04 Septiembre 2015
LOS INCIDENTES. La policía húngara retira a inmigrantes de las vías del tren.
PARÍS-BERLÍN.- El presidente de Francia, François Hollande, y la canciller alemana, Angela Merkel, decidieron presentar a la Unión Europea (UE) una “iniciativa común” para dar respuesta a la actual crisis migratoria. El proyecto coincide con el reclamo de la jefa de la diplomacia de la UE, Federica Mogherini, de que “no es posible retrasar una acción urgente”.
Pero las desgarradoras imágenes del niño sirio muerto ahogado en una playa turca profundizaron las desavenencias en la UE por la incontrolable crisis de refugiados y la desesperante inacción del bloque, que fue acusado de permitir que el Mediterráneo se convierta en un “cementerio” de inmigrantes.
En Turquía, el presidente Recep Tayyip Erdogan responsabilizó a los 28 países de la UE de “cada una y todas las muertes” de refugiados que ponen sus vidas en manos de traficantes de personas y se aventuran a cruzar el Mediterráneo en botes para huir de las guerras o la persecución y llegar a Europa. “Los países europeos, que han transformado el Mediterráneo, cuna de civilizaciones antiguas, en un cementerio de inmigrantes, comparten la responsabilidad de cada refugiado muerto”, manifestó Erdogan.
A su vez, el primer ministro húngaro, Viktor Orban, fustigó a Alemania por su manejo de la crisis, en el tercer día seguido de caóticos incidentes en su país por la negativa de su gobierno a permitir que miles de refugiados crucen a suelo alemán. Orban se entrevistó con el presidente de la UE, Donald Tusk, quien, instó a los países de la UE a aceptar una “justa” redistribución de al menos 100.000 refugiados y a doblar sus esfuerzos, también en términos de financiación.
En Italia, uno de los países más afectados por la crisis, el primer ministro Matteo Renzi volvió a deplorar la inacción europea y, al evocar la foto del niño sirio Aylan Kurdi, se quejó de que “muchos líderes europeos se han conmovido, pero muy pocos se han movido” ante las muertes en el mar.
La proposición de Francia y Alemania, incluye medidas sobre la organización de la acogida de los refugiados, su reparto “justo” en Europa, la armonización de las normas para reforzar el sistema de asilo europeo y la eventual deportación de los rechazados.
En un diálogo telefónico, los dos dirigentes abordaron el actual incremento de los flujos migratorios, apostaron también por ofrecer a los países de origen y de tránsito “el apoyo y la cooperación necesarios”. “Miles de víctimas han fallecido desde principios de año. La Unión Europea debe actuar de manera decisiva y conforme a sus valores”, subrayaron ambos mandatarios, según los cuales “esos hombres y esas mujeres” que intentan llegar a Europa “huyen de la guerra y de las persecuciones”. Hollande y Merkel destacaron que esos “refugiados” necesitan protección internacional y que Europa debe proteger a aquellos para quienes ésta es “la última esperanza”. Los convenios de Ginebra elaborados al término de la Segunda Guerra Mundial obligan a todos los países a facilitarles esa protección. (Télam-DPA)
Pero las desgarradoras imágenes del niño sirio muerto ahogado en una playa turca profundizaron las desavenencias en la UE por la incontrolable crisis de refugiados y la desesperante inacción del bloque, que fue acusado de permitir que el Mediterráneo se convierta en un “cementerio” de inmigrantes.
En Turquía, el presidente Recep Tayyip Erdogan responsabilizó a los 28 países de la UE de “cada una y todas las muertes” de refugiados que ponen sus vidas en manos de traficantes de personas y se aventuran a cruzar el Mediterráneo en botes para huir de las guerras o la persecución y llegar a Europa. “Los países europeos, que han transformado el Mediterráneo, cuna de civilizaciones antiguas, en un cementerio de inmigrantes, comparten la responsabilidad de cada refugiado muerto”, manifestó Erdogan.
A su vez, el primer ministro húngaro, Viktor Orban, fustigó a Alemania por su manejo de la crisis, en el tercer día seguido de caóticos incidentes en su país por la negativa de su gobierno a permitir que miles de refugiados crucen a suelo alemán. Orban se entrevistó con el presidente de la UE, Donald Tusk, quien, instó a los países de la UE a aceptar una “justa” redistribución de al menos 100.000 refugiados y a doblar sus esfuerzos, también en términos de financiación.
En Italia, uno de los países más afectados por la crisis, el primer ministro Matteo Renzi volvió a deplorar la inacción europea y, al evocar la foto del niño sirio Aylan Kurdi, se quejó de que “muchos líderes europeos se han conmovido, pero muy pocos se han movido” ante las muertes en el mar.
La proposición de Francia y Alemania, incluye medidas sobre la organización de la acogida de los refugiados, su reparto “justo” en Europa, la armonización de las normas para reforzar el sistema de asilo europeo y la eventual deportación de los rechazados.
En un diálogo telefónico, los dos dirigentes abordaron el actual incremento de los flujos migratorios, apostaron también por ofrecer a los países de origen y de tránsito “el apoyo y la cooperación necesarios”. “Miles de víctimas han fallecido desde principios de año. La Unión Europea debe actuar de manera decisiva y conforme a sus valores”, subrayaron ambos mandatarios, según los cuales “esos hombres y esas mujeres” que intentan llegar a Europa “huyen de la guerra y de las persecuciones”. Hollande y Merkel destacaron que esos “refugiados” necesitan protección internacional y que Europa debe proteger a aquellos para quienes ésta es “la última esperanza”. Los convenios de Ginebra elaborados al término de la Segunda Guerra Mundial obligan a todos los países a facilitarles esa protección. (Télam-DPA)
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