Según Zaffaroni, denunciar fraude sin pruebas es peor que un golpe de Estado

El ex vocal de la Corte Suprema de Justicia de la Nación Eugenio Raúl Zaffaroni arremetió sin medias tintas contra los dirigentes opositores que vienen denunciando como fraudulenta la elección provincial del domingo 23 del mes pasado. A criterio del jurista, estos sectores políticos sólo pretenden deslegitimar la elección; lo cual, según advirtió, puede resultar contraproducente para ellos mismos. “Están serruchando la rama en la cual están sentados. Están destruyendo su propia legitimidad; los que hoy son minoría mañana pueden ser mayoría, y mañana los van a deslegitimar a ellos”, fustigó Zaffaroni.

El ex juez supremo formuló estas declaraciones durante una videoconferencia denominada Deslegitimación de los Gobiernos Populares: el caso Tucumán, organizada por la Asociación de Abogados de Tucumán (AAT). Esta entidad se creó en 2013 como institución paralela al Colegio de Abogados de Tucumán. Nació con la bendición del alperovichismo: entre sus principales impulsores figuraban, en especial, la secretaria General de la Gobernación, Carolina Vargas Aignasse, y el secretario de Gobierno, Marcelo Caponio.

El presidente de la AAT, Fernando Rogel Chaler, presentó el encuentro, con una fuerte crítica a las denuncias sobre fraude electoral. “Hay una deslegitimación de las autoridades elegidas, con denuncias sobre supuesto fraude. Nuestra intención, con esta videoconferencia, es dar una mirada jurídica; y por eso nos comunicamos con una persona de la envergadura de Zaffaroni”, explicó el letrado tucumano, durante la presentación del evento.

Recordó que algunos cuestionamientos de la oposición recaen sobre el sistema electoral. “Pero la oposición utilizó la misma herramienta. Además, en Santa Fe se votó con el sistema de boleta única, y el PRO denunció fraude; y en Salta usaron el voto electrónico, y también opositores denunciaron fraude. No pasa por el sistema electoral; en Tucumán todos conocían con anterioridad las reglas del juego”, puntualizó Rogel Chaler.

Desde Buenos Aires

Pasadas las 12.10, apareció Zaffaroni en la pantalla gigante, dispuesta en el teatro de un hotel de la zona del ex mercado de Abasto. Primeramente, el jurista, que se encontraba en Buenos Aires, advirtió que resulta válido debatir sobre sistemas electorales, pero que esta discusión debe ser seria. “Sabemos que los sistemas electorales no son inocentes; y no hay uno perfecto. Algunos, bajo determinadas circunstancias, beneficiaron a un sector; y bajo otras circunstancias beneficiaron a otro. Es muy discutible”, dijo Zaffaroni.

Luego, comenzó a reprochar el comportamiento de la oposición. “Lo que está pasando en Tucumán es extraño; no hay denuncias concretas, salvo la destrucción de urnas, en cuyo caso se resuelve con elecciones complementarias”, dijo. En otras palabras, dio a entender que no comprende los reclamos. “La Junta Electoral Provincial fue reformulada por pedido de la propia oposición; la preside el titular de la Corte... No sé qué más se puede pedir. Se está sembrando dudas sobre la soberanía popular. Si se gana, todo bien; si se pierde hay fraude”, manifestó.

Zaffaroni afirmó que desde hace décadas no se registran casos de elecciones fraudulentas en el país, a excepción de “cosas pequeñas”. Y en ese sentido, descartó que en los comicios del 23 del mes pasado se haya cometido fraude que, según definió, ocurre cuando “se altera sustancialmente el número de votantes”. “Es impensable que cientos de personas -entre autoridades de mesa, fiscales, personal del correo- se pongan de acuerdo y guarden silencio. ¿De qué están hablando? ¿Conspiración? Eso no existe en el mundo”, descartó.

Advertencia

Zaffaroni porfió durante toda la videoconferencia en advertir a la oposición sobre los riesgos que, a su criterio, implican sus denuncias. “La lucha política, el debate ideológico deben tener un límite; y es no deslegitimar el campo de juego. Se pretende deslegitimar la elección. Se puede discutir el sistema electoral; pero seriamente. Que los políticos no se den cuenta de que están destruyendo su propia legitimidad no lo entiendo”, dijo.

El jurista contestó luego algunas preguntas del público. Una de ellas indagaba sobre si instalar la idea del fraude podía considerarse una forma de golpe de Estado. “Una denuncia genérica sobre un fraude que nadie sabe dónde está es peor que un golpe de Estado, porque deslegitima el acto democrático por excelencia”, respondió.

Precisamente, sobre esta idea insistió al cierre de la videoconferencia. “Invoco a Dios, o a quien sea para que haya racionalidad, y se respeten las reglas del juego. Es legítima la competencia, es legítima la discusión ideológica y es legítimo discutir un sistema electoral; pero con calma. Se puede perder una elección, pero ganar otra. Cuidado, están deslegitimando la base de la democracia”, manifestó.