México: los padres de los 43 normalistas encabezan los actos a un año de la desaparición

México: los padres de los 43 normalistas encabezan los actos a un año de la desaparición

Los actos por el aniversario, que se producirán a lo largo de la semana, confluirán en una huelga de hambre por 43 horas de los familiares de los desaparecidos.

FOTO TOMADA DE VIVELOHOY.COM. FOTO TOMADA DE VIVELOHOY.COM.
19 Septiembre 2015
El primer aniversario, el próximo sábado, del secuestro y la desaparición de 43 estudiantes de la escuela Normal Rural de Ayotzinapa, en el estado mexicano de Guerrero, encontrará a los padres y familiares de las víctimas exigiendo esclarecimiento y la aparición con vida de sus hijos, que se transformaron en un símbolo universal que expuso la compleja trama de la violencia y corrupción que atraviesa a todo México.

Los actos por el aniversario, que en los hechos se suman a una cadena de protestas que nunca se detuvo, comenzarán formalmente este fin de semana, con marchas y manifestaciones de protesta en todo México, que culminarán el sábado con una gran concentración en el Zócalo de capital mexicana. En ese mismo lugar, entre jueves y vienes, los padres y familiares realizarán una huelga de hambre de 43 horas, en medio de la cual el 24 se movilizarán hasta la residencia presidencial de Los Pinos, donde serán recibidos por el presidente Enrique Peña Nieto, informó Télam. 

Esa protesta ya estaba programada cuando desde el gobierno de México se anunció que el mandatario finalmente accedería a entrevistarse con los familiares, dos días antes del primer aniversario del ataque de la policía de la ciudad guerrerense de Iguala a los estudiantes, cuando se dirigían en varios micros a una acto por la masacre de estudiantes del Tlatelolco, el 2 de octubre de 1968. En ese encuentro con Peña Nieto los familiares de "los 43" como se los conoce universalmente, pedirán la creación de varias fiscalías especializadas para investigar el episodio, que tras 12 meses sigue sin esclarecer, a pesar de la fuerte presión social e internacional que soporta el gobierno mexicano.

Además de los pronunciamientos de toda la comunidad internacional, tanto a nivel de gobiernos como de organismos internacionales e instituciones de todos los países, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) produjo a principios de este mes un informe lapidario, donde denunció que la Procuraduría General de la República (PGR, Fiscalía),incurrió en graves irregularidades en la investigación del caso, entre ellas la destrucción de evidencias y torturas a detenidos.

La CIDH participará del encuentro entre Peña Nieto y los familiares. Allí los familiares de las víctimas buscarán un compromiso del mandatario, miembro de la más tradicional de las fuerzas mexicanas, el Partido de la Revolución Institucional (PRI), para crear estas fiscalías "que puedan conducir la investigación", informó esta semana el abogado de los padres de las víctimas, Vidulfo Rosales.

Una de las fiscalías que se reclaman estaría centrada en la investigación del hecho, sobre el que hay una historia oficial pero también otras versiones. Otra se centraría en la búsqueda de los jóvenes, dos de los cuales fueron indentificados a partir de restos óseos en estudios que no son aceptados por los familiares.

Una tercera trabajaría sobre los probables responsables del secuestro y posible masacre. Y una cuarta indagaría "respecto de las responsabilidades" que pudieran caberle por la instrucción de la causa a funcionarios de la Procuraduría General de la República, precisó Rosales, en alusión a la denuncia de la CIDH.

Además, la CIDH consideró "imposible" que los cuerpos de los jóvenes hayan sido incinerados en el basurero de Cocula, localidad vecina de Iguala, tal como aseguró la PGR en enero de este año, a partir de testimonios de supuestos autores materiales del ataque y evidencias halladas en el lugar. La versión oficial sobre los hechos ocurridos en la noche del 26 de septiembre de 2014, sostiene que los estudiantes fueron detenidos en Iguala por policías que respondían al entonces alcalde de ese municipio, José Luis Abarca, del izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD), y entregados a miembros del cartel Guerreros Unidos, quienes los asesinaron e incineraron en el basurero de Cocula. Pero los familiares rechazan esta versión.

En las últimas semanas apareció un nuevo ingrediente en forma de especulación. Se aseguró, desde fuentes oficiales, que cuando los jóvenes estudiantes de Ayotzinapa incautaron los micros para que los llevaran a México DF, un procedimiento bastante común en las protestas, capturaron sin saberlo uno que transportaba drogas, lo que explicaría la reacción del cartel.

Otra controversia que también estará presente en este encuentro entre los familiares de Ayotzinapa y Peña Nieto es la generada por la información difundida el jueves de esta semana por la titular de la PGR, Arely Gómez, sobre la indentificación de restos del estudiante Jhosivani Guerrero de la Cruz en un estudio de restos realizado por un laboratorio de la Universidad de Innsbruck, en Australia.

Ese laboratorio ratificó además la identificación realizada en diciembre de 2014 de otro alumno, Alexandere Mora Venancio, a partir de un fragmento oseo hallado en al basurero de Cocula.

Sin embargo, el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), único en el que confian los familiares, afirmó a pocas horas de presentado el último informe del laboratorio austríaco que "no es definitorio".

"La coincidencia genética mitocondrial entre la muestra ósea y la madre del joven Jhosivani Guerrero de la Cruz no es considerada por el EAAF como un resultado identificatorio definitivo", aseguró el grupo de especialistas argentinos en un comunicado.

A pesar de todo esto, los familiares abrigan la esperanza de que la detención del miembro del cartel Guerreros Unidos Giraldo López, alias "el Gil", pueda ayudar a desentrañar cuál fue la suerte de los 43 estudiantes.

"El Gil" es jefe de un grupo dedicado a la extorsión y la distribución de droga y es uno de los autores materiales del secuestro, según afirmó el comisionado nacional de Seguridad, Renato Sales.

La afirmación de Sales se basa en que el líder de ese cartel, Sidronio Casarrubias, detenido en octubre pasado, declaró a las autoridades que el "Gil" le informó aquella noche, a través de un mensaje de texto telefónico, de un enfrentamiento en Iguala, que atribuyó al grupo rival Los Rojos.

Por ello, Casarrubias ordenó hacer desaparecer a los jóvenes para defender su territorio, una instrucción que el "Gil" dio a Felipe Rodríguez Salgado, alias "el Cepillo" y capturado en enero pasado, quien presuntamente los quemó en el basurero.

De acuerdo con las declaraciones del "Cepillo" a la PGR, al día siguiente, por órdenes del "Gil", regresó al lugar para recoger las cenizas y arrojarlas en bolsas de basura al río San Juan.

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