31 Agosto 2015
A ÉL LE FUNCIONA. “Pulguita” Rodríguez, que patea ante la barrida de Albarracín y la presencia de Zbrum (número 10), anotó cinco goles con la camiseta azul desde que la estrenaron ante Atlético Paraná. la gaceta / foto de héctor peralta
La palabra “cábala” está inscripta en la mentalidad de todos los jugadores y entrenadores de fútbol. Alguno no la reconocen, pero... El misterio de Atlético y la camiseta azul parece ser otra acepción del término en cuestión, aunque hay algunos cabos sueltos.
El caso es el siguiente: desde que Umbro viste al “decano”, el equipo jugó con la camiseta alternativa los seis partidos que tuvo en su agenda. La prenda, pintada de azul en su mayoría con bastones negros tiene olvidada a la tradicional celeste y blanca. ¿Por qué hasta ahora no la usó?
Cábala. Ese es el primer argumento que se viene a la cabeza de todos. Más allá del buen registro que tiene en ese lapso (sacó 13 de 18 puntos), tiene en su haber la derrota ante Instituto. Y es sabido que la derrota obliga a un cambio, algo que no sucedió en este caso.
Atlético cayó en Córdoba y siguió usando la camiseta azul. “No es cábala, nos queda mejor el conjunto”, bromea Guillermo Acosta.
“Pareciera que sí lo es por cómo nos fue y ojalá siga así porque me combina con los botines azules que tengo”, agrega también en tono jocoso, Cristian Menéndez.
Utileros, dirigentes y los mismos jugadores, fuera de micrófono, se excusan de diferentes maneras aunque el gesto que los une es un levantamiento de cejas y una mirada pícara. “Ellos vinieron de blanco (similar a la titular “decana”) y nosotros estamos obligados, por ser locales, a cambiar”, revelaron desde el vestuario agregando que el juego de casacas titulares está totalmente disponible.
La explicación resulta poco creíble ya que ante Santamarina Atlético obligó al visitante a jugar con la alternativa ya que el negro y el azul se confunden. Ambos deberían haber jugado con las titulares.
El sentido común así lo indicaba, pero si se trata de cábalas, hay que hacer lo posible para no cortarla.
El caso es el siguiente: desde que Umbro viste al “decano”, el equipo jugó con la camiseta alternativa los seis partidos que tuvo en su agenda. La prenda, pintada de azul en su mayoría con bastones negros tiene olvidada a la tradicional celeste y blanca. ¿Por qué hasta ahora no la usó?
Cábala. Ese es el primer argumento que se viene a la cabeza de todos. Más allá del buen registro que tiene en ese lapso (sacó 13 de 18 puntos), tiene en su haber la derrota ante Instituto. Y es sabido que la derrota obliga a un cambio, algo que no sucedió en este caso.
Atlético cayó en Córdoba y siguió usando la camiseta azul. “No es cábala, nos queda mejor el conjunto”, bromea Guillermo Acosta.
“Pareciera que sí lo es por cómo nos fue y ojalá siga así porque me combina con los botines azules que tengo”, agrega también en tono jocoso, Cristian Menéndez.
Utileros, dirigentes y los mismos jugadores, fuera de micrófono, se excusan de diferentes maneras aunque el gesto que los une es un levantamiento de cejas y una mirada pícara. “Ellos vinieron de blanco (similar a la titular “decana”) y nosotros estamos obligados, por ser locales, a cambiar”, revelaron desde el vestuario agregando que el juego de casacas titulares está totalmente disponible.
La explicación resulta poco creíble ya que ante Santamarina Atlético obligó al visitante a jugar con la alternativa ya que el negro y el azul se confunden. Ambos deberían haber jugado con las titulares.
El sentido común así lo indicaba, pero si se trata de cábalas, hay que hacer lo posible para no cortarla.
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