalan los postes que sostendrán la alambrada, en la frontera con Croacia. reuters
BUDAPEST.- El Parlamento húngaro aprobó una ley por la cual el Ejército podrá realizar operativos militares para asegurar la frontera, mientras en el país crece el apoyo al partido del primer ministro Viktor Orban, tras la política de mano dura aplicada por su gobierno hacia los refugiados. Con los votos del partido gobernante conservador Fidesz y la extrema derecha Jobbik, la nueva ley permite a los miembros de las Fuerzas Armadas detener e inspeccionar a personas y vehículos en la frontera. Además, pueden utilizar porras, balas de goma y redes. La ley no incluye la posibilidad de ordenar disparos. Orban volvió a defender su política y la decisión de construir vallas a lo largo de toda su frontera. “Muchos dicen que las vallas no son una buena solución, porque entonces todos tendrían que construir una valla. Pero justamente esa es la solución”, dijo en el Parlamento húngaro. Según una encuesta del instituto de opinión pública Ipsos, la agrupación Fidesz obtendría ahora el 41 % de los votos, frente al 38 % que sumó el partido en junio pasado.
En tanto, los cuatro países que integran el Grupo Visegrad (V4) reafirmaron su negativa a la aplicación de cuotas obligatorias de acogida de refugiados que se planteará durante la cumbre extraordinaria de la Unión Europea (UE) esta semana, apuntó el primer ministro checo, Bohuslav Sobotka. “Espero que nuestra posición común, del rechazo a las cuotas, se reafirme”, señaló Sobotka, antes de una reunión de ministros de Exteriores de Polonia, República Checa, Eslovaquia y Hungría. El primer ministro socialdemócrata señaló que la propuesta de cuotas de la Comisión Europea se hizo de “manera apresurada y no pensada”. El V4 se opone a un sistema obligatorio para la reasignación de 120.000 refugiados en la UE, que apunta a distribuir el flujo de inmigrantes de un modo equitativo y desde una política comunitaria. El ministro de Asuntos Exteriores polaco, Grzegorz Schetyna, exigió que en la acogida de refugiados no debe haber un “automatismo”. “Estamos buscando una fórmula con la que podamos mostrar la solidaridad, pero que al mismo tiempo se corresponda a nuestras posibilidades”, dijo.
El Gobierno de Hungría informó que continúan llegando refugiados a su territorio en autobús desde Croacia, y que son trasladados en tren a la frontera con Austria. Solamente a Barcs llegaron unas 1.000 personas que cruzaron el puente sobre el río Drava que une Croacia y Hungría. La policía los acompañó hasta un tren de 15 vagones con dirección a Hegyeshalom, en la frontera con Austria. Las autoridades croatas cerraron para el paso de camiones el principal paso serbo-croata de Batrovci-Bajakovo en la autopista E70 que une Belgrado con Zagreb, después de que se formara una cola de espera de más de diez kilómetros. Como otros siete pasos están cerrados a causa de la crisis de refugiados, todo el tráfico hacia Zagreb había sido desviado por esta autopista.
Esta situación abrió un nuevo frente de disputa entre Serbia y Croacia. Si los siete pasos fronterizos cerrados el viernes no se vuelven a abrir de inmediato, “vamos a tomar medidas, porque tenemos que proteger a nuestro país”, amenazó el primer ministro serbio, Aleksandar Vucic.. El cierre de las fronteras está provocando importantes pérdidas económicas a Serbia que no puede sacar sus exportaciones al ritmo habitual. (DPA)
En tanto, los cuatro países que integran el Grupo Visegrad (V4) reafirmaron su negativa a la aplicación de cuotas obligatorias de acogida de refugiados que se planteará durante la cumbre extraordinaria de la Unión Europea (UE) esta semana, apuntó el primer ministro checo, Bohuslav Sobotka. “Espero que nuestra posición común, del rechazo a las cuotas, se reafirme”, señaló Sobotka, antes de una reunión de ministros de Exteriores de Polonia, República Checa, Eslovaquia y Hungría. El primer ministro socialdemócrata señaló que la propuesta de cuotas de la Comisión Europea se hizo de “manera apresurada y no pensada”. El V4 se opone a un sistema obligatorio para la reasignación de 120.000 refugiados en la UE, que apunta a distribuir el flujo de inmigrantes de un modo equitativo y desde una política comunitaria. El ministro de Asuntos Exteriores polaco, Grzegorz Schetyna, exigió que en la acogida de refugiados no debe haber un “automatismo”. “Estamos buscando una fórmula con la que podamos mostrar la solidaridad, pero que al mismo tiempo se corresponda a nuestras posibilidades”, dijo.
El Gobierno de Hungría informó que continúan llegando refugiados a su territorio en autobús desde Croacia, y que son trasladados en tren a la frontera con Austria. Solamente a Barcs llegaron unas 1.000 personas que cruzaron el puente sobre el río Drava que une Croacia y Hungría. La policía los acompañó hasta un tren de 15 vagones con dirección a Hegyeshalom, en la frontera con Austria. Las autoridades croatas cerraron para el paso de camiones el principal paso serbo-croata de Batrovci-Bajakovo en la autopista E70 que une Belgrado con Zagreb, después de que se formara una cola de espera de más de diez kilómetros. Como otros siete pasos están cerrados a causa de la crisis de refugiados, todo el tráfico hacia Zagreb había sido desviado por esta autopista.
Esta situación abrió un nuevo frente de disputa entre Serbia y Croacia. Si los siete pasos fronterizos cerrados el viernes no se vuelven a abrir de inmediato, “vamos a tomar medidas, porque tenemos que proteger a nuestro país”, amenazó el primer ministro serbio, Aleksandar Vucic.. El cierre de las fronteras está provocando importantes pérdidas económicas a Serbia que no puede sacar sus exportaciones al ritmo habitual. (DPA)