19 Septiembre 2015
Donde se gana por más de 110.000 votos, no queda ningún espacio racional para pensar en el fraude. No existe justificativo para dimensionar esta barbaridad que implica la sentencia. La Justicia tomó una medida desestabilizadora, y eso está claro porque no hay tiempo para llamar a otras elecciones. El 29 de octubre, cuando culminen todos los mandatos, no habrá autoridades legítimas. Entonces, la posibilidad de intervención estará sopesando en el aire. Si la Corte Suprema de Justicia de Tucumán revierte este fallo, quedará sin efecto la medida cautelar dictada por la sala I de la Cámara en lo Contencioso Administrativo, que le ordenó a la Junta Electoral abstenerse de declarar ganadores de los comicios. En ese caso, el pleito podría continuar por las vías legales y se podría concretar la proclamación, porque la Corte habrá resuelto el fondo del asunto. Propongo la siguiente reseña: a) El justicialismo es históricamente la fuerza preponderante en el NOA y particularmente en Tucumán, donde viene ganando desde el año 2003 por diferencias cuantitativas y porcentuales abrumadoras. b) Las PASO fueron ganadas el 9 de agosto con el 60% de los votos para Scioli y Alperovich. Nadie denunció fraude. c) Las encuestas daban una ventaja entre 10 y 15 puntos de ventaja para el oficialismo en las elecciones a gobernador. d) La Junta Electoral, autoridad del comicio, no tenía ningún integrante afín al oficialismo. Todos fueron desafectados de la misma por decisión judicial. e) Había más de veinte fiscales en todas y cada una de las mesas donde se votó. f) El escrutinio provisorio dio una ventaja de mas de 110.000 votos a favor de Manzur. g) El escrutinio definitivo ratificó esa diferencia. h) Las mesas afectadas por incidentes no alteran el resultado electoral. i) La oposición reclama anulación de las elecciones a gobernador. Pero considera legítimas las mismas elecciones en la categoría a intendentes cuando fueron ellos los que ganaron. j) La oposición denuncia el sistema electoral que es el mismo que usaron para consagrarse tanto Cano como Amaya en varias elecciones provinciales anteriores. Cuando ganaban el sistema era perfecto. La metodología de recuento de votos es idéntica a la que se aplica a nivel nacional desde el reinicio de la democracia. Y con ese método de recuento ganaron entre otros De Narváez y Massa en las elecciones del 2009 y 2013 en Buenos Aires. Entonces el sistema era transparente y ahora no? k) Cano pensaba que Amaya era un corrupto cuando era alperovichista, y paso a ser santo cuando se alió con él. l) Los bolsones que reparte el oficialismo son perversos mientras que los que repartió Germán Alfaro, ex peronista devenido en opositor, para su candidatura a Intendente de la Capital, son legítimos. m) La violencia y los piquetes, cortes de calle, impedimentos al tránsito, insultos y agresiones a casas particulares son legítimos siempre y cuando los perpetren los miembros de la sociedad rural o afines a la oposición. n) La Justicia debe invalidar la elección a Gobernador, pero debe validar la elección a Intendente en San Miguel de Tucumán, Yerba Buena, Concepción y Bella Vista, porque allí ganó la oposición. o) Las elecciones de Córdoba son legitimas porque ganó el macrismo. Todas las elecciones donde triunfó el oficialismo son ilegítimas y fraudulentas.
Hacer esta reseña de hechos objetivos es casi imposible en una Argentina donde el odio prima sobre toda racionalidad. Se razona desde el prejuicio y el preconcepto. Y así es imposible lograr la serenidad de espíritu que hace falta para reconocer los hechos con objetividad. Yo perdí las elecciones para Intendente de Yerba Buena, y lo reconocí esa misma noche. Perdí por 3.000 votos. Cano y Amaya perdieron por más de 110.000 votos. Ojalá tengan la honestidad de reconocerlo. Por el bien de Tucumán y los tucumanos.
Hacer esta reseña de hechos objetivos es casi imposible en una Argentina donde el odio prima sobre toda racionalidad. Se razona desde el prejuicio y el preconcepto. Y así es imposible lograr la serenidad de espíritu que hace falta para reconocer los hechos con objetividad. Yo perdí las elecciones para Intendente de Yerba Buena, y lo reconocí esa misma noche. Perdí por 3.000 votos. Cano y Amaya perdieron por más de 110.000 votos. Ojalá tengan la honestidad de reconocerlo. Por el bien de Tucumán y los tucumanos.
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